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Por qué Hamás se mantiene alejado de la lucha de Israel con la Jihad Islámica

Fuentes: 972mag

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

La seguridad israelí y la coordinación política con Hamás han servido a intereses mutuos durante muchos años. Ahora Hamás espera mantenerse al margen de la lucha actual para expandir potencialmente su poder político en Cisjordania.

 

Después de recibir impactos durante la noche por un ataque israelí en la ciudad de Gaza el 12 de noviembre, los palestinos se reúnen alrededor de la casa del comandante de campo de la Jihad Islámica Palestina, Baha Abu Al-Atta.

La nueva ronda de combates entre Israel y la Jihad Islámica en Gaza da la impresión de que hay un acuerdo no escrito entre Israel y Hamás. Esto no es excepcional en las relaciones entre enemigos con intereses comunes. Siria e Israel, por ejemplo, alguna vez tuvieron un entendimiento sobre las líneas rojas de la participación de este último en el Líbano.

Es necesario un conocimiento de la historia reciente para comprender la delicada danza entre Israel y Hamás. En 2007 Hamás derrocó a Fatah, que luego gobernó Gaza bajo el mando del hombre fuerte Mohammed Dahlan. En respuesta Israel impuso un bloqueo a Gaza con la esperanza de derrocar al régimen de Hamás, ya fuera por presión externa o incitando a una revuelta interna palestina. Esa estrategia fracasó, Hamás permanece en el poder hasta hoy.

Alrededor de 2010, Israel cambió su política de derrocar a Hamás, optando por un tipo de coexistencia. El Gobierno decidió institucionalizar la separación entre Gaza y Cisjordania, anexando gradualmente partes de esta última mientras llegaba a acuerdos prácticos con Hamás. Israel se niega a permitir que Hamás se establezca en Cisjordania, donde estableció una de las principales razones de su coordinación de seguridad con Mahmoud Abbas y la Autoridad Palestina.

Israel fortalece así el Gobierno de Abbas mientras aumenta la sospecha y la hostilidad hacia Hamás, pero también se reconcilia con la perpetuación de Hamás en Gaza. Utiliza las tácticas clásicas de dividir y conquistar para controlar a los palestinos en ambos lados, mientras comprende que si Hamás cae el vacío podría ser llenado por uno de los grupos alineados con ISIS con sede en Sinaí. Israel necesita una relación estable con Hamás para mantener a ISIS fuera de Gaza.

La coordinación con Hamás se suspendió en 2014, luego de que militantes palestinos secuestraran y mataran a tres niños israelíes en Cisjordania. Ignorando sus negaciones, Israel acusó a Hamás de ser responsable y volvió a arrestar a los prisioneros palestinos que habían sido liberados como parte del acuerdo para liberar a Gilad Shalit. Eso puso en marcha una confrontación militar que terminó de la misma manera que las rondas de combates anteriores, con la reafirmación de entendimientos estratégicos previos que incluyen aliviar el bloqueo, expandir la zona de pesca de Gaza y permitir la llegada del dinero de Catar a Gaza.

En septiembre, cuando la Jihad Islámica disparó cohetes contra Ashdod mientras Netanyahu pronunciaba un discurso preelectoral allí, los medios israelíes comenzaron a centrarse en el comandante beligerante del grupo, Baha Abu al-Ata, quien fue asesinado el martes por la mañana. Los informes de inteligencia enfatizaron que Abu al-Ata probablemente era un comandante rebelde que no aceptaba la autoridad de Hamás.

Palestinos reunidos alrededor de los restos de una casa destruida en un ataque aéreo israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 13 de noviembre de 2019. (Abed RahimKhatib / Flash90)

Abu al-Ata fue un objetivo porque puso en peligro los entendimientos entre Israel y Hamás. Al asesinarlo, Israel envió un mensaje a Hamás de que estaba interesado en mantener esos entendimientos. Desde que los militantes de la Jihad Islámica comenzaron a disparar cohetes en respuesta al asesinato, Hamás se ha mantenido al margen del asunto, mientras Israel ha aclarado que está actuando únicamente contra la Jihad Islámica. Hamás, cuyos altos funcionarios no se han manifestado, no tiene interés en fortalecer la Jihad Islámica o en ser arrastrado a un conflicto armado con Israel. Sin embargo, si las respuestas de Israel se cobran la vida de demasiados civiles palestinos, Hamás probablemente responderá. En una situación de tensiones crecientes, esto puede suceder como resultado de una falla operativa o un malentendido.

Políticamente Hamás se centra en las elecciones palestinas que Abbas anunció a principios de este año. La organización está dispuesta a aceptar los parámetros de Abbas: elecciones parlamentarias seguidas de una votación para elegir al presidente. Hamás también ha aceptado que las elecciones se realicen en un formato diferente. En lugar de elecciones regionales en los 16 distritos de los territorios ocupados, en los que el partido ganador se lleva todo, las elecciones serán en todo el país. Eso significa que incluso si Hamás no gana la mayoría de los votos, tendrá la oportunidad de establecerse en Cisjordania y postular a su propio candidato a presidente. Abbas, un líder profundamente impopular, se ha comprometido a no postularse para un período adicional. Hamás espera poder ir más allá de gobernar Gaza y participar en elecciones nacionales.

Menachem Klein es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Bar Ilan. Fue asesor de la delegación israelí en negociaciones con la OLP en 2000 y fue uno de los líderes de la Iniciativa de Ginebra. Su nuevo libro, Arafat and Abbas: Portraits of Leadership in a State Postponed , acaba de ser publicado por Hurst London y Oxford University Press New York.

Fuente: https://972mag.com/hamas-islamic-jihad-gaza/144448/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.