En medio de los tambores de guerra que suenan por estas horas en Gaza rodeada por tanques israelíes; la judaización de Jerusalén, mancillada y poniendo en riesgo los predios sagrados de musulmanes y cristianos; los avances de los ilegales asentamientos y la limpieza étnica palestina bajo el apartheid israelí, el presidente de la potencia ocupante, […]
En medio de los tambores de guerra que suenan por estas horas en Gaza rodeada por tanques israelíes; la judaización de Jerusalén, mancillada y poniendo en riesgo los predios sagrados de musulmanes y cristianos; los avances de los ilegales asentamientos y la limpieza étnica palestina bajo el apartheid israelí, el presidente de la potencia ocupante, Shimon Peres, responsable de crímenes de guerra en las invasiones a Gaza, ‘Plomo Fundido'(2008) y ‘Pilar Defensivo’ (2012), visitó Roma y fue recibido en la mañana del martes (30/4) por el Papa argentino Francisco. El encuentro privado de 30 minutos, tuvo lugar en la Biblioteca personal del Pontífice en el Palacio Apostólico del Vaticano.
Desde las decisiones ilegales que se atribuye el presidente Peres, sin mayores títulos que la de ocupante, invitó al Papa a visitar Jerusalén, expresándole «Lo espero en Jerusalén, no sólo yo sino todo el pueblo israelí». En tanto, los palestinos volvieron a ocupar la banca de ‘convidados de piedra’ de su propia capital, al igual que lo fueron en 1947 en la partición de su patria en la ONU.
Durante el encuentro reservado se abordó la situación política y social en Medio Oriente, donde persisten las realidades conflictivas. El Papa, exhortó «llegar a un acuerdo que debería respetar las legítimas aspiraciones de los dos pueblos y contribuir decididamente a la paz y la estabilidad de la región».
Así mismo, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien tuve la oportunidad de conocer, hoy Papa, le manifestó al presidente israelí su preocupación por el conflicto que asola a Siria, en el que «espera una solución política que privilegie la lógica de la reconciliación y el diálogo». Una dolorosa situación donde Israel tendió sus tentáculos, ahondando la crisis siria y el desangre de su pueblo.
Simultáneamente en el preciso momento de la llegada de Peres al Vaticano, los cristianos palestinos, descendientes de los primeros cristianos, desde Beit Yala, cerca de Belén, lugar de nacimiento del palestino Jesús, le hicieron llegar una carta al Papa, instándolo a oponerse al muro de apartheid israelí. «Lloramos Su Santidad con un sentimiento de desesperación y la urgencia de mantener viva nuestras esperanzas en que la justicia y la paz todavía son posible…La ocupación militar israelí comenzó anexar nuestras tierras palestinas con su famoso muro, así como en otras regiones de Jerusalén y lugares santos…Respetuosamente pedimos que haga uso de esta reunión para transmitir un mensaje claro…Necesitamos acciones concretas para poner fin a la impunidad de Israel y poder vivir con dignidad en nuestro Estado independiente».
A la hora de los presentes protocolares el Papa le entregó las tres ‘Medallas Papales del Vaticano’ y en contraparte, Peres, volvió atribuirse con derechos no correspondidos, en este caso de los cristianos, entregándole la ‘Biblia de Jerusalén’ encuadernada en cuero, profanando el sagrado Libro al grabar en su tapa el escudo israelí y debajo su impresa dedicatoria al Papa.
Luego, los franciscanos en la Basílica de San Francisco de Asís lo envistieron con la ‘Medalla de Honor por la Paz’. La buena predisposición del Vaticano es diametralmente opuesta a los precarios sentimientos de paz de Szymon Persky, el nombre real de Peres, uno de los europeos polaco-judío que llegó a Palestina para desplazar violentamente a su pueblo y fundar sobre sus restos a Israel en 1948. Promoviendo en 1952 el programa nuclear israelí asistido por Francia.
Con una espinosa personalidad, Peres, supo seducir con su frágil figura octogenaria un compromiso de paz. Incluso, logró el premio ‘Nobel de Paz’. Sin embargo, debió ser un ejemplo cuando la seducción se desbarató al sacudir la conciencia de los m iembros del Comité Nobel noruego, quienes molestos con Peres por aceptar como canciller de Ariel Sharon, el cerco militar al premio Nobel de Paz, Yasser Arafat, se lamentaron haberle concedido el premio. Hanna Kristine Kvanmo, miembro activa del Comité, comentó: «Desearía que fuese posible que pudiéramos retirar el premio…Lo que está ocurriendo hoy en Palestina es grotesco e increíble. Peres, es responsable, en tanto que es miembro del gobierno ha expresado su acuerdo con el primer ministro Ariel Sharon. De no estar de acuerdo con Sharon debía retirarse del gobierno». (Agencias Oslo, Noruega, 10/4/2002). Por disposición legal el Comité no puede retirar un premio otorgado.
En política internacional nadie peca por omisión. Seguir recibiendo a hombres israelíes comprometidos con la ocupación y crímenes de lesa humanidad, galardonándolos con títulos honorarios, es legitimar la política de opresión contra el pueblo palestino, negado de su Estado, de su dignidad, de sus derechos humanos y su libertad desde hace 65 años.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina. Fue el premier Representante de la OLP en la Argentina. Analista internacional sobre la situación de Palestina.
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