Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
«No hace falta que nos impliquemos en acciones heroicas ni grandiosas para poder participar en los procesos de cambio o resistencia. Los actos pequeños, cuando interviene mucha gente multiplicándolos, pueden transformar el mundo».
«Recordar los momentos y lugares -y hay tantos- en los que la gente se ha comportado de forma magnífica nos dará mucha energía para actuar y la posibilidad, al menos, de enviar esta peonza de mundo en una dirección distinta. Y si de algún modo y manera nos movilizamos, aunque sea en una actuación muy pequeña, no será necesario esperar a alguna futura gran utopía. El futuro es una infinita sucesión de presentes, y vivir ahora como pensamos que los seres humanos deben vivir, desafiando todos los hechos equivocados que nos rodean, es en sí mismo una maravillosa victoria».
Profesor Howard Zinn (1922-2010)
Cientos de personas de todo el mundo han firmado ya una Petición Online: http://petitiononline.com/
Firmamos esta Petición porque creemos que además de la estatalidad, y de la exigencia de que se ponga fin al criminal asedio contra Gaza, se debe conceder de inmediato a los palestinos que se encuentran en el Líbano el derecho a trabajar y el derecho a poder comprar una casa, tras 62 años de indignidad y degradación, porque es un imperativo ineludible de moralidad y justicia esenciales.
Firmamos esta Petición porque, como el periodista británico Robert Fisk escribió en el Independent del Reino Unido el 16 de enero de 2010, después de una visita al campo: «Los campos de refugiados de Sabra y Shatila son repulsivos, obscenos, vergonzosos, mugrientos, hediondas pocilgas y un lugar de miseria tal que el estómago se revela ante el hecho de que seres humanos puedan estar viviendo ahí». La razón de que los doce campos de refugiados palestinos del Líbano sean los peores de los 58 campos que existen en el Oriente Medio se debe fundamentalmente a la circunstancia de que, a diferencia de la Palestina ocupada, de Jordania y Siria, los palestinos en el Líbano no poseen ni los más elementales derechos civiles.
Firmamos esta Petición porque muchos de nosotros somos de países que continúan ayudando y amparando esa degradación, por lo cual, al igual que cada uno de nuestros conciudadanos, tenemos una responsabilidad personal y un sentimiento de vergüenza, mientras contemplamos los principios fundacionales de nuestras naciones que mancillamos con nuestro silencio e inacción.
Firmamos esta Petición porque los refugiados palestinos del Líbano son hoy, al igual que durante 62 años, sistemáticamente privados de los derechos básicos que garantizan la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y porque los refugiados palestinos son la única población refugiada del mundo excluida de la protección internacional concedida por el Convenio y el Estatuto para los Refugiados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. A finales de 2008, al menos 7,1 millones de palestinos, que representan al 67% de toda la población palestina (10,6 millones) diseminada por el mundo, eran personas desplazadas. Entre ellos, hay 6,6 millones de refugiados y 427.000 personas internamente desplazadas (IDPs, por sus siglas en inglés). Esto convierte a los refugiados palestinos y a las personas internamente desplazadas en el problema más grave y más antiguo de personas desplazadas actualmente en el mundo.
Firmamos esta Petición porque el gobierno libanés, en particular, y la comunidad internacional, en general, tienen la obligación de respetar y asegurar todo el conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de los palestinos que viven en el Líbano, sin discriminación. Estos derechos incluyen el derecho a trabajar, a la educación, al nivel más alto posible de atención sanitaria, a una vivienda adecuada y a un nivel de vida suficiente y digno.
Firmamos esta Petición porque queremos hermanarnos con todos los refugiados palestinos en el Líbano y presentamos nuestras más sinceras condolencias a las familias de todos los libaneses que murieron durante las graves agresiones lanzadas contra ellos. Cada firma de apoyo a la Petición nos vincula con nuestros querida amiga, Badriah Haij, del campo de refugiados de Shatila, enferma en estos momentos y preparándose para morir y reunirse con los Profetas. Hace sesenta y dos años que ella llegó a Maron Al-Ras, en el Líbano, después de caminar durante dos días desde su pueblo, Al-Amoka, situado cerca de Safad, Palestina. El ferviente deseo de Badriah antes de su muerte, el de su hermana Zeinab y el de sus hermanos, es que alguien pudiera llevar un puñado de tierra desde la granja que pertenecía a su familia en Palestina para que sus niños la espolvoreen sobre su féretro en el Líbano hasta que llegue el momento, como Badriah cree, en que sus restos puedan volver a Palestina y así descansar en paz. Cada firma nos une con el sabio Ali Hamise, un muchacho de once años que se tropezó recientemente con una delegación de europeos y estadounidenses que se encontraban de visita y con la que entabló conversación cerca del montón de basura que hay en la Calle Sabra. Ali asombró a los visitantes con sus conocimientos de Palestina mientras recitaba gran parte de su historia y los nombres de casi 150 pueblos destruidos en la ocupada Palestina que él insistía era necesario reconstruir «para que la gente pueda volver a casa». «¿Cómo puede un niño conocer todo eso?», se preguntó un reticente caballero alemán.
Y cada firma nos une en solidaridad con los más de siete millones de palestinos en la Diáspora, muchos de ellos obligados a dispersarse y sobrevivir y para quienes el Derecho al Retorno está imborrablemente gravado en el derecho internacional.
Firmamos esta Petición porque el derecho internacional exige que se concedan a los refugiados palestinos en el Líbano los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales sin discriminación alguna. Líbano, como todos los Países, debe asegurar que se eliminan todas las discriminaciones existentes contra los refugiados palestinos que ha acogido. La discreción concedida a los países para que aseguren en la medida que puedan los derechos económicos a los refugiados no justifica restringir el acceso al derecho al trabajo sobre la base de preservar el derecho al retorno, como algunos libaneses han sostenido. El Líbano está obligado a no interpretar la distinción entre nacionales y no nacionales para eludir las obligaciones que le señala el derecho internacional de los derechos humanos.
Por ejemplo, el Decreto Presidencial libanés 11614 de 1969, modificado por el Decreto 296 de 2001, prohíbe que las personas que «no ostenten una ciudadanía emitida por un estado reconocido» tengan derecho en el Líbano a un título legal a la vivienda y a la tierra. Esta draconiana legislación atenta específicamente contra los refugiados palestinos del Líbano aunque no se les mencione específicamente en el Decreto. Significa que los refugiados palestinos, porque virtualmente todas las personas sin estado en el Líbano son refugiados palestinos y la mayoría de los refugiados palestinos son apátridas: «Ninguna persona que no ostente una ciudadanía emitida por un estado reconocido tiene derecho real a adquirir una vivienda, tierra o propiedad de ninguna clase si esa adquisición se contradice con las disposiciones de la constitución en relación con la prohibición de Asentamiento (tautin)«. Artículo 1 del enmendado Decreto 296.
Firmamos esta Petición porque la prohibición legal a los refugiados palestinos en el Líbano para que puedan registrar un título legal a la vivienda y a la tierra reduce su oportunidad de disfrutar la seguridad de tenencia fuera de los campos, dejando a la mayoría de ellos sin más opciones que la de permanecer en los campos y agrupaciones. La ley libanesa impide también que los refugiados palestinos hereden una casa o una tierra, y que puedan registrar bienes inmuebles, incluso aunque hayan estado pagándolos durante años.
Firmamos esta Petición porque creemos que el Parlamento del Líbano tomará en consideración un sincero y amplio llamamiento internacional urgente para que cumpla con el especial papel que tiene el Líbano en la región y demuestre el humanitarismo profundamente enraizado de su prodigioso pueblo. Y porque las valientes autoridades libanesas que trabajan por la promulgación de una legislación que garantice los derechos civiles a los refugiados palestinos nos exige hacerlo así, para que puedan mostrar el apoyo y la expectativa internacional que existe, con los que pueden contar para corregir esta grave injusticia que ha disminuido también el prestigio del Líbano entre la comunidad de naciones. En su honor, el nuevo Parlamento del Líbano parece estar considerando seriamente ya la promulgación de derechos civiles básicos para sus refugiados palestinos, incluido el derecho al trabajo, el derecho a tener la propiedad de una casa, a tener un documento de identidad reconocido y a poder moverse libremente por el Líbano y fuera de los campos sin temor de ser hostigado o arrestado arbitrariamente.
Firmamos esta Petición para dar a los refugiados palestinos del Líbano un sentimiento de esperanza y poder que muchos están a punto de perder, para convencerles de que, en última instancia, el poder reside en la misma gente y, como ha ocurrido frecuentemente en la historia, que pueden y deben utilizarlo, al igual que hicieron los negros, las mujeres y el movimiento contra la guerra en la historia estadounidense.
Parafraseando a uno de mis profesores de la Universidad de Boston, el difunto Howard Zinn, quien más tarde fue también el orador inaugural del Seminario-Foro de la Escuela de Derecho de la Universidad de Boston, que ayudó a establecer durante la guerra de Vietnam (llevando a oradores invitados para hablar de cuestiones sociales y enriquecer el curriculum de nuestra escuela de derecho, con temas como el Régimen Tributario Corporativo, Normas Federales de Procedimiento Civil, Planificación Estatal, etc.), por muy graves que sean las condiciones y aunque muchos aleguen con toda sinceridad que quienes están en el poder no permitirán que se concedan ni los derechos civiles más básicos a los palestinos, hay que jugar todas las cartas, incluidas las de la multitud de seguidores por todo el mundo.
Los obstáculos pueden parecer invencibles y también nuestros oponentes en su determinación para aferrarse al statu quo. Pero ese aparente poder se ha mostrado vulnerable una y otra vez en la historia ante cualidades humanas menos mensurables que el arraigo del poder político, como son el fervor moral, la determinación, la unidad, la organización, el sacrificio, la inteligencia, el ingenio, el coraje y la perseverancia. Ningún análisis racional sobre el desequilibrio del poder puede disuadir de luchar a la gente que está convencida de que la causa de los derechos civiles para los refugiados palestinos en el Líbano es justa.
¡Por favor, únete a nosotros!
¡Firma con nosotros!
¡Difúndelo con nosotros!
¡Publícalo junto a nosotros!
¡Haz historia con nosotros!
¡Hagamos esto juntos!
Por favor, apoya la promulgación de derechos civiles básicos para nuestros hermanos y hermanas palestinos en el Líbano en el absoluto convencimiento de que cuando triunfemos, y seguro que triunfaremos, habrás contribuido personalmente a mejorar el mundo.
Página en Internet de la Campaña por los Derechos Civiles Palestinos en el Líbano:
www.
Para establecer contacto: palestinecivilrightscampaign@
¡POR FAVOR, FIRMA AQUÍ!:
http://petitiononline.com/
«Al unir mi nombre a esta petición expreso mi deseo de hermanarme personalmente con los refugiados palestinos del Líbano mientras ellos y sus anfitriones libaneses continúan trabajando y preparando su regreso a su patria»
Franklin P. Lamb, Doctor en Derecho y Ciencias Económicas
Director de Americans Concerned for Middle East Peace, Washington DC-Beirut
Miembro de la Junta de la Fundación de Sabra y Shatila y de la Campaña por los Derechos Civiles Palestinos
Campo de Refugiados Palestinos de Shatila
Móvil-Beirut: + 961-70-497-804
Email: [email protected]
Fuente: