I. Algunas notas El economista egipcio neo-marxista Samir Amín, manifestó desde el inicio que el episodio de las rebeliones populares árabes, la carta del islamismo, sería una vez más de gran utilidad a la lógica y dinámica de dominación imperial como instrumento para disolverlas o impedir algún avance revolucionario en el mundo Árabe. Y se […]
I. Algunas notas
El economista egipcio neo-marxista Samir Amín, manifestó desde el inicio que el episodio de las rebeliones populares árabes, la carta del islamismo, sería una vez más de gran utilidad a la lógica y dinámica de dominación imperial como instrumento para disolverlas o impedir algún avance revolucionario en el mundo Árabe. Y se pudiese decir, ya a estas alturas, que la misma ha servido de ensayo óptimo para someter aún más a los pueblos árabes. Con ésto no se trata de negar que en sus inicios las rebeliones árabes hayan sido de carácter popular, pero igualmente no se puede negar el veloz secuestro de ellas por los intereses de dominación occidental, de la mano con las dictaduras monárquicas Árabes. En este caso, servirse de las propias crisis internas políticas y sociales y revertirlas. Pero queda claro que las multitudes árabes entran a ser un nuevo actor.
La dictadura Saudita, una monarquía que terminó de fabricarse en las mismas oficinas de las compañías de petróleo de Rockefeller, dictadura portadora de petróleo – el recurso de la civilización contemporánea – es una pieza neo-colonial occidental. Por décadas se ha encargado de pulverizar el espíritu panarabista de unidad política y cultural de carácter «secular» y laico. Fulminar los movimientos democráticos, feministas, sindicales, progresistas y de izquierda etc., del mundo Árabe. Igualmente implantan un degradante oscurantismo y terrorismo islámico en Afganistán, Pakistán, la India y en algunos países africanos. Por solicitud directa del expresidente estadounidense Ronald Reagan, financiaron la contra nicaragüense. La dictadura Saudita es un garante en la manipulación del precio del petróleo para Estados Unidos cuando ésta emprende guerras. Tras el auge de una corriente marxista en Afganistán y la posterior invasión de la ex Unión Soviética a dicho país, la dictadura Saudita sintió su monarquía en peligro, millones de petrodólares entregaron a los Estados Unidos y demás para expulsar a los soviéticos. Este conflicto, implicó a la ex URSS, como sistema socialista un colosal gasto económico, mientras que para los Estados Unidos como sistema capitalista fue una inversión. La ex Unión Soviética empantanada, se retira toda derrota. Ante la capitulación, de los que la dictadura Saudita llamó los ateos, comunistas, ésta reforzó la línea política de un «ejercito» mercenario internacional secreto islámico.
En 1907 el Primer Ministro inglés Henry Campbell Bannerman, solicitó al Imperio Británico, la creación de una alta comisión conformada por siete países europeos, un complejo equipo de científicos, eruditos en la búsqueda de los mecanismo para la prolongación del destino del colonialismo europeo. Su tare: como burlar ese ciclo colonialista de auge y caída y mas bien hacerlo «perpetuo» o mutarlo. El reporte puntualizaba al mundo Árabe como una amenaza al orden colonial europeo, por lo que sugería la promoción de la desintegración, división y separación en la región. Establecer entidades políticas al servicio de los intereses imperiales, combatir cualquier movimiento de unidad desde lo intelectual, cultural, étnico, histórico, político, religioso, económico, científico etc. Pero para lograrlo debe ser mediante la implantación de un «Estado agente», con población extranjera afecta a Europa y a sus intereses.
10 años después Inglaterra concretiza, El Acuerdo de Balfour, con el movimiento europeo sionista para el establecimiento de lo que se denominó «Un hogar judío en Palestina».
Posteriormente esa Europa sionista hizo uso de las instancias legales para justamente hacer las ilegalidades, secuestran la recién creada ONU, que para 1947 estaba conformada por tan solo 54 países. Infiltraron lo que denominaron «La Resolución 181» que consistía en la partición de Palestina en dos partes (un Estado Judío y uno Árabe), hecho éste completamente ilegal ya que la ONU no posee la potestad de partir, dividir, despojar, enajenar y/o destruir la integridad territorial de pueblo alguno, más bien todo lo contrario, su función es velar por la territorialidad como garante de la soberanía y subsiguientemente la paz de los pueblos. Además la burla es que a los nativos palestinos no se les consultó en lo absoluto… En el rosario de burlas, se le otorgó en esa partición, más territorio a la minoría colonial, un 63%, y menos territorio a la mayoría nativa, un 36%. La otra burla es que cuando el sionismo hace oficial «La Declaración de La Creación del Estado de Israel», hoy bajo el eufemismo de «Independencia de Israel», no lo funda sobre el 63% que le otorgó la Resolución 181 sino que tomó el 78% del territorio palestino. Inmediatamente una concatenada maquinaria de terror y matanzas logra que el 80% de la población huya, un 5% fuera asesinada y el Estado Palestino aún no existe y el objetivo sionista es que no exista. La existencia del pueblo palestino corre el riesgo de desaparecer y además ese colonialismo no se limita a Palestina sino a otros países árabes. No en vano el colonialismo israelí no posee una, Constitución Nacional, para justamente no demarcar sus fronteras y así expandir aún más su territorio. Bien lo precisó David Ben-Gurión: «Nuestras fronteras las definen nuestro ejército», otros sionistas sostienen que las fronteras de Israel la definen la Biblia, es decir del Nilo al Éufrates, la Gran Israel.
II. «Israel es la continuación de la Europa colonial». Keith Whiteman. Historiador inglés.
La implantación europea después de la II Guerra Mundial de esa entidad colonial llamada Israel en la Palestina histórica, ha sido y es un agente desestabilizador en toda la zona del Medio Oriente. Y decir esto puede sonar convencional, demagogo, retórico, fatigante, cómodo, simplista etc., pero negarlo es bien deshonesto, hecho que vemos en cierta intelectualidad de alienante carisma, con su creativa pirueta de acrobática estética, de inventario renovador tal cual markiting, casting y jingle ya aburridos del discurso imperialista…reduciendo la realidad imperialista a un mero discurso ya obsoleto, como sí el mismo no es aún una realidad. Algo así como: hay que cambiar el discurso, la reflexión, el mensaje, aunque la realidad no haya cambiado. Si hay algo obsoleto y anacrónico es la realidad imperialista en la que aún la humanidad se encuentra atrapada. Pero, a su vez, esa misma realidad imperial es una carta de instrumentalización, populismo útil para los dictadores árabes. Las masas árabes se encuentran apresadas en un ciclo de amargo antagonismo y dialéctica…Para el presidente boliviano Evo Morales está claro: «Donde hay imperialismo no hay democracia».
A pesar que desde antes de la I Guerra Mundial, en grandes líneas las luchas políticas, sociales árabes se han desarrollado en un marco secular y laico, sin embargo en el análisis occidental muchos han reducido al mundo Árabe a una mercancía religiosa.
La caída del bloque socialista que fracturó a la izquierda mundial dejando un vacío ideológico, ante ese vacío ideológico el Islam en grandes rasgos se convirtió en una alternativa política en el mundo Árabe. Posteriormente con el advenimiento de las rebeliones populares Árabes en contra de las dictaduras, donde la consigna popular fue: «El pueblo quiere la caída del régimen» y no se escuchó: «Allah uh Akbar…» Pero donde no hubo consignas de, Allah Uh Akbar, de repente y descaradamente, se inyectan cientos de miles de mercenarios para crear un Estado Islámico… Los Estados Unidos, el régimen colonial de Israel, Europa y las dictaduras en especial la saudita, qatarí y emiratí, se ven amenazadas y rápidamente financian para desvanecer esa avalancha popular y lo que es peor la están revirtiendo a sus intereses, hacer de ellas un reacomodo imperial y fracturar aún más la fecunda diversidad ancestral que constituye el universo árabe y demás etnicidades nativas no árabes del mundo Magrebino y Levantino (eurocéntricamente conocido como Medio Oriente).
III. La ancestral diversidad y pluralismo étnico-cultural árabe y no árabe de la zona como bastión de resistencia. Panarabismo
Ningún pueblo, en su cronología histórica ha permanecido bajo la misma lengua, religión, frontera, sistema etc. Los árabes no son pueblos monolíticos.
El mundo Árabe posee más historia que fronteras. Esas fronteras de hoy no son formaciones geológicas ni históricas sino imperiales y desgraciadamente en auge para dividir y así someter. Siria e Irak actualmente sobreviven a ese descuartizamiento imperial.
Toda diversidad es complicada, pero también es fortuna, identidad, patrimonio y belleza.
El mundo Árabe no escapa a ello y bien sabemos que los imperios las transforman en sectarismo, guerra y miseria. Tenemos también cuota de culpa, por ejemplo es lamentable (gracias a Hamas) que la nueva generación palestina, por citar un ejemplo, conozca más la historia del islam que su propia historia antigua palestina, se auto-mutilan ya que reducen su identidad étnica inconscientemente a algo que no es étnico sino religioso, como lo es el islam, se enajenan, se auto-cercenan, renuncian a su propia universalidad plural, hecho que es letal ante un pueblo en la que su colonizador lo expulsa no sólo de la tierra sino de la historia como parte de un sofisticado método de exterminio.
La ancestral herencia religiosa árabe va desde el sensual politeísmo babilónico, las sagradas orgias politeístas cananeas hasta el castrador monoteísmo judío-cristiano-musulmán.
Aunque el mundo Árabe no es una identidad monolítica como se pretende hacer ver, en la que la reducen o confinan al solo islam (cuasi expulsión de la historia)., hay igualmente que señalar que en ese universo civilizacional árabe no sólo se limita a la diversidad árabe sino que también existen pueblos originarios que no son Árabes tales como los Kurdos, los iraníes (con su multietnicidad y multireligiosidad politeísta Zoroastra o Mazdeísmo, hasta el monoteísmo Judío-cristiano-musulmán)., amazighs, saharaui, arameos-siriacos, asirios-caldeos, armenios, samaritanos etc.
Ahora ante las «fugaces» rebeliones populares árabes, el veloz revés mediante la articulación imperial de mano de las Coco-Chanel petro dictaduras monárquicas, vemos la aparición de un teatro: El Estado islámico, y digo teatro, no porque no sea real o no exista, sino porque es una fabricación que obedece a la lógica y necesidad imperial. En este caso Estados Unidos, la dictadura Saudita y el régimen colonial de Israel a la cabeza de ella.
Hay que tener presente que el EI (Estado Islámico) anula el carácter de árabe y, por lo tanto, toda su ancestral diversidad al igual que anula las otras etnicidades nativas no árabes de la zona, y anula cualquier espíritu de búsqueda al secularismo, laicismo, democracia, libertad, socialismo, derechos humanos, anti-imperialismo, anti-sionismo, igualdad de género, derecho a la diversidad sexual, eco-economía etc . Este «califato» es el equivalente a un sionismo islámico. El mismo no tiene apoyo popular árabe, es un ejército de mercenarios, necesario a la lógica de conflicto perpetuo para impedir soberanía, crecimiento, bienestar y justificar intervenciones extranjeras. Consecutivamente vemos los preámbulos imperiales para la fragmentación, dividir, balcanizar los Estados árabes haciendo uso de su diversidad.
Ante la intensión imperial de balcanizar el mundo árabe, una reformulación del pensamiento panarabista es urgente. Un panarabismo con una cosmovisión antropológica de memoria histórica plural, que incluya los pueblos nativos no árabes de la zona. Un panarabismo construido desde los colectivos populares, por lo tanto intrínsecamente democrático. Reconocerse en ese mosaico oriundo e histórico como método de sobrevivencia étnica y como método de resistencia anti-imperialista, anti-sionista, anti-clasista y anti-sexista.
Hoy, parte de la América latina se encuentra en una digna tragedia de liberación y es un referente en plena praxis de vanguardia. Hugo Chávez escarbando desde las catatumbas para sacar a los venezolanos y venezolanas de la miseria entendía que la lucha contra la pobreza era mediante la integración latinoamericana. Que había que romper con la tramposa democracia representativa y parir la democracia participativa, popular. En Bolivia se parte de La Pacha-mama, la madre tierra. Se evoca el nombre de la Abya yala (euro céntricamente llamado América, en honor al italiano Américo Vespucio). Se refunda Bolivia apelando a su historia ancestral diversa: El Estado Plurinacional. El presidente uruguayo, Pepe Mujica (Ex guerrillero Tupamaro) en una cumbre decía: «debemos unirnos para liberarnos, que solos no somos nada, que el guapetón de barrio no sirve….» El presidente boliviano, Evo Morales al ser reelecto manifestó: «con democracia estamos combatiendo el imperialismo». Pero entendiendo todo esto desde la inclusión, el empoderamiento popular.
…Somos insanos, cuando buscamos, cuidar nuestra imagen, activistas, analistas, escritores, filósofos etc., al gritar a occidente que somos amantes de la democracia. Somos acomplejados, hipócritas… No es la OTAN ni Al-Qaida, El Estado Islámico, la bestialidad y anacronismo imperial, el oscurantismo saudita ni la plutocrácia-feudal neo-liberal que ha hecho de la democracia su mejor fetichismo, el que traerá la democracia a Siria y al resto de los pueblos árabes.
Occidente ni siquiera quiso liberar a su propio pueblo europeo del horror Nazi, debido a que los nazis andaban aniquilando a los comunistas y anarquistas. El desembarco a Normandía fue una pantomima, ya que ocurre una vez derrotados los Nazis por los soviéticos.
La oposición armada Siria sostiene que libran una doble batalla, una contra el dictador Bashar y otra contra los islamistas. Yo creo que están librando un doble revés, una es facilitarles el avance a los islamistas y la otra es alejarnos más y más de la democracia. Amén de la balcanización de Siria, Islamic Banana Republic. Bingo imperial.
Resulta irresponsable ignorar la historia y no sólo la escrita sino la vivida, allí en nuestras narices. Palestina, el Líbano, Afganistán, Irak, Libia y ahora Siria y la lista sigue.
Hoy siglo XXI estamos ante un orden internacional hegemónico, por lo tanto un orden internacional déspota y tiránico, de hambruna y guerra, enemigo de la democracia popular, contrario a los derechos humanos, de espaldas a la ecología. Es un mundo multipolar el que podrá revertir esta tiranía neo-liberal.
El pueblo Kurdo en Siria y el Partido Comunista de Siria, perseguidos asesinados, torturados por la dictadura siria, saben bien que sus profundos conflictos internos en la actual coyuntura solo beneficia a los factores imperiales. Cierran filas con el gobierno y no se trata de apoyar a un gobierno ni al Estado sino a la nación, a un pueblo, historia, cultura y a la región. Frenar la tiranía imperial. La madurez política del pueblo kurdo sirio, de orden y estructura socialista y democrática, es de altura, más que una inspiración, es aleccionador y clave. Juntos con las diferencias y dolencias (kurdas) y en diversidad, contra la barbarie de los mercenarios seudo-islamistas. Debemos provocar y es el solo escenario que veo que lleve implícito cambios positivos a los pueblos de la región contra el horror imperial bajo un orden democrático.
La eurocéntrica denominación, Primavera Árabe, que luego pasó a un gélido invierno y hoy a las tinieblas. Yo como buena ilusa, me refugio en la historia y recurro a Saladino, aquel kurdo que no siendo árabe fue el libertador del mundo Árabe. Lo liberó del oscurantismo de las cruzadas europeas y hoy lo está liberándolo en Kobane, Siria, del oscurantismo islámico. Esto tendrá un costo macabro e infernal.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.