Una coordinada ofensiva militar, política, diplomática y comunicacional ha sido lanzada por la triada conformada por el Imperialismo estadounidense, el sionismo y la Casa al Saud. Una retórica de guerra acompañada de operaciones de masacre, falsa bandera y acusaciones, ejecutada en múltiples campos, con el objetivo de dar aliento, no sólo a los alicaídos grupos […]
Una coordinada ofensiva militar, política, diplomática y comunicacional ha sido lanzada por la triada conformada por el Imperialismo estadounidense, el sionismo y la Casa al Saud.
Una retórica de guerra acompañada de operaciones de masacre, falsa bandera y acusaciones, ejecutada en múltiples campos, con el objetivo de dar aliento, no sólo a los alicaídos grupos terroristas takfiri que operan en Oriente Medio, sino también desviar la atención de las investigaciones contra Trump por el escándalo sexual que involucra a una actriz porno, el nulo avance respecto a las acusaciones contra Moscú por el envenenamiento del ex doble agente ruso Sergei Skripal. Los crímenes cometidos por el régimen israelí contra el pueblo palestino. Continuar la agresión contra el pueblo de Yemen por parte de Arabia Saudí. Intensificar el sufrimiento del pueblo iraquí tras 15 años de invasión. Además de seguir cercando a la República Islámica de Irán y presionar a la Federación Rusa y al Movimiento Hezbolá, entre otros objetivos.
Criminales en múltiples frentes
Es, por tanto, una ofensiva de amplio espectro, que incluye numerosas situaciones que comprueban la afirmación dada respecto a esta conexión criminal y que explican el escenario actual que se vive en el Levante Mediterráneo. Entre esas realidades encontramos la visita del Príncipe heredero saudí Mohamad bin Salman a Estados Unidos y a Francia, para consolidar sus vínculos económicos y militares con el gobierno de Donald Trump y Emmanuel Macron. Dos países que son los principales proveedores de armas al reino wahabita y cómplices activos a la hora de callar, no ver y enmudecer cuando se le debe condenar por los crímenes cometidos. Los petrodólares son más fuertes.
El heredero saudí aprovechó en Estados Unidos, en una entrevista dada al periodista de doble nacionalidad (estadounidense e israelí) Jeffrey Goldberg, Editor Jefe del medio The Atlantic, de anunciar que tanto Riad como Tel Aviv comparten los mismos intereses geoestratégicos, destacando que ambos regímenes tienen muchas áreas potenciales para crear una cooperación económica conjunta. Opinión que al interior de la posiciones más intolerantes de un ya extremista régimen israelí, llaman a la cautela a pesar de considerar a bin Salman como un «dictador pragmático» que puede ser un buen socio en la guerra contra Irán: «Por ahora, tenemos un aliado saudí en el joven príncipe heredero. Mientras nadie en Israel pierda la cabeza, y nadie en Arabia Saudita explote la alianza para cortarle la cabeza a Muhammad, podremos trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes» afirma la analista Caroline Glick.
La mencionada embestida de la triada sangrienta ha significado también la intensificación, en los últimos días, de la agresión saudí contra Yemen, con los resultados consabidos: muerte de decenas de ciudadanos, la destrucción de su infraestructura sanitaria, educacional, sanitaria e industrial, por bombardeos llevados a cabo por aviones de la Fuerza Aérea saudí e incremento del bloqueo total y que tiene a este país en una catástrofe humanitaria. El Movimiento Popular Ansarola, a su vez, ha dado respuestas contundentes a los ataques saudíes, no sólo infringiendo duras derrotas a las fuerzas de Riad, sino también a grupos de mercenarios, principalmente sudaneses, que han sido emboscados en el norte de Yemen.
Sumemos a estas operaciones de articulación criminal, los ataques del sionismo contra el pueblo palestino, principalmente en la Franja de Gaza con decenas de muertos y miles de heridos en la represión de las manifestaciones de la Gran Marcha del Retorno convocada desde el viernes 30 de marzo – en el marco de la conmemoración del Día de la Tierra – y que se extenderán hasta el día 14 de mayo cuando se rememoren los 70 años de la Nakba. Desde el 30 de marzo pasado hasta hoy, una treintena de muertos a manos de francotiradores israelíes se suman a los miles de palestinos asesinados de la creación de la entidad sionista el año 1948.
Una matanza que significó, por parte de la Fiscal jefe de la Corte Internacional Penal, Fatou Bensouda, emitir un comunicado señalando que Israel «Debe detener el recurso a la violencia. Cualquier persona que incite o participe en actos de violencia, incluso ordenando, solicitando, alentándolos o contribuyendo de cualquier otra manera a cometer crímenes, puede ser procesado ante la Corte dentro de la jurisdicción de la CPI«, advirtió esta Alta funcionaria Internacional.
La impunidad con que opera la soldadesca sionista, disparando a mansalva hacia el interior del territorio gazetí ha merecido la repulsa mundial pero al régimen cívico-militar sionista dichas condenas no le generan intranquilidad alguna. Mientras siga mamando de la gorda vaca del lobby sionista que domina los gobiernos estadounidenses, mientras siga teniendo el veto cómplice de las administraciones estadounidenses cuando se vote alguna resolución que condene sus crímenes, mientras siga usufructuando de su victimización crónica, el régimen israelí seguirá asesinando.
Más al norte, en Siria, el domingo 8 de abril dos aviones F15 israelíes lanzaron misiles contra la Base área de Tiyas en la ciudad siria de Homs. Esto, como lógica ejecución del plan trazado por Washington en orden a «castigar» a Siria por el supuesto uso de armas químicas en la ciudad de Duma. Denuncia dada a conocer por la desprestigiada organización denominada Cascos Blancos, que surge en la ciudad de Estambul, en marzo de 2013, bajo la guía de un ex Militar británico con amplia experiencia en las guerras de agresión del Reino Unido. Un militar que pasó por puestos de mando en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, la Unión Europea e incluso la ONU: James Le Mesurier. Unos Cascos Blancos aliados del terrorismo takfirí y de los servicios de inteligencia de occidente y sus aliados en Oriente Medio que son los que han proporcionado la información sobre el supuesto ataque con gas cloro en Duma.
Con el aval de esa denuncia Donald Trump se permitió mandar un tweet de enorme agresividad, donde acusaba a Rusia e Irán de estar detrás de ese falso uso de armas químicas: «El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de respaldar al animal Asad. Pagarán un precio muy alto». La orden del inestable y agresivo mandatario estadounidense no se hizo esperar y por medio de su testaferro e hijo putativo en Oriente Medio, Israel, procedió a lanzar misiles contra la base Aérea T4 de Siria en la ciudad de Homs. El objetivo es provocar a la República Islámica de Irán, forzarlo a actuar pues en dicha base se encuentran acantonados parte de los asesores militares de la nación persa. Tras el ataque de los aviones sionistas, fuerzas de Daesh atacaron posiciones del Ejército Sirio en la misma ciudad de Homs. Una peculiar coordinación sionista-Takfiri.
En estos momentos se espera un ataque conjunto entre las fuerzas de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña que podría tensionar la situación a límites impredecibles y frente al cual el multimillonario mandatario estadounidense no escatima palabras cargadas de belicismo para amenazar a Siria, Rusia e Irán. Trump llamó a Rusia a estar preparada para la próxima llegada a Siria de los «bonitos e inteligentes» misiles del Ejército norteamericano, en medio de los temores a un posible enfrentamiento entre Washington y Moscú en el país árabe. «Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, que van a llegar, bonitos, nuevos e inteligentes!», ha indicado el mandatario estadounidense en un mensaje publicado este miércoles en su cuenta de Twitter.
La nación persa denunció el ataque israelí contra Siria, a través del vocero de su cancillería Bahram Qasemi señalando que «La agresión del régimen sionista contra Siria es una violación de la soberanía y la integridad territorial de este país y en contra de todas las leyes internacionales que solamente complica la crítica situación de Siria y las ecuaciones de la región». Para Irán este acto de agresión se da en momentos que el gobierno sirio está avanzando rápidamente en la lucha antiterrorista y se materializa con la intención de fortalecer a las bandas terroristas que operan en el país árabe, «además de desviar la opinión pública de la catastrófica situación en la Franja de Gaza y la matanza de decenas de palestinos en el enclave costero».
El Consejo de Seguridad como escenario del montaje
Como corolario de esta puesta en escena de Washington y sus acólitos, el día lunes 9 de abril, Estados Unidos patrocinó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para discutir el supuesto ataque del gobierno sirio con armas químicas a la ciudad de Duma en la región de Guta Oriental. Era la guinda de la torta, con una Embajadora de Estados Unidos, Nikky Haley, viviendo su propia epifanía política-religiosa donde mencionó que el año 2017 oró por no tener que ser testigo nunca más de imágenes del uso de armas químicas y sin embargo ahora, en este 2018, ha tenido que volver a ver los resultados de la utilización de este tipo de instrumentos de muerte.
En su alocución, Haley, que parecía más aspirante al Oscar de la Academia de Hollywood por mejor actuación dramática que Embajadora, sostuvo que podría presentar videos, fotografías, pero sin llegar a ponerlos a disposición del Consejo. Señaló que no había ambulancias en Guta Oriental para atender a las decenas de heridos, no hay hospitales ni medicamentos. ¡Claro que no hay Sra. Haley¡ No están a disposición de sus habitantes pues han sido destruidos por siete años de ocupación y terror a manos de sus hijos putativos.
Haley apeló al dramatismo, la verbalización cargada de emocionalidad, recurriendo a la idea de imágenes de niños afectados por armas químicas. Un relato fantasioso, pleno de especulaciones, que confirma la escasa credibilidad de Estados Unidos a no ser un grupo de países que lo siguen a sol y sombra. Esto, tal vez, porque Washington, como sostuvo el embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, no tiene amigos, sino que incondicionales, incapaces de contradecirlo y se suman a sus operaciones de falsa bandera, participan de ellas y se convierten en cómplices como es el caso de Francia, Gran Bretaña y sus aliados menores y puntas de lanza en la región como son Israel y Arabia Saudí.
La Embajada estadounidense mencionó que sólo un monstruo – signando con esta denominación al mandatario sirio Bashar al Assad – permitiría el uso de armas químicas – y ¡sí¡ tiene razón Sra. Nikky Haley, sólo un monstruo puede concretara tamaña atrocidad. Una entidad sanguinaria y brutal, que no es el mandatario sirio, sino que una dotada de tres caras: el imperialismo, el sionismo y el wahabismo, quienes han creado, organizado, financiado y otorgado apoyo político a los grupos terroristas que operan en Oriente Medio: Daesh, Ahrar al Sham, Fath al Sham, Yaish al Islam entre otros centenares de movimientos extremistas. Cortemos la cabeza a ese engendro, esta Hidra tricéfala y el mundo será un mejor lugar para vivir.
Para el Embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebezian, «nuestro país y las autoridades sirias garantizarán la posibilidad de llegar al lugar de los hechos a pesar que después de la liberación de varias localidades de Guta Oriental los expertos rusos investigaron los lugares de los supuestos ataques químicos y no sólo no encontraron huellas de sustancias tóxicas, sino también se desconoce la ubicación de los cadáveres de las supuestas víctimas o los cementerios donde están enterrados. Se entrevistó a los habitantes de Guta, los médicos del único hospital en funcionamiento y los excombatientes de la oposición que depusieron las armas. Ninguno de ellos dio testimonios sobre el supuesto uso de sustancias tóxicas en la región», aseveró Nebenzia, quien agregó que esto se trata de un claro montaje: «la provocación de Duma recuerda el incidente del año 2017 en Jan Sheijun cuando Estados Unidos preparó de antemano un ataque de similares características».
Peligroso juego en el que está enfrascado Washington y sus incondicionales. Si están en disposición de utilizar fuego, sea este retórico o real, deben estar dispuestos también a quemarse y hoy, las condiciones en Oriente Medio son muy diferentes a las vividas al inicio de la agresión contra Siria. Hoy, el apoyo de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, la labor del Eje de la Resistencia encabezado por Irán y el ejercicio soberano de las Fuerzas Armadas Sirias han inclinado la balanza a favor de la nación levantina y con ello un ejemplo claro que es posible derrotar a la triada sangrienta.
Bien sabemos, que cuando un animal está herido de muerte, en su agonía suele ser más temible que cuando no había recibido los zarpazos que lo llevarán a su irremediable final. El Monstruo que mencionó Nikky Haley en el seno del Consejo de Seguridad existe y está siendo destruido por la acción digna y soberana del pueblo sirio y sus aliados, por la resistencia del pueblo palestino en la Franja de Gaza y en la Ribera Occidental, incluyendo Al Quds, por el valor del pueblo de Yemen que resiste los ataques de la monarquía saudí, al igual que el pueblo de Irak y la firmeza frente a 15 años de invasión.
Fuente original: https://www.hispantv.com/noticias/opinion/373803/operacion-triada-sangrienta-oriente-medio-siria-israel-eeuu-arabia-saudi
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