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Paradojas navarras

Fuentes: Rebelión

PARADOJAS NAVARRAS Primera.- En los años setenta el Gobierno de UCD negociaba con el PNV y el PSOE un régimen preautonómico vasco que, según exigían los nacionalistas vascos, debía integrar a Navarra. UCD de Navarra, liderada por Jaime Ignacio Del Burgo, se negaba a esa integración y exigía que se sometiera a referéndum de la […]

PARADOJAS NAVARRAS

Primera.- En los años setenta el Gobierno de UCD negociaba con el PNV y el PSOE un régimen preautonómico vasco que, según exigían los nacionalistas vascos, debía integrar a Navarra. UCD de Navarra, liderada por Jaime Ignacio Del Burgo, se negaba a esa integración y exigía que se sometiera a referéndum de la ciudadanía navarra. Se llegó a un pacto que aceptaba dicho referéndum previa decisión del «órgano foral competente» y que acabó plasmándose en la Constitución como Disposición Transitoria Cuarta. Este precepto impide, por ejemplo, que Rodríguez Zapatero pacte con ETA la integración de Navarra en el País Vasco porque en todo caso tal integración debe pasar por la decisión del Parlamento de Navarra y después la de la ciudadanía navarra en referéndum. El Parlamento nunca ha puesto en marcha el procedimiento de integración y por lo que dicen las encuestas no tendría apoyo entre los ciudadanos.

Claro está que si se elimina dicha disposición constitucional, y si en las próximas elecciones al Parlamento de Navarra la suma de rojos y separatistas obtiene mayoría absoluta (una posibilidad que aterroriza a UPN), cabría la reforma o derogación del Amejoramiento del Fuero contando con la mayoría que ya tienen en el Congreso de los Diputados los rojos y separatistas. Quedaría abierto el camino para la desaparición de Navarra como Comunidad Foral y su integración, de un modo u otro, con el País Vasco. El supuesto pacto de Rodríguez Zapatero con ETA tendría posibilidades de llevarse a la práctica a espaldas de los ciudadanos navarros. Lo curioso es que quien pide la supresión de la Disposición Transitoria Cuarta es UPN-PP y quien no es partidario es Rodríguez Zapatero.

Segunda.- En los años setenta Del Burgo lideró con éxito la oposición a la integración de Navarra en Euskadi, «una creación artificial que atenta contra la esencia del Fuero», y en 1977 escribía: «No estamos dispuestos a renunciar a nuestros orígenes vascónicos. Proclamamos no sólo el derecho, sino el deber de desarrollar, con el pleno apoyo de los poderes forales, las manifestaciones navarras de la cultura vasca. Entendemos, además, que deben intensificarse los vínculos de cooperación y solidaridad con la comunidad vascongada, en cuantos aspectos sean de interés común. Esta cooperación y solidaridad ha de ejercerse en el marco de instituciones de encuentro -no de supeditación-, nacidas del diálogo y del acuerdo entre el poder navarro y el poder autonómico de las Vascongadas sobre cuestiones concretas. ¿Por qué no un Consejo Vasco-navarro de cooperación y desarrollo?».

Con la misma idea de presentar una alternativa a la integración de Navarra en la Comunidad Autónoma del País Vasco, en 1981 el PSOE al tiempo que apostaba por una Comunidad Foral diferenciada retoma la idea de Del Burgo y propone impulsar una cooperación entre las dos comunidades «que incluyera la creación de un organismo intercomunitario que podría denominarse Consejo Vasco-Navarro». En marzo de 1987, respondiendo a una propuesta de José Antonio Ardanza en su discurso de investidura como presidente del Gobierno vasco, Del Burgo vuelve sobre su idea presentando una iniciativa en el Parlamento de Navarra a favor de la cooperación entre ambas comunidades dentro del marco de la Constitución y del Amejoramiento que incluía el estudio del establecimiento de un «órgano común permanente», propuesta que fue aprobada con el voto en contra de UPN (Del Burgo entonces militaba en el Grupo Popular). Cuando en junio de 1996 se debatió en el Parlamento de Navarra un acuerdo de cooperación entre la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra que incluía la creación de tal órgano, UPN se opuso argumentando que se trataba, no de una alternativa, sino del primer paso para la integración. Ezker Abertzalea, el grupo parlamentario de HB, se opuso porque no era un paso hacia la unidad territorial sino una consolidación del marco político existente.

Hoy Miguel Sanz afirma que Rodríguez Zapatero, para contentar a ETA, ha pactado la creación de un órgano común permanente. Resultaría interesante saber en qué momento Del Burgo, hoy diputado de UPN, se convirtió en el inspirador intelectual de las exigencias de ETA.

Y tercera.- Estamos muy orgullosos de la autonomía financiera de Navarra, plasmada en el sistema de Convenio Económico. Cuando a otras comunidades les falta dinero tienen que mendigar en Madrid. Nosotros no. El Presidente del Gobierno de Navarra ha afirmado que el futuro de Navarra está amenazado si los trabajadores de Volkswagen no aceptan la oferta de condiciones laborales de la empresa. Ha dicho su Vicepresidente que cada día que no se fabrican coches en Landaben la hacienda foral pierde un millón de euros. Se refería a los días de huelga, pero es de suponer que la veintena de «días Volkswagen» al año en que la empresa decide no fabricar también le salen caros al erario público. Así que las decisiones que afectan a nuestra economía y nuestra hacienda no se toman en Madrid sino en Alemania. Mucho más europeo.