Como parte de la campaña contra la legalización del derecho al matrimonio para parejas del mismo sexo, circula en las redes una fotografía de Mariela Castro Espín -promotora más visible de ese derecho en la Asamblea Nacional del Poder Popular-intervenida por un letrero superpuesto que reza: «Condenada por los cubanos por traer ideologías ajenas a […]
Como parte de la campaña contra la legalización del derecho al matrimonio para parejas del mismo sexo, circula en las redes una fotografía de Mariela Castro Espín -promotora más visible de ese derecho en la Asamblea Nacional del Poder Popular-intervenida por un letrero superpuesto que reza: «Condenada por los cubanos por traer ideologías ajenas a nuestra tradición. Tus pensamientos no son mis pensamientos ni tus caminos mis caminos».
Es una vergüenza que esa torpe campaña de acoso ocupe las redes sociales y el espacio público cubano. Esto no es otra cosa que la continuidad de una cruzada-liderada por ciertas iglesias- contra el matrimonio igualitario, y también contra el feminismo y los derechos de las mujeres en Cuba. Es preocupante que estas y otras acciones cuenten con el beneplácito, o al menos la indiferencia, de un sector de nuestras autoridades.
Creemos que el acuerdo de la Asamblea Nacional del Poder Popular de remitir la discusión de ese derecho el debate del Código de Familia y su aprobación por referéndum popular, es una decisión errónea que resta impulso a la justicia a la cual el proyecto constitucional estaba obligado. Reclamamos la declaración legal de todos los derechos que demanda la comunidad LGTBIQ en Cuba, entre ellos el matrimonio igualitario.
Nos solidarizamos con Mariela Castro y con los colectivos de activistas LGBTIQ. Estos ataques que hoy se dirigen a una persona y una comunidad serán extendidos a quienes apostamos por la justicia de género en el país. Aprendamos, asimismo, que las exigencias deben ser colectivas y públicas, no ceñirse a la voz de un representante específico ni al espacio cerrado de una asamblea, así sea la Asamblea Nacional.
No hay que desfallecer. Seguimos en la lucha.
Zaida Capote Cruz, Lirians Gordillo Piña, Helen Hernández Hormilla