Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
En el barco de ayuda humanitaria al que recientemente atacaron las Fuerzas de Defensa Israelíes ondeaba una bandera blanca y navegaba en aguas internacionales. ¿Cómo es posible que se diga que era una amenaza al «derecho de Israel a existir»?
No es posible y no era una amenaza. La verdadera amenaza existencial para Israel es la violencia con la que fue fundado y que continúa imponiendo a los palestinos. Si estos son una amenaza para la existencia de Israel, no es porque mañana puedan derrotar militarmente al ejército israelí, acorralar al gobierno y disolver el Estado. Es porque su causa es justa y esta causa es lo que Israel lleva tratando de enterrar desde 1948. Cuanto más lo intenta, más se da cuenta de que no puede. Y cuanto menos puede, más lo intenta. Así, somos testigos del horror de lo que ocurrió en el Mavi Marmara. Al parecer, a Israel no le preocupa cometer asesinatos ante los ojos del mundo.
Pero esto fue algo más que un asesinato. Cinco de las víctimas recibieron disparos en la espalda o en la nuca. Una de las víctimas recibió cinco disparos a una distanciad de 45 centímetros. Esto no es asesinato, es destrucción. Hay en ello un nivel de violencia que es sádico y vengativo. Esto es, en realidad, a lo que se enfrentan a diario los gazatíes y los palestinos. Y cada vez está más claro para el mundo, es decir, para los pueblos del mundo porque, por mucho que pretendan otra cosa, los gobiernos saben muy bien lo brutal y despiadado que es Israel.
Norman Finkelstein afirmó hace poco que Israel es ahora un Estado demente con trescientas cabezas nucleares. Tiene razón y, como es inimaginable a lo que se nos obliga a vivir, ya es hora de que el mundo afronte esta amenaza masiva que es Israel. Macbeth es otra analogía: Israel tiene tanta sangre en sus manos que ve fantasmas por todas partes y sólo puede avanzar matando. Lo que obsesiona a Israel no son los palestinos individuales, sino es la injusticia que comete con los palestinos.
En un discurso pronunciado la semana pasada Benyamin Netanyahu proclamó que quienes iban a bordo del barco era «violentos partidarios del terrorismo». ¿Qué responde a esta afirmación?
Netanyahu es tan cínico y estas declaraciones son tan descabelladas que resulta difícil responder.
En primer lugar, esta flotilla llevaba sillas de ruedas, piezas de recambio para éstas, papel, suministros médicos, productos básicos. Parece que para Netanyahu ayudar a discapacitados es un acto terrorista. En segundo lugar, nadie a bordo iba armado, pero parecía que en el ataque Israel esperaba que quienes iban a bordo recibieran los disparos sin protestar. En tercer lugar, para Netanyahu cualquiera que apoye a los palestinos de Gaza de cualquier modo es un «partidario del terrorismo». Dado que Israel bloquea cualquier intento de apoyar a los palestinos de Gaza, cualquier persona que insista en apoyarlos es considerada «violenta». Hasta hace unos pocos años ocurría lo mismo a cualquiera que apoyara a Fatah en Cisjordania. En realidad, Israel considera a todos los palestinos terroristas o terroristas potenciales. Eso es lo único que ve. Para Israel hay una crisis existencial a la vuelta de cada esquina, en cada ventana. Lo que se niega a ver y lo que no puede ver es que es una potencia ocupante, no sólo de las tierras árabes de las que se apropió en 1967, sino de las tierras árabes de las que se apropió y que expropió por la fuerza en 1948.
Por otro lado, Israel simplemente no puede hacer frente a su propio origen sangriento. Es un Estado de colonos, fundado con violencia por individuos que vinieron de fuera de un país árabe. Teniendo en cuenta esta realidad, el derecho internacional afirma que los palestinos – y cualquier persona que desee ayudarlos – tiene derecho a utilizar cualquiera y todos los métodos necesarios, incluido el uso de la fuerza armada, para acabar con esta situación colonial y lograr la autodeterminación en Palestina. La ley de autodeterminación es inequívoca en este punto. Aunque ignoremos que la admisión de Israel en el Sistema de las Naciones Unidas era condicional y que Israel no ha cumplido las condiciones que se le impusieron, y aunque pretendamos que su ocupación sólo concierne a las tierras de las que se apropió en 1967, no se puede calificar de terrorismo a la resistencia contra la ocupación. El palestino constituye un movimiento de liberación nacional y esto tiene un significado legal según el derecho internacional. Además, se permite a otros Estados apoyar libremente a este movimiento y a cada componente de él si lo desean.
En realidad nadie está armando a los palestinos, como podemos ver en los cohetes caseros que de vez en cuando son capaces de lanzar dentro de Israel desde Gaza. Pero si los Estados quisiera, podría armar a los palestinos. Y después de ver la horrible destrucción y pérdida de vidas que infligió Israel en su última ofensiva sistemática contra Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009 (el última de una larga serie de ofensivas), ¿quién podría decir que los palestinos de Gaza no tenían derecho a defenderse usando armas?
En resumen, Netanyahu es el violento partidario del terrorismo y un instigador de éste: el terrorismo del Estado de Israel contra los palestinos.
Gaza es la mayor prisión al aire libre del mundo: en esencia, un campo de concentración. ¿Por qué se permite a Israel perpetuar este genocidio contra el pueblo palestino?
Existen varios factores y resulta difícil decir en qué orden aparecen.
Existe el racismo occidental contra los árabes. Existe toda una actitud orientalista que considera a los árabes poco más que beduinos, soldados a camello o nuevos ricos. En una palabra, esclavos o ex-esclavos. A continuación existen el temor al poder judío organizado, en la forma del lobby político y financiero, y de los intereses judíos basados en los medios de comunicación. Están también los intereses estratégicos occidentales en el mundo árabe, sobre todo basados en torno a los recursos en hidrocarburos y que van en contra de los intereses árabes en su desarrollo autónomo. A continuación estaba el tira y afloja que dividió al mundo árabe en la época de Sykes-Picot.
Todos estos factores favorecen la tolerancia occidental respecto la agresión sionista a los palestinos, tanto en los últimos de 60 a 90 años, como todavía hoy. Gaza no es sino la expresión más alta de ello. Y aunque la abrumadora mayoría de los actores estatales conocen esta realidad, la arena internacional está tan llena de cinismo, interés personal y continuas amenazas de poderes imperiales y coloniales que parece que no se puede hacer nada al respecto.
Aquí es donde interviene la gente corriente y aquí es donde la gente ordinaria está cambiando la lógica. Porque Israel ya no es capaz de perpetuar este genocidio contra el pueblo palestino, al menos ya no sin consecuencias. La mayor expresión de este poder popular es quizá el movimiento de boicot, desinversión y sanciones que cada día cobra más impulso. Mientras tanto, almas valientes como las que iban a bordo del Mavi Marmara, al menos nueve de las cuales murieron al hacerlo, continuarán intentando romper el dominio de Israel sobre los palestinos y exponer las mentiras de la propaganda israelí.
En el Tribunal BRussells lo dijimos y estoy seguro de ello: esto no es el final, sino sólo el principio. Mientras que antes los barcos trataban de llegar solos, ahora van en grupos. ¿Qué hará Israel cuando zarpen mil barcos?
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan denunció con estas palabras los actos asesinos de Israel: «Ya no es posible encubrir o ignorar la ilegalidad de Israel». ¿Qué opina usted?
Tiene razón, pero ha costado comprenderlo. Y mientras tanto muchos palestinos han sido asesinados. Los crímenes de Israel son prácticamente incontables. Década tras década asistimos a incidente tras incidente. Pero una cosa es reconocer los crímenes y otra hacer algo para acabar con ellos. Los palestinos necesitan por encima de todo acciones, no palabras. Si quieren palabras, pueden dirigirse a los dirigentes árabes. Las futuras víctimas de Israel – ya sea la semana que viene, mañana o el año que – necesitan actos ahora.
Por lo que se refiere a Turquía, no se trata de que emprenda una guerra contra Israel. Necesitamos a Turquía para que utilice su influencia y cree una coalición, primero para romper el bloqueo a Gaza, si fuera necesario por medio de la amenaza de desplegar una escolta naval multinacional. En segundo lugar, para exigir que los dirigentes israelíes responsables de graves crímenes (es decir, todos los dirigentes israelíes) sean llevados ante la justicia. En tercer lugar, la comunidad internacional debe cortar toda relación económica, todos los contratos y toda la coordinación de defensa, y las relaciones intelectuales y culturales con Israel hasta que se reconozca que el sionismo es racismo, se cumplan el derecho de los palestinos a la autodeterminación y el derecho al retorno de los refugiados palestinos, y se garanticen derechos iguales para toda la Palestina histórica. Hasta que esto ocurra Israel seguirá siendo la mayor amenaza para la paz mundial y la posibilidad de un mundo mejor continuará cayendo y siendo sofocada en el agujero negro de la insistencia de Israel en perpetuar la injusticia contra los palestinos.
Teniendo en cuenta el Informe Goldstone, el asesinato del dirigente de Hamás en un hotel de Dubai y este último incidente (por no mencionar las decenas de otros crímenes israelíes contra la humanidad), ¿cuándo logrará el mundo una masa crítica en relación al reinado del terror de Israel?
Y ha ocurrido. Esperamos a los acontecimientos para ponernos al día. La mayoría de la población del mundo conoce la verdad acerca de Israel y sus dirigentes. Saben que Israel es un Estado demente que insiste en la pureza racial y religiosa, que está en guerra con sus vecinos y que practica la brutalidad mañana, tarde y noche. ¿Quién necesita realmente convencer a quien ya está convencido?
En su opinión, ¿por qué Estados Unidos sigue todavía ciegamente (y posibilita) el ansia de sangre de Israel a la luz de tanta condena mundial?
Israel es un representante de Estados Unidos en el mundo árabe. Su función es dividir a los Estados árabes internamente y entre ellos. El gran objetivo de Washington es bloquear todo desarrollo árabe soberano y dominar la producción y el consumo de energía natural en la región. Cuando Estados Unidos gasta 200.000 dólares al minuto en petróleo, es fácil adivinar lo importante que es impedir que los árabes realicen su potencial geo-económico. También siguiere el vínculo inquebrantable que hay entre la resistencia en Palestina y la resistencia en Iraq – es más, entre las resistencias en cualquier parte a los planes estratégicos estadounidenses para la región.
En última instancia, tiene que ver con el sistema interno de poder en Estados Unidos, que es uno construido sobre el consumo de petróleo. Prácticamente no hay nada en el mercado del consumidor que no contenga un derivado del petróleo. Se trata de algo más que de gasolina. Si este sistema de consumo se colapsara, ¿cómo iba a la elite estadounidense a mantener a raya a 300 millones de personas? El consumo en Estados Unidos es una tecnología de gobierno y su moneda es el petróleo, del que los árabes tienen mucho – el suficiente para mantener el orden estadounidense de las cosas todavía varias décadas más.
¿Por qué apropiarse de este petróleo en vez de comprarlo? Porque Estados Unidos tiene poder militar para hacerlo o para tratar de hacerlo. Y la tecnología y equipamiento militar tienen su propia secuencia de obsolescencia. De ahí las guerras innecesarias en las que también se crean vastos beneficios. Algunas personas consideran que George W. Bush era un ignorante. Todo lo contrario, sabía lo que es Estados Unidos. Y mientras estuvo en el poder, Washington se volvió imposible de distinguir de Tel Aviv, o viceversa.
Obama no está dispuesto a romper con esto, es incapaz o no quiere. Lo siento verdaderamente por quienes creyeron la mentira de que podría. Nunca tendrá intención de hacerlo ni nunca la ha tenido. Por citar a Borowski: «La esperanza es lo que empuja al ser humano a mantener un día más de vida, porque ese día puede ser el día de la liberación». Puede que Obama sea capaz de vender esperanza a Estados Unidos, pero los palestinos no tienen esperanza en Obama. Por lo tanto, seguirán haciendo frente – porque no tienen nada que perder – a la injusticia israelí y nosotros deberíamos hacer lo mismo.