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Podemos: ¿Marketing o Nueva política?

Fuentes: Rebelión

Mad Men es una serie de televisión norteamericana ambientada en el Manhattan de los años 60. En los años dorados del capitalismo. En ella un brillante y atractivo publicista realiza propuestas ingeniosas para lograr que las empresas/clientes aumenten sus beneficios. El capítulo piloto se inspira en la campaña que llevó a cabo para la tabacalera […]


Mad Men es una serie de televisión norteamericana ambientada en el Manhattan de los años 60. En los años dorados del capitalismo. En ella un brillante y atractivo publicista realiza propuestas ingeniosas para lograr que las empresas/clientes aumenten sus beneficios. El capítulo piloto se inspira en la campaña que llevó a cabo para la tabacalera Lucky Strike cuando se empezaron a hacer públicos los efectos perniciosos del tabaco. Cuando la industria entera estaba teniendo pérdidas respecto a años anteriores por la demostrada relación entre fumar y el cáncer, el protagonista empieza a pensar como su cliente puede mantener su margen de beneficios. En un ataque de inspiración, Drapper, ese es el nombre del protagonista, plantea anunciar Lucky Strike como tabaco tostado. Cuando los oyentes de la propuesta escuchan su planteamiento le responden entre la sorpresa y el estupor: «Drapper, pero, todos los tabacos son tostados». Y el habilidoso vendedor replica: «No, el resto de tabacos da cáncer, Lucky Strike es tabaco tostado». Aun se puede encontrar en las cajetillas de Lucky la afirmación: «its Toasted».

En cierta medida algo parecido está sucediendo con Podemos. La presentación pública del proyecto como algo ajeno a los viejos ejes de posicionamiento ideológico; la izquierda y la derecha, y la constante designación de las fuerzas políticas rivales como «vieja política», sumada a varios arreglos cosméticos como el uso de aplicaciones de participación ciudadana, muchas veces ajenas al proceso real de toma de decisiones, refuerzan la presentación de un proyecto nuevo, diferente a los demás. Como sucedía con la campaña de Drapper, mientras el resto de fuerzas políticas son corruptas, Podemos es «nueva política».

La feroz e ilegítima campaña hacia Juan Carlos Monedero representa una oportunidad única para demostrar que Podemos no es mero Marketing online, sino que realmente está diseñando y está dispuesto a implementar estrategias para combatir el cáncer. Para ello bastaría con atenerse a varias medidas contempladas en el documento político que presentó la candidatura del equipo «Claro que Podemos». Más concretamente nos referimos a los procesos revocatorios ciudadanos. Es decir, el partido no es diferente al resto («nueva política») porque su secretaria general sea gente nueva, más honrada que la del resto de partidos. Tampoco porque sus miembros crean más en la causa y cuando se hallen en «el punto de mira» estén dispuestos a dimitir para evitar poner en peligro los objetivos de transformación política y social. Podemos no es «nueva política» porque la ciudadanía media, a diferencia de la clase política, sea más honrada y no esté involucrada en pequeñas tramas de corrupción. No, Podemos será «nueva política» si es capaz de poner en práctica los mecanismos ya ideados. Será «nueva política» y esta vez sí, diferente al resto de partidos, si los inscritos pueden abrir un proceso revocatorio cada vez que sospeche: a) de la legalidad de sus miembros; b) de la ética de sus miembros; c) de las capacidades de sus miembros o, como bajo mi punto de vista sucede con el «caso Monedero» de d) la utilidad de sus miembros (en este caso como «cara pública» del proyecto). Es decir, Podemos será nueva política cuando las bases estén capacitadas para corregir el rumbo del partido. Cuando deje de depender de decisiones individuales y de la honorabilidad, ética o apego a la causa de sus representantes. Estamos ante una oportunidad única para demostrar que el resto de partidos da cáncer, mientras que Podemos es «nueva política». De momento, Podemos solo es tostado.

Pablo Fernández Cordón es psicólogo

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.