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Öcalan llama al PKK a deponer las armas y disolverse tras 40 años en una declaración histórica

Fuentes: Naiz [Foto: Abdullah Öcalan, en el centro de la imagen, con una delegación del partido DEM, en la isla-prisión de Imrali, donde ha leído la histórica declaración. Es su primera imagen en muchos años. (DEM PARTY | AFP)]

En una declaración desde la isla-prisión de Imrali, donde está encarcelado desde 1999, el líder del PKK ha asumido la «responsabilidad histórica» de llamar a la organización kurda a «abandonar las armas» y celebrar un congreso para acordar «disolverse» tras 40 años de conflicto armado.

El encarcelado líder y fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, ha hecho este jueves un histórico llamamiento a la organización kurda a deponer las armas para acabar con un conflicto que dura ya cuatro décadas y que se estima ha dejado más de 45.000 muertos.

«Todos los grupos deberían abandonar las armas. El PKK debería disolverse. Hago este llamamiento y asumo la responsabilidad histórica», ha asegurado Öcalan en un mensaje leído en una rueda de prensa por miembros del Partido Popular por la Igualdad y la Democracia (DEM), la formación progresista y prokurda, que se han reunido con él en la isla-prisión de Imrali, frente a las costas de Estambul, donde cumple cadena perpetua desde 1999.

En ese mensaje, titulado ‘Llamamiento a la Paz y una Sociedad Democrática’ y cuya lectura ha sido retransmitida en directo a través de las redes sociales y que también se ha emitido en un hotel de Estambul –con gran expectación–, el fundador del PKK ha dicho que la guerrilla fue fundada en un momento de opresión y rechazo a los kurdos.

«Llamo al PKK a que celebre un congreso y decida su disolución», ha reclamado Öcalan en su misiva.

Bandera con la imagen de Öcalan, en una protesta por su libertad en el Kurdistán bajo administración siria. (Delil SOULEIMAN | AFP)

Öcalan, de 75 años y una figura muy respetada entre los kurdos, ha recordado que el PKK «nació en el siglo XX, la época más violenta de la historia de la humanidad» y ha argumentado que «la flagrante negativa de la realidad kurda y las restricciones sobre derechos y libertades básicas, especialmente la libertad de expresión», jugaron «un papel significativo» en «el surgimiento y desarrollo» de la organización político-militar.

«El PKK ha estado bajo las duras realidades del siglo y del sistema del socialismo real en términos de su teoría, programa, estrategia y tácticas adoptadas», ha reseñado, si bien ha sostenido que «el colapso del socialismo en la década de los noventa debido a dinámicas internas, la disolución de la negación de la identidad kurda en el país y la mejora en la libertad de expresión han llevado a un debilitamiento del significado fundacional del PKK».

Öcalan, en su intervención, ha añadido una nota adicional al comunicado: «Sin duda, la dejación de las armas y la disolución del PKK en la práctica requieren el reconocimiento de una política democrática y un marco legal».

«Sin duda, la dejación de las armas y la disolución del PKK en la práctica requieren el reconocimiento de una política democrática y un marco legal»

«Reestructurar» la alianza entre turcos y kurdos

El líder del PKK ha hecho hincapié en que «a lo largo de una historia de más de mil años, las relaciones entre turcos y kurdos se han definido en términos de cooperación y alianza mutuas» y ha manifestado que ambas comunidades «han considerado esencial permanecer en esta alianza voluntaria para mantener su existencia y sobrevivir frente a las potencias hegemónicas».

De esta forma, ha explicado que «los últimos 200 años de modernidad capitalista han estado marcados por el objetivo de romper esta alianza» a partir de «intereses de clase», por lo que ha argüido que «a día de hoy la tarea principal es reestructurar esta relación histórica, que se ha convertido en algo extremadamente frágil, sin excluir las consideraciones sobre las creencias en espíritu de fraternidad».

«La necesidad de una sociedad democrática es inevitable. El PKK, la insurgencia y movimiento armado de mayor duración y extensión en la historia de la República [de Turquía], encontró una base social y un apoyo y estuvo inspirado principalmente por el hecho de que los canales para la política democrática estaba cerrada», ha manifestado.

Movilización de la comunidad kurda en Roma, en una imagen de archivo. (Matteo TREVISAN | ZUMA WIRE | DPA | EUROPA PRESS)

Por ello, ha aseverado que «el inevitable desenlace de las desviaciones nacionalistas extremas, como el Estado-nación separado, la federación, la autonomía administrativa o las soluciones culturalistas, no responde a la sociología histórica de la sociedad» y ha ahondado en que «el respeto a las identidades, la libre expresión, la autoorganización democrática de cada segmento de la sociedad en base a sus propias estructuras socioeconómicas y políticas solo son posibles mediante la existencia de una sociedad democrática y un espacio político».

«El segundo siglo de la República solo puede lograr y asegurar una continuidad permanente y fraternal si se corona con la democracia. No hay alternativa a la democracia en la búsqueda y realización de un sistema político. El consenso democrático es el camino fundamental», ha reiterado, antes de añadir que «el lenguaje de la época de paz y sociedad democrática necesita ser desarrollado en línea con esta realidad».

«No hay alternativa a la democracia en la búsqueda y realización de un sistema político. El consenso democrático es el camino fundamental»

Mediación del DEM

El propio DEM, que antes de una nueva visita este jueves a Imrali había adelantado en su cuenta en la red social X que el anuncio previsto «podría marcar el inicio de un nuevo proceso de paz», afirmó recientemente que Öcalan realizaría «un llamamiento histórico» con el objetivo de lograr «una solución exhaustiva y permanente al asunto kurdo y para la construcción de una Turquía democrática».

El DEM está mediando en conversaciones entre las autoridades y el PKK, en un esfuerzo para poner fin al conflicto. En este contexto, delegaciones del partido han visitado a Öcalan en Imrali, la última de las cuales ha tenido lugar este jueves.

De hecho, el comandante Cemil Bayik, alto cargo del PKK y copresidente del consejo ejecutivo de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), afirmó recientemente que Öcalan quería llevar la cuestión kurda «del reino de la guerra al reino de la democratización». «Quiere dar el paso que ya dio de cara a un objetivo mayor», en referencia a su llamamiento hace una década en favor de un acuerdo de paz.

No ha habido de momento, al menos oficialmente, contactos directos entre la guerrilla y las autoridades turcas, aunque el pasado mes de octubre, Devlet Bahçeli, el líder del partido ultranacionalista MHP y aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdpogan, propuso que el líder encarcelado acudiera en persona al Parlamento para pedir públicamente el fin de la violencia.

Bahçeli y Erdogan, en una imagen de archivo. (TURKISH PRESIDENCY | DPA | EUROPA PRESS)

El Gobierno turco y la guerrilla kurda ya iniciaron en 2013 un proceso de conversaciones de paz, si bien se derrumbaron en 2015 y se vieron seguidas por un estallido de enfrentamientos en distintas zonas de Kurdistán.

Si bien el PKK formuló tras su fundación un llamamiento a la creación de un Estado independiente, en la actualidad aboga por una mayor autonomía en Kurdistán, territorio histórico que se extiende a partes de Turquía –los kurdos son entre 10 y 15 millones, alrededor del 18% de la población del país–, Siria, Irak e Irán.

Exilio y prisión

El líder kurdo, conocido también como ‘Apo’, lideró en 1978 la creación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y apenas dos años después tuvo que partir al exilio.

En 1984, el movimiento kurdo decidió dar un paso más y lanzó una estrategia armada contra el Gobierno turco, que respondió con ferocidad.

Abdullah Öcalan, arma en mano, en la zona libanesa de Bekaa, en 1997. (AFP)

Forzado a salir de Siria en 1998, Öcalan buscó refugio en diferentes países europeos y finalmente fue detenido por los servicios secretos turcos en las puertas de la embajada de Grecia en Nairobi (Kenia). Fue condenado a muerte en 1999, aunque la pena fue conmutada por la cadena perpetua después de que Turquía aboliese la pena capital en 2002.

Durante su reclusión en la isla-prisión de Imrali, de la que se ha cumplido este año un cuarto de siglo, ‘Apo’ ha sido sometido a un estricto régimen de aislamiento. Solo por citar un reciente ejemplo: la visita de su sobrino Omer Öcalan el pasado mes de octubre fue la primera que recibía en más de cuatro años y medio.

Puerta de acceso a la prisión de Imrali. (Amerikanın Sesi | WIKIMEDIA COMMONS)

En 2003, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, condenó a Turquía por «trato inhumano» y «proceso injusto» al líder del PKK, aunque, al igual que ha pasado en otros casos –como el del excopresidente del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Selahattin Demirtas, aún en prisión– Ankara hizo oídos sordos a esa resolución.

Sin embargo, el Estado turco tampoco ha conseguido el objetivo de acabar con el PKK que perseguía con el arresto de su líder o la brutal represión contra el movimiento. Un simple repaso a lo publicado en NAIZ con motivo de Artefaktua el año pasado sirven como muestra: la carta de Öcalan de 2009 constata que, a pesar de todo, no han logrado callarlo, y los numerosos reportajes y entrevistas de Karlos Zurutuza del bastión de las montañas Kandil –así como otros análisis e informaciones– dan fe de un movimiento vivo y en constante transformación.

Turquía emplaza al PKK a «acatar la orden»

La formación política gobernante en Turquía, a la que pertenece el presidente Recep Tayyip Erdogan, ha exhortado al PKK a acatar el mensaje y disolverse, con la esperanza de que «el país quede liberado de sus grilletes».

«Observaremos el resultado», ha declarado en una primera reacción uno de los líderes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Efkan Ala, según la agencia de noticias oficial Anatolia.

El mensaje ha sido bien recibido también en el Kurdistán iraquí, cuyo presidente, Nechirvan Barzani, también espera que el PKK acate el mensaje del líder y «lo ponga en práctica», en aras de avanzar hacia la paz y hacia una «solución pacífica» de las actuales disputas.

En este sentido, ha resaltado en redes sociales que mediante la «lucha pacífica, civil y democrática» que consiguen «mejores resultados» que con la violencia, por lo que ha ofrecido la ayuda del Kurdistán iraquí en un hipotético proceso de paz en el país vecino. Barzani ha alabado el papel de Erdogan y de su Gobierno, «que ha trabajado por la paz con una visión clara».

FSD: «Nada relacionado con Siria»

Mazlum Abdi, el líder de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdosirios, se distanció este jueves del llamamiento de Öcalan. «Solo para aclararlo, este anuncio solo tiene que ver con el PKK, nada relacionado con nosotros en Siria», ha señalado en una videollamada desde el noreste de Siria en una sesión para periodistas estadounidenses en Washington.

No obstante, el líder de las FSD ha afirmado que el mensaje de Ocalan es «positivo».

Declaración de Öcalan desde la isla prisión de Imrali (en inglés).

Fuente: https://www.naiz.eus/es/info/noticia/20250227/ocalan-llama-al-pkk-a-deponer-las-armas-y-disolverse-tras-40-anos-en-una-declaracion-historica