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Palestina, la tensión que no decrece

Fuentes: Gara

El respiro que para la complicada situación palestina podía suponer el reciente anuncio del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, y del primer ministro del Gobierno, Ismail Haniyeh, de retirar sus respectivas milicias de las calles se preveía frágil, dada la actitud, y los intereses de diversos tipos, de ambas fuerzas. Esa fragilidad […]

El respiro que para la complicada situación palestina podía suponer el reciente anuncio del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, y del primer ministro del Gobierno, Ismail Haniyeh, de retirar sus respectivas milicias de las calles se preveía frágil, dada la actitud, y los intereses de diversos tipos, de ambas fuerzas. Esa fragilidad ha quedado confirmada tras el alarde de fuerza efectuado ayer por miles de milicianos de Al Fatah en la celebración del cuadragésimo segundo aniversario de la primera acción que el partido fundado por Yasser Arafat lanzó contra Israel. El diputado de Al Fatah Mohamed Dahlan se refirió a la muerte el pasado jueves del coronel Mohamed Ghayeb y dijo que no quedará sin respuesta, asegurando que responderán por dos veces a cualquier ataque contra Al Fatah.

La tensión entre ambas fuerzas palestinas se suma a la ya existente, acrecentada por la decisión de Mahmud Abbas de declarar «ilegal» la Fuerza Ejecutiva del Ministerio del Interior y el posterior anuncio de Hamas de duplicar dicho contingente policial, así como de responder a cualquier atentado. Cabe recordar que la fuerza policial del Ministerio del Interior fue creada por el Gobierno de Hamas ante la negativa de Al Fatah de transferirle el control de las Fuerzas de Seguridad. Es ésta de Al Fatah una muestra más de que no ha sabido aceptar la victoria electoral de Hamas. Pero a la actitud dudosamente democrática de Al Fatah para con el Gobierno de Hamas hay que añadir la del movimiento islamista, que parece querer dar cumplida venganza de antiguas acciones de Al Fatah cuando ostentaba el poder ejecutivo, a lo que parece responder la muerte de coronel Mohamed Ghayeb.

Las relaciones entre Al fatah y Hamas han atravesado, y previsiblemente atravesarán, momentos difíciles, sin olvidar que en parte ello se debe a la actitud boicoteadora de la llamada comunidad internacional hacia el Gobierno de los islamistas. Las negociaciones en pos de un gobierno palestino de unidad nacional que tan necesario parecía, y parece, y que el Gobierno israelí en todo momento ha intentado torpedear, se antojan lejanas. Resulta sumamente ilustrativa la imagen de los ataques israelíes de la semana pasada sobre poblaciones de Gaza y Cisjordania, con resultado de varios muertos, mientras los milicianos de las dos principales fuerzas palestinas se atacaban mutuamente con resultado igualmente dramático.