Durante una visita de apoyo incondicional a la potencia ocupante israelí y una gira turística por el territorio palestino ocupado, sin visitar Gaza e ilegalmente reunirse con el gobierno israelí en Jerusalén ocupada, en desigual actitud el premio Nobel de la Paz, el presidente Barack Hussein Obama, con una kipá sobre su cabeza, símbolo religioso […]
Durante una visita de apoyo incondicional a la potencia ocupante israelí y una gira turística por el territorio palestino ocupado, sin visitar Gaza e ilegalmente reunirse con el gobierno israelí en Jerusalén ocupada, en desigual actitud el premio Nobel de la Paz, el presidente Barack Hussein Obama, con una kipá sobre su cabeza, símbolo religioso judío, hincado colocó una corona floral en el Museo del Holocausto (Yad Vashem) en Jerusalén, mausoleo erigido sobre el aplastado poblado palestino de Deir Yassin el 9 de abril de 1948.
En Monte Herzl, en Jerusalén ocupada, colocó ofrendas florales a las tumbas del fundador del sionismo e ideólogo del Estado judío que borró del mapa a Palestina, Teodoro Herzl y a la del primer ministro israelí Yitzhak Rabin. Sin embargo, de manera ofensiva, Obama, sobre una alfombra roja tendida a su paso en la Mukata’a palestina (presidencia) en Ramallah, junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, pasó a metros de la Tumba del Padre de la Patria, del envenenado presidente Yasser Arafat, sin detenerse ni rendirle homenaje. Actitud silenciada por la servil política de la administración palestina, que no dudó de sacar de la entrada de Belén, el Monolito de piedra del histórico territorio de Palestina, el pasado 19 de marzo para no enojar al aliado israelí a su llegada a la ciudad de nacimiento del palestino Jesús, donde solo le dedicó 26 minutos, acompañado por Abbas.
En el Museo del Holocausto, Obama, al parecer consternado, aseguró que «él reconoce las raíces judías a la Tierra Santa», soslayando las raíces palestinas con 10 mil años de antiguedad. Entre las tantas frases que imprimió, señaló: «el compromiso de EEUU con la seguridad de Israel son sólidas como una roca… reafirmando el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con Israel…» y le resto importancia a los ilegales asentamientos israelíes sobre las tierras palestinas robadas.
En disímil postura consideró que «los palestinos deben tener la ‘sensación’ de ser dueños de su propio destino» cambiando el término de ‘legítimo derecho’ por el de ‘sensación’. Al igual que expresó con un habitual juego semántico que «los palestinos tienen el derecho a tener su Estado propio», sin dejar claro donde consideraba que debería estar el Estado Palestino. Para los israelíes, Palestina queda en Jordania.
Estados Unidos no es el portador de la ética para seguir interactuando entre las partes, esencialmente, cuando votó en contra de la soberanía palestina en la ONU en 2011 y rechazó un Estado Observador en 2012. Contando en sus anales 43 ‘vetos’ en el Consejo de Seguridad a favor de Israel y en contra de los derechos nacionales palestinos.
Desde Gaza, el gobierno de Hamas rechazó la vista del presidente Obama, considerando que «solo respalda la ocupación y la judaización de Jerusalén». En similar sentido con las grandes manifestaciones populares palestinas desde Jerusalén a Gaza, rechazaron con carteles y zapatos en manos la presencia de Obama, entre sus slogan: «Presidente Obama no traiga su teléfono inteligente no tenemos 3G». En las contradicciones y los ambiguos discursos, Obama, arremetió contra Irán, diciendo que «Estados Unidos hará todo lo necesario para impedir un Irán con armas nucleares y todas las opciones están sobre la mesa». Silenciando el poderío nuclear israelí, cuarta potencia mundial que pone en riesgo la región.
Con las habituales estrategias de demonización y con la intención de incomodar la visita de Obama, el portavoz de la policía de la ocupación, Micky Rosenfeld, culpó a Hamas de haber «lanzado 2 misiles contra la ciudad de Sderot, provocando daños materiales», justificando además, un próximo ataque militar a Gaza. Si bien Estados Unidos no reaccionó, Abbas, inmediatamente lo «condenó». Sami Abu Zuhri, vocero de Hamas, desmintió el ataque y sostuvo: «esta historia de disparos de cohetes como simples acusaciones israelíes son destinadas a obtener la simpatía de Obama y enemistarlo con los palestinos».
La visita de Obama, solo dejó en Palestina un sabor de esperanzas frustradas y un broche de seguridad a la potencia ocupante israelí.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina. Fue el primer Representante de la OLP en la Argentina. Analista internacional sobre la situación de Palestina.
Palestina Info: www.jerusalem-palestina.
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