En la noche del lunes, al efectuarse el asalto a la misión humanitaria antes de llegar a la costa de la Franja de, se encontraban allí dos parlamentarias alemanas y el ex diputado del partido socialista Die Linke (La Izquierda) Norman Paech. Berria habló con el experto en derecho internacional de 72 años sobre los […]
En la noche del lunes, al efectuarse el asalto a la misión humanitaria antes de llegar a la costa de la Franja de, se encontraban allí dos parlamentarias alemanas y el ex diputado del partido socialista Die Linke (La Izquierda) Norman Paech. Berria habló con el experto en derecho internacional de 72 años sobre los sucesos que ocurrieron a bordo del barco turco Mavi Marmara.
La llamada «Flota de la Libertad» se componía de seis barcos. Usted y las dos diputadas alemanas Ingo Höger y Annette Groth estaban en el barco más grande, el Mavi Marmara. En Israel se dice que se habrían encontrado armas a bordo. ¿Qué dice usted al respecto?
No, definitivamente no había armas a bordo. Así se había acordado desde el principio con las distintas organizaciones involucradas. Pretendíamos protestar pacíficamente, pero de forma decidida, contra el bloqueo de Israel a la franja de Gaza.
¿Dónde se encontraban los barcos cuando la marina israelí los abordó?
En el derecho marítimo existe una zona de soberanía que oscila entre 70 y 120 millas marítimas de la costa. Nosotros estábamos fuera de esa zona, es decir, en aguas internacionales.
¿Cómo vivió el ataque del ejército israelí?
Estábamos en la cubierta intermedia. Nos habíamos acostado allí unas horas antes para estar descansados en la mañana cuando llegáramos a Gaza. A eso de las cuatro y media de la madrugada nos despertó el ruido de fuertes detonaciones. Más tarde nos dimos cuenta de que el ejército israelí había atacado con granadas de gas y de fragmentación. Cuando abandonamos nuestras cabinas, en el exterior había un fuerte ruido proveniente de la explosión de las granadas y del ruido de los rotores de los helicópteros que estaban volando sobre el barco.
Los soldados descendieron de esos helicópteros. Esto también se podía ver en los videos del ejército israelí. Pero allí también se observa como los pasajeros golpean a los soldados con largas varas…
Sí, no descarto eso. Sin embargo, esas imágenes proceden del ejército israelí. El ejército se quedó con todo lo que filmamos, incluso con los heridos y los muertos. Por ello Israel tiene toda la soberanía sobre las imágenes. Nos robaron las contrapruebas. Yo no ví las disputas. No sé si se trataba de varas de hierro o de madera, las que se pueden ver de forma poco nítida en los videos del ejército israelí. Pero una cosa debe quedar clara: fue un ataque ilegal en aguas internacionales. Según el derecho internacional, la marina turca estaba autorizada incluso a enviar un barco de guerra para ayudar al barco turco. Aunque fuera cierto que los pasajeros ondearon sus varas, eso no se puede comparar de ninguna forma con los métodos brutales y las armas usadas por los atacantes. Sin embargo, esas imágenes no se muestran.
Las autoridades israelíes les habían propuesto llevar la carga al puerto de Ashdot…
…pero ese no era nuestro objetivo. Nosotros queríamos llevar alrededor de diez mil toneladas de ayuda humanitaria a la franja de Gaza; pero también queríamos romper el bloqueo ilegal y continuaremos con estas acciones.
¿Incluso en el caso de que mueran personas?
No; pero tampoco contábamos con semejante violencia criminal.
¿Cree que el ejército israelí perdió el control de la situación? ¿O atacaron la flota de paz deliberadamente, conformándose con la muerte de personas civiles, no armadas?
No, yo estoy seguro de que este ataque estaba muy bien planificado. Ya conocemos esta estrategia de la guerra en Iraq bajo el lema «Shock and Awe«, o sea, chocar e intimidar. La idea es atacar de una manera tan masiva que el «enemigo» no se atreva a hacer más intentos. Y eso es exactamente lo que pasó en el caso de nuestra flota de paz. Ya mientras aparecieron los primeros botes neumáticos, empezó el bombardeo con granadas de mortero y fumígenas. Según informaciones del ministerio de Defensa israelí hubo -durante 30 minutos- hasta 19 muertos. Los asaltadores vinieron acompañados por tres acorazados de combate. No, todo eso no pasó por casualidad. El ejército israelí quiso hacer un ejemplo de nosotros. Esta brutalidad criminal y este acto de piratería solamente fue posible porque los países occidentales -sobre todo EE.UU. y la UE- no protestaron contra los crímenes todavía más graves cometidos durante la guerra israelí contra la franja de Gaza en 2009.
¿Cuáles serán las consecuencias para el movimiento Free Gaza?
Los activistas seguirán intentando romper el bloqueo israelí contra Gaza; un bloqueo que está en contra del derecho internacional. Una nave irlandesa, el «Rachel Corrie», se encuentra en este momento de camino a Gaza.
Usted trabaja desde hace décadas sobre la situación en Oriente Medio. Mientras el mundo está consternado por el asalto sangriento a la flota de paz, en Israel hubo manifestaciones celebrando el ataque. ¿Hacía dónde va ese país?
Yo creo que habrá una polarización en la sociedad israelí. En un lado la extrema derecha y en el otro lado los que abogan por una paz sostenible en la región. El ex presidente estadounidense Lyndon B. Johnson dijo una vez, en el punto culminante de la guerra de Vietnam, que quizá la situación tiene que agravarse mucho más antes de que se mejore. Tal es justamente lo que estamos viviendo en el caso de Gaza y de Oriente Medio.
rCR