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Podemos recuperar la universidad

Fuentes: Rebelión

La universidad no es diferente al resto de la sociedad. Nace de la ilusión por el progreso, por la mejora de las condiciones de vida, por el descubrimiento de las mejores maneras de convivencia… Cada día, miles de personas en la universidad pública española trabajan en busca de la mejora de la sociedad, desdiciendo la […]

La universidad no es diferente al resto de la sociedad.

Nace de la ilusión por el progreso, por la mejora de las condiciones de vida, por el descubrimiento de las mejores maneras de convivencia… Cada día, miles de personas en la universidad pública española trabajan en busca de la mejora de la sociedad, desdiciendo la campaña de desprestigio contra la universidad pública que levantan nuestros propios representantes ante el mundo. Esta campaña está destinada a confundir a la población española. Se pretende así frenar la resistencia para un plan de ciertas entidades bancarias por hacerse con los futuros créditos a que obligará la subida de tasas, para propiciar que las grandes empresas intervengan en la contratación de profesores, que las investigaciones pagadas con fondos públicos sean explotadas por empresas privadas, que los políticos pongan a dedo todos los órganos de gobernanza de la universidad, convirtiéndola en un instrumento político de propaganda y de colocación de sus enchufados.

Nadie en su sano juicio aceptaría esta destrucción de una cada vez más ilusionante universidad pública, a menos que no tuviera escrúpulos y quisiera enriquecerse con ello. A menos que te convenzan de que la universidad pública española no merece mantenerse.

Es cierto que hace falta una reforma, que la universidad sufre sus corrupciones, sus endogamias, la marginación de personas válidas, la excesiva burocracia…

La reforma de la universidad es urgente, aunque cierta ignorancia y ciertos intereses desvíen la atención hacia causas laterales.

La reforma debe mantener todo lo bueno: la autonomía, el incremento progresivo de la buena calidad, la ilusión por el progreso humanístico y científico.

Este es el punto de partida del Círculo Podemos Complutense. Podemos no es solo una iniciativa para llegar a Europa. Es un movimiento horizontal de empoderamiento de las instituciones públicas. En este sentido, el Círculo Podemos Complutense trata de devolver a nuestros órganos democráticos el espíritu de consenso, de decisión colectiva que se encontraba en sus orígenes. Pretende que la reforma de la universidad redunde en beneficios para todos los ciudadanos, no en el politiqueo, la prebenda y la corrupción que hay detrás de la campaña de desprestigio que sufrimos.

Si queremos que la universidad se funda aún más con la sociedad debe integrarse con esta.

El objetivo del Círculo Podemos Complutense no difiere, por tanto, del objetivo global de Podemos, sino que forma parte de él.

Pues, en definitiva, ¿cómo habría de funcionar la universidad, sino mediante una interacción entre sus profesionales y el resto de los ciudadanos?

La universidad ha de colaborar con la sociedad de la que forma parte. Al fin y al cabo, la oferta de grandes profesionales universitarios, aquellos más movidos por la vocación que por la ambición, ha de devolver a la sociedad lo que la sociedad ha invertido en ellos.

Por consiguiente, el Círculo Podemos Complutense no solo mira la reforma de la UCM, sino la aportación de profesionales y materiales a todos los Círculos Podemos. Por eso se ha creado un equipo de traductores que facilitará la comunicación en otras lenguas, incluidas las peninsulares. Por eso, como no todo ciudadano tiene por qué ser un experto de la escritura, aporta también un equipo de redactores y correctores de textos que ayudarán a pulir manifiestos, folletos, informes, discursos y todo tipo de material que precise de un estilo cuidado.

Desde el mismo espíritu aporta también un equipo de feminismo, otro de debate político español, otro de relaciones internacionales y otro de instituciones europeas para discutir enfoques sociales, culturales y políticos llamados a mejorar nuestra convivencia y como apoyo intelectual de aquellos que habrán de representarnos en las instituciones.

Todo ello está gestionado mediante un equipo de extensión, entre facultades y hacia otras instituciones (universitarias o no) y un equipo de coordinación.

Por último, el equipo de análisis de textos trabaja la ingente cantidad de documentos referentes a la universidad pública española con el fin de detectar dónde se puede mejorar una de nuestras mejores y más antiguas instituciones.

Instituciones de las que hay que empoderarse para que sean gobernadas por bien formados gestores, políticos y humanistas, pero no por máquinas pusilánimes al mero servicio de la falsa política, del politiqueo, y de los intereses de unos pocos. Debe estar al servicio de los ciudadanos y no ser regalada a la avaricia y a sistemas clasistas. Debe estar en la vanguardia del debate intelectual en todas sus formas y, para ello, debe no solo convencer al exterior, sino inspirar en la propia comunidad universitaria la ilusión que siempre hemos querido que despertara la universidad: la del conocimiento y el progreso más allá de intereses económicos o personales.

Podemos plantea un modelo de funcionamiento horizontal en el que todas las opiniones son escuchadas. Todo los Círculos Podemos deberían trabajar de este modo, en sintonía, con un debate continuo, desde la máxima horizontalidad. Según este modelo, nos legitimaremos para empoderarnos de las instituciones y conseguiremos que las instituciones dejen de apoderarse de nosotros.

No existen otras maneras.

Los viejos partidos han fracasado.

Los politiqueos han fracasado. Es la hora de la polis, del ágora, de la política, en el sentido más digno de la palabra.

Hay que buscar otra salida y hay que buscarla con urgencia.

En lo que le toca a la universidad pública española, debe acelerar inmediatamente su esfuerzos por convertirse en un modelo de honestidad, transparencia y eficacia, pero sobre todo de servicio a los ciudadanos.

En lo que le corresponde a los Círculos, deben encontrar las sinergias, sintonizar sus objetivos y funcionamientos, aportar sus virtudes y escuchar las críticas para irnos formando entre todos en un verdadero modelo de decisión democrática que no se limite a votar lo que otras personas han decidido por nosotros sin permitirnos opinar ni colaborar.

Por todo ello, debemos dejar de preguntarnos qué aporta Podemos, dejar de lamentarnos en casa o en el bar y reconocernos que, para que esto mejore, debemos presentar nuestras propuestas, nuestras críticas, nuestras opiniones.

Porque queremos cambiar todo esto de una puñetera vez. Y, si queremos, podemos.

 

¿Sabías que hay varias universidades públicas españolas entre las cincuenta mejores universidades jóvenes del mundo, con menos de cincuenta años de antigüedad? ¿Que la Universidad Autónoma de Barcelona esta entre en las diez mejores universidades jóvenes del mundo? ¿Que en este ranking España es el segundo mejor Estado del mundo tras Australia?

¿Sabías que existe un proyecto para mercantilizar la universidad al servicio de intereses privados y eliminar, para ello, la autonomía universitaria dejándola en manos del partido político que ostente el poder en cada momento? ¿Sabía que forma parte de una tendencia mundial que amenaza con debilitar e incluso en algunos casos terminar con los principales valores de la universidad como bien común?

¿Sabías que los rankings con que se desprestigia la universidad pública española son atacados constantemente por su falta de criterios fiables, por su imposibilidad para mostrar realmente el valor de cada universidad y porque adolecen de falta de rigor científico? ¿Sabías que importantes universidades como Cambridge, Oxford, Zurich o Barcelona han criticado con dureza los rankings propuestos por la Unión Europea? ¿Sabías que, si esos rankings se hicieran según la proporción entre los presupuestos y los resultados, las universidades públicas españolas podrían aparecer entre las mejores universidades del mundo? ¿Sabías que la complejidad de lectura de esos rankings descalifica cualquier juicio cerrados sobre las universidades? ¿Sabías que no evalúan correctamente la calidad de la docencia y que por este motivo han sido criticados por los propios rectores? ¿Sabías que, según algunas investigadoras especialistas, «en la actualidad, en una gran mayoría los rankings son informes elaborados por entidades comerciales como periódicos y semanarios -en gran parte-, gabinetes de estudios o de consultoría para sociedades o empresas privadas, organizaciones no gubernamentales, así como también agencias gubernamentales, -en una minoría-«? ¿Sabías que según estas mismas investigadoras «muchos expertos consideran que las clasificaciones de ámbito internacional son un «sinsentido«, dadas las grandes diferencias que existen entre las características esenciales de los sistemas universitarios y los contextos sociales y culturales de cada uno de ellos»?

¿Sabías que un máster en la UCM cuesta 3900 euros al año y que el mismo máster en prestigiosas universidades francesas o alemanas es gratuito o sus tasas no llegan a los 300 euros anuales? ¿Sabías que con la situación, costes y recursos actuales solo las familias más ricas podrán acceder a la universidad? ¿Sabías que ha descendido gravemente el número de becas?

¿Sabías que ya intervienen en los presupuestos y en la gobernanza de las universidades públicas grandes empresas como Telefónica o El Corte Inglés con la excusa de la «salida a la sociedad»? ¿Sabías que el modelo de universidad privada en España es un fracaso, especialmente en cuanto sus marginales investigaciones?

¿Sabías que desde hace muchos años los profesores precisan, para ser contratados, aportar una ingente cantidad de artículos científicos en revistas de prestigio, participar en congresos internacionales, realizar estancias de investigación en el extranjero, pasar controles de calidad de su docencia, dirigir trabajos de investigación, participar en proyectos de investigación validados por agencias de calidad…? ¿Sabías que esto obliga a los profesores a trabajar prácticamente todo el año, fiestas, fines de semana y vacaciones incluidos?

¿Sabías que casi el cuarenta por ciento de los profesores de universidad cobra menos de mil euros al mes?

¿Sabías que cuantas más universidades hay más florece la economía, que por cada euro que se invierte en universidad revierte en ganancias de al menos el 70%, sino del 100%, ganancias que no pueden soñar ni las empresas más competitivas?

¿Sabías que sufre la precariedad laboral y se encuentra en peligro de despido la generación de profesores e investigadores que más criterios de calidad ha pasado en la historia de la universidad española? ¿Sabías que la mayoría de estos brillantes profesionales tienen entre treinta y cuarenta y cinco años y que ya están instalándose en el extranjero por el desprecio y la precariedad que sufren en España?

Fernando Ángel Moreno es profesor de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Círculo Podemos Complutense. Es también uno de los coordinadores del movimiento La Uni en la Calle.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.