Recomiendo:
0

Carta de hijos de judíos emigrados de países islámicos

Nuevos aires

Fuentes: Haoketz

   Nosotros/as, hijos e hijas israelíes descendientes de padres originarios y emigrados de países árabes y países islámicos, brindamos nuestro apoyo al cambio de rumbo que manifestó en su discurso el presidente Obama durante su estadía en El Cairo, con espíritu de conciliación, una visión realista que apunta hacia la justicia y el respeto. Respeto […]

  

Nosotros/as, hijos e hijas israelíes descendientes de padres originarios y emigrados de países árabes y países islámicos, brindamos nuestro apoyo al cambio de rumbo que manifestó en su discurso el presidente Obama durante su estadía en El Cairo, con espíritu de conciliación, una visión realista que apunta hacia la justicia y el respeto. Respeto hacia las diversas religiones, las diversas culturas y a todo ser humano en su esencia como tal.

 

Nacimos en Israel y somos israelíes. Nuestro país nos es importante y queremos verlo en seguridad, en justicia y promisorio en beneficio para sus habitantes. Al mismo tiempo, y aún la historia reciente en la cual nacimos, no puede borrar la historia de cientos y miles de años en las cuales nuestros padres y los padres de nuestros padres vivieron en el Medio Oriente, en los amplísimos territorios bajo mandatos musulmanes y gobiernos árabes, que son parte de nuestra identidad. Nuestros padres y madres no sólo vivieron en esa zona desde tiempos inmemoriales sino que también formaron parte de la trama social con aportes importantes hechos al desarrollo de la cultura y a la zona. También hoy, la cultura islámica, del oriente medio y de los países árabes, forma parte de nuestra identidad. Parte de la cual no podemos ni tampoco queremos arrancarnos.

 

En la historia de los judíos de países islámicos hubo momentos dolorosos. Pero, honesta y seriamente, esos momentos no pueden ocultar ó tapar la gloriosa historia de la vida compartida. La autoridad musulmana sobre los judíos fue mucho más tolerante y generosa que los gobiernos no musulmanes, y tampoco se puede comparar el destino de los judíos en los países islámicos con el destino trágico de completas comunidades judías en otros lugares, especialmente en Europa.

 

Se pueden ver las últimas decenas de años como un quiebre entre los judíos y los israelíes con el mundo árabe y el musulmán. Nosotros preferimos verlas como una grieta dolorosa y temporaria dentro de una historia mucho más amplia, que incluye una historia pasada común y un futuro asociado. También cuando miramos el mapa, vemos a Israel como parte de Oriente medio, y no solamente desde el punto de vista geográfico.

 

El judaísmo y el Islam no son ajenos uno del otro desde la mirada teológica espiritual, histórica y cultural. Existió entre ellos colaboración durante muchas generaciones, y esta memoria fue borrada en los últimos decenios, tanto en Israel como en la mayoría de los países musulmanes, junto con la específica historia de los judíos orientales y de los estados musulmanes (¡hoy representan el 50% de la población judía de Israel!). En el proceso de conciliación que hoy se requiere entre oriente y occidente, retornar de la hostilidad y el miedo a la colaboración y a la vida en común, el judaísmo y los judíos orientales pueden y necesitan ser un puente viviente de memoria, de enmienda y colaboración.  

 

Desde nuestra visión, la fractura entre Israel y el mundo árabe no puede quedar como tal a lo largo del tiempo, ya que divide nuestras identidades y nuestras almas. Y en lo que respecta al trágico conflicto israelopalestino, nosotros esperamos que se encontrará rápidamente una solución digna de respeto y reconocimiento mutuos, de consideración mutua y esperanza, de los miedos y de los dolores de los palestinos, como también de los israelíes.  De esta manera nosotros brindamos nuestro apoyo al nuevo aire que llevó Obama a El Cairo, y nos sumamos con esperanza a un futuro con lazos de respeto mutuo y la humanidad troque murallas de desconfianzas, violencias y odios. Todo esto en un espíritu de justicia y humanismo comunes al judaísmo y al Islam.

 

Los firmantes: Kobe Oz (Túnez); Iosi Ojana (Marruecos/Berberia); Jedva Eial (Irán); Neta Elkaiam (Marruecos); Almog Baar (Irak); Moaiz Ben Harosh (Marruecos); Navit Barel (Trípoli, Livia); Iael Barda (Túnez); Itzjak Gormazenu Gora (Egipto); Bar Shajar Gormazenu Gurfinkel (Egipto/Irak); Iaeli Hashash (Libia/Yemen); Klaris Jerbón (Marruecos); Shlomit Lirán (Marruecos); Dr. Natalí Mesika (Túnez); Simón Mermelstein ( Afganistán); Orli Noi (de nacionalidad iraní); Ionit Neemán (Turquía/Yemen); Iejezkel Nafshí (Irak); Iuval Abari (Irak); Adamit Pará (Yemen); Iejezkel Rajamim (Irak); Iodit Shajar (Turquía); Mati Shmualuf (Siria, Irán, Irak); Naftalí Shem Tov (Irán/Kurdistán/Irak); Katzía Alón (Kurdistán/Bujara); Iael Israel (Irán/ Turquía); Dror Nisán (Trípoli, Libia).

 

 http://www.haokets.org/default.asp?PageID=10&ItemID=1384