Shlomo Sand y polémica van unidos. Sostiene, por ejemplo, que «los cristianos inventaron la idea de redención de Tierra Santa para el retorno de los judíos» o que «los árabes conocen Israel mejor que Woody Allen, pero este es el país de Woody Allen y no de los árabes». Shlomo Sand es un atípico historiador […]
Shlomo Sand y polémica van unidos. Sostiene, por ejemplo, que «los cristianos inventaron la idea de redención de Tierra Santa para el retorno de los judíos» o que «los árabes conocen Israel mejor que Woody Allen, pero este es el país de Woody Allen y no de los árabes».
Shlomo Sand es un atípico historiador israelí que sostiene que el concepto de Pueblo Judío es una invención, y que la razón de que el judaísmo se extendiese por el mundo no fue la expulsión de los judíos de Israel por parte de los romanos, hecho que, afirma, nunca sucedió sino el proselitismo y las consecuentes conversiones que existen en casi cualquier religión. Criticado e incluso amenazado por el lanzamiento de su primer libro La Invención del Pueblo Judío en 2008, lanza ahora su «segundo Roky», como él lo llama, La Invención de la Tierra de Israel.
-¿Qué le llevó a escribir su segundo libro, ‘La Invención de la Tierra de Israel’?
-Con el primero fui muy criticado por sionistas que decían que quería cortar la relación entre los judíos y la tierra, y pensé: «Es cierto; no he incluido en el libro todos los problemas que trae el asunto de la tierra.» Y escribí el segundo.
-Según usted, la Tierra de Israel es un concepto inventado. ¿Quién lo inventó?
-En la Biblia y el Talmud no existe la Tierra Patria, solo existe la Tierra Prometida. Cuando Israel existía hace miles de años, solo la parte norte del Israel de hoy era Israel. Ni siquiera Jerusalén lo era. Los primeros en inventar el concepto de Tierra Santa fueron los cristianos con sus cruzadas y los protestantes ingleses en el siglo XVII, que decían que los judíos debían volver a Israel a través de los cristianos, que traerían la redención a Tierra Santa. Podía haber sido una idea judía, pero fue cristiana, y más tarde fue más desarrollada por los evangelistas de Estados Unidos.
-¿Cómo influyó Theodor Herzl en la idea de ‘Tierra de Israel’ al proponer crear un estado para los judíos en el siglo XIX?
-Herzl tenía razón en que los judíos corrían peligro en las nuevas naciones etnocéntricas y antisemitas del este de Europa, y crear un estado con su soberanía le pareció la mejor idea. Pero no le importaba mucho en dónde; cuando propuso Uganda, muchos aceptaron. Sin embargo, la mayoría de los judíos rechazaron el sionismo porque pensaron que quería reemplazar a Dios por la tierra. El Mesías no había llegado aún, y hasta que eso no sucediese, los judíos no podían volver y montar su propio país. Existió un judaísmo organizado contra el sionismo hasta la Segunda Guerra Mundial.
-Vemos las palabras ‘Hogar Judío’ en la carta que el secretario de exteriores inglés Arthur James Balfour envió en 1917 al líder de la comunidad judía inglesa, el barón Rothschild.
-La declaración Balfour se convirtió en la fuerza motora del sionismo, de la colonización palestina. En 1967, los colonos reemplazaron al movimiento kibutz con argumentos religiosos, y ahora la izquierda y derecha políticas israelíes no tienen nada que ver con las de Europa en cuanto al colonialismo.
-¿Cómo es el sionismo hoy en día?
-El sionismo viene influido por aquellos nacionalismos del este de Europa. Todos se ponen a mirar cuál es su origen, de dónde vienen… En Israel todo el mundo se cree descendiente de David. Veo en mis clases a alumnos negros, blancos, árabes… y me pregunto: «¿En serio se lo creen?» Hay estudios en marcha para probar que existe un ADN común a todos los judíos. Y yo les recuerdo que los nazis hacían el mismo tipo de estudios. Y así hemos acabado en un estado judío en vez de en un estado israelí. Ahmed Tibi (parlamentario palestino con ciudadanía israelí) habla hebreo y conoce la cultura israelí mejor que Woody Allen, pero este es el estado de Woody Allen y no de Ahmed Tibi. En el ministerio de Interior nuestra nacionalidad es «judía»; solo en el pasaporte pone «nacionalidad israelí».
-¿Es Israel, el estado judío, una democracia?
-Israel es una etnocracia liberal. No es un totalitarismo porque si no, yo no podría ser profesor en una universidad. Pero no es una democracia porque no pertenece a todos sus ciudadanos. Cuando los israelíes se quejan de la amenaza de los árabes, yo suelo insistir en que, aunque parezca obvio, no se puede vivir en Israel sin estar rodeados de árabes. Si no quieres árabes a tu alrededor, vete a vivir a París o a Londres, pero no a Oriente Medio, porque aquí lo que hay y habido siempre es eso, árabes.
-¿Hay solución al conflicto palestino-israelí?
-Soy pesimista pero no fatalista. Si el siglo XX pudo terminar sin una guerra nuclear, todo es posible en Palestina. No contemplo la solución de un solo estado binacional. Vivo en una de las sociedades más racistas del mundo occidental, y aquí no se puede imponer eso porque los judíos no aceptarían convertirse en una minoría. Es el proyecto más moral, pero a la vez el más infantil. Un estado palestino me parece más realista, aunque haya que echar a 500.000 colonos. Creo que la única manera de seguir viviendo en Oriente Medio es una confederación con Palestina e incluso Jordania.
Fuente original: http://www.deia.com/2013/02/10/mundo/no-se-puede-vivir-en-israel-sin-arabes-si-no-quieres-arabes-vete-a-londres