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Piantao

Fuentes: Rebelión

Nadie sabe en qué momento Astor Pantaleón Piazzolla tuvo la visión del ángel. No se sabe cuándo o dónde un espíritu enigmático y magnífico se le apareció disfrazado de música. Dicen algunos que es el espíritu de Buenos Aires, su Alma Grande. La cosa es que muchos lo creyeron loco a pesar de que cada […]

Nadie sabe en qué momento Astor Pantaleón Piazzolla tuvo la visión del ángel. No se sabe cuándo o dónde un espíritu enigmático y magnífico se le apareció disfrazado de música. Dicen algunos que es el espíritu de Buenos Aires, su Alma Grande. 

La cosa es que muchos lo creyeron loco a pesar de que cada día son más los que afirman haber visto, aquí o allá, por las madrugadas o al atardecer, detrás de un árbol o un semáforo, cientos de ángeles, ebrios de poesía, vagar, unas veces invisibles y otras disfrazados de paloma, entre las calles de Buenos Aires.

La gente sabe que las palomas de Buenos Aires son mensajeras, que llevan y traen tesoros llenos de canciones, sueños y esperanzas. Le gente en las plazas sabe que las palomas vuelan todo el día para sudar poesía de aire entre cosquilleos de picos. Poesía de plumas en aire mayor como el aliento cósmico con que se hinchan los velámenes de la libertad.

Dicen, por eso, que el universo tiene alma de bandoneón.

Piazzolla sabía todo eso que se le filtró en el cuerpo como la humedad más terca de Buenos Aires. Piazzolla tenia los dedos enraizados en los aires australes, plateados con tormenta de río, de puerto, de barcos, de locura. Piazzolla vive prendido a los aires de las palomas... a los Buenos Aires... lo sabemos porque los ángeles guardan en sus alas, el mismo aire del bandoneón, los Buenos Aires que las palomas homenajean en las plazas. Piazzolla ángel alma de paloma. La luna dijo anoche que las palomas vuelan con Piazzolla como quien vuela sobre los sueños mayores. Todos los días.

Señoras y señores los locos tienen por amuleto a las palomas. Cualquiera lo sabe. Pero hay locos y locos. Unos se beben la vida a sorbos pequeños y otros se atragantan. Unos tiran tarazcadas al aire, otros van de apoco con mordiscos mustios. Unos se sumergen en la vida lento, suave, casi a tientas, otros se tiran desde el trampolín más alto de las emociones y hacen concursos para ver quién salpica más. Cada loco con su tema. Los locos andan por todas partes atados a un globo invisible donde guardan su brújula respectiva. No les importan los puntos cardinales ni los campos magnéticos, les importa el movimiento de las estrellas, la luz de los cometas y el resplandor del horizonte. Todo loco trae guardada en su brújula y su globo un horizonte. En los trenes, en las calles, en los edificios se les ve atareados en lustrar brújula, globo y horizonte por que lo más importante es que brillen, en lo invisible, que brillen mucho. Los locos dan cualquier cosa por un resplandor oportuno, un destello firme y convincente, un fulgor definitivo y categórico, aunque dure poco. O quizá mejor porque dura poco saben que es preciso hallar destellos nuevos. El cielo está lleno de locos con destellos frenéticos y redentores. Uno puede mirarlos por la noche, haga calor o frío, viento o marea. Ahí están todos esos locos que se multiplican y se meten a los sueños, que van y vienen en las calles las oficinas y los trenes. Locos enamorados del airee donde brillan mejor sus destellos. Por eso los locos son amantes de la luz, de noche y de día... como palomas. La suerte mejora siempre gracias a los fulgores que los locos consiguen. Locos como palomas, como amuleto de ángeles.

Rocinante es la paloma ecuestre de un loco que ama los brillos de su armadura. Rocinante es una paloma ecuestre que se disfraza de bicicleta para despertar al niño que llevamos acurrucado en la memoria. Rocinante paloma y bicicleta ecuestre, instrumento de viento que toca Piazzolla con las manos entre fuelles de pasión y locura fresca. ¿Qué más podemos pedir?

Anda por las plazas entre la algarabía que es canción secreta para salvar las esperanzas, las verdades más profundas y las ganas de vivir felices. Anda este rocinante, paloma y bicicleta de un lado a otro, vuelta y vuelta sobre el carrusel de le existencia haciendo aire invisible, cada vez que pasa, para que los locos inflen globos transparentes y destellos renovados. Anda a la vuelta y vuelta, este rocinante bicicleta y paloma sin repetir un giro, anda como hipnotizado con la fascinación de la luz, la voz y los colores que tanto loco cabalgante tira al aire mientras llena la atmósfera de esperanza. ¿Qué le vamos a hacer ¿Esta es su misión verdadera, su tarea suprema,, su ser y sus esencia. Caballo con pedales y alas, caballo con ruedas y sin rodeos, caballo de acero y pies de hule, empeñado en llevarnos de aquí para allá por los caminos de su locura resucitadora. Loco de atar sin ataduras. Caballo de manubrios caprichosos y corazón de lentejuelas. Rocinante paloma ecuestre y bicicleta, santiamén del aire, llévanos a pasear por tus galaxias una de estas noches, mañanas o tardes, en que el sol y la luna se besan, frente a todos, como si fueran novios.


Noticias de último momento.

En la madrugada de hoy fueron identificadas las pisadas de un ángel sobre una partitura musical.

Las huellas, como era de esperarse, tienen forma de notas musicales.

Los peritos piensan que se trata de un mensaje cifrado que no ha sido interpretado íntegramente.

Algunos testigos afirman haber escuchado aleteos de paloma acompañados por campanadas luminosas.

Nadie pudo ver otra cosa que un resplandor de inexplicable y una sobra de luz muy parecida a la libertad, según dijeron.

Lo que más desconcierta a los peritos es que, al llegar al lugar de los hechos, las personas que se encontraban despiertas bailaban alegremente y nadie perecía ser ajeno a la presencia de un secreto compartido por todos.

Las partituras con las huellas del ángel fueron allanadas por una comisión oficial que ordenó seguir cada paso del ángel hasta identificar el lugar exacto a donde se dirige. Los primeros en iniciar la pesquisa volvieron a sus puestos de control con una sonrisa enigmática dibujada en el corazón. Se cree que son los efectos propios de una experiencia de libertad que hace falta repetir más menudo, según declaró otro testigo.

El parte oficial indica que, horas después de lo acontecido, aparecieron nuevos informes sobre la existencia de más partituras con huellas evidentes de la presencia de los ángeles, en todos los casos tales huellas presentaron forma de notas musicales... como era de esperarse. Las autoridades no saben hasta dónde llegará este fenómeno y se declararon impotentes para controlarlo.

Un testigo dijo exaltado "es lo mejor que podía pasarnos".