En días pasados estuvo en España la compañera Yailenis Mulet economista e investigadora del Centro de Estudios de Economía Cubana, ofreciendo una serie de conferencias sobre la actualidad de Cuba, que ha dado por toda la geografía española, patrocinadas por Izquierda Unida y otras organizaciones afines a la Revolución Cubana, incluso el sitio web Rebelión […]
En días pasados estuvo en España la compañera Yailenis Mulet economista e investigadora del Centro de Estudios de Economía Cubana, ofreciendo una serie de conferencias sobre la actualidad de Cuba, que ha dado por toda la geografía española, patrocinadas por Izquierda Unida y otras organizaciones afines a la Revolución Cubana, incluso el sitio web Rebelión (de izquierda) publicó una entrevista a la misma el 18 de marzo 2013 (1). De estar presente hubiese querido hacer algunas preguntas, son dudas que asaltan sobre las transformaciones que ocurren en la Isla caribeña.
Las preguntas (ninguna hecha con ánimo retórico) son francas, no llevan objetivo de polemizar, nunca de ofender, sólo el mensaje de esclarecer, pienso incluso que cualquier cubano podría realizarlas hacia su interior o hacia afuera. La apreciación de los que observamos dichas transformaciones desde el exterior, es que nadie las pone en duda en el interior de la Isla, no se ve a ningún intelectual cubano de izquierda interpretándolas en sentido diferente al oficial, la derecha mundial las alaba, y los enemigos de Cuba en el mundo (cubanos inclusive) consideran que van y están en el buen camino pero le cuelgan los términos de que son insuficientes y tardías, fíjense bien no las rechazan, su crítica va en el camino de que se necesitan más, y de que van lentas; bueno al menos en una pequeña parte de las mismas están de acuerdo adversarios y partidarios ¡cosa curiosa en más de 50 años de historia revolucionaria en el país caribeño!, que yo no valoro, yo más bien pregunto, interrogo, a los intelectuales, ciudadanos cubanos y de otros lugares que conocen las actuales transformaciones, sí es que se puede preguntar y sí es que alguien puede responder inquietudes, que son a su vez académicas.
Las preguntas son estas:
El artículo 14 de la Constitución de la República de Cuba al considerar el sistema económico que reinará el país (que supongo actualizarán al calor de las nuevas medidas, que de hecho ya ponen en práctica en aras de actualizar el modelo económico) aboga por «…la supresión de la explotación del hombre por el hombre». Las nuevas medidas económicas introducen la pequeña empresa (que puede llegar a ser mediana) con la contratación libre de fuerza de trabajo asalariada. Pregunto:
a) ¿Abolirán de la Constitución el precepto contra la explotación del hombre por el hombre?
b) Fijará un salario mínimo el gobierno para ese sector del proletariado que podría hacerse cada vez más numeroso, ¿la jornada laboral de los mismos tendrán un tope de horas semanales?.
c) ¿Volverá para esta parte de la clase trabajadora cubana el trabajo estacional (o tiempo muerto) como existía antes de 1959 (según los textos de Historia de Cuba), dado el hecho que muchos tendrán que ser jornaleros agrícolas, una actividad donde la estacionalidad propia del clima tropical es tan acusada?
d) En el Tomo I de El Capital, Carlos Marx, al analizar el proceso de acumulación capitalista dice, que todo capital es, a partir de determinada cantidad de ciclos, plusvalía capitalizada, trabajo excedente creado por el obrero y del que se ha apropiado (robado utilizando al efecto las relaciones monetario mercantiles) el capitalista, por tanto, la expropiación de los mismos por la clase obrera es un acto legítimo. Pregunto:
– ¿Está contemplado por el Partido Comunista de Cuba la expropiación de esta naciente clase capitalista (salvaje como todo el que se inicia en esa tarea, recuerde como llegó el primer capital al mundo «chorreando sangre y lodo por todos los poros desde los pies a la cabeza») sin ningún tipo de indemnización en algún momento determinado?
– ¿Y si no lo hace el Partido Comunista de Cuba (que, como los está dejando parir, por simple lógica no debe ser el que los deba matar), la demanda de confiscarlos y convertir los medios de producción de estos nuevos capitalistas en propiedad social, de todos (legítimo a raíz de las enseñanza de Marx, que los actuales comunistas cubanos ejecutaron tan bien entre 1959 y 1968) será obra de nuevos cuadros revolucionarios, que necesariamente saldrán de ese nuevo proletariado, cuál será a su entender la actitud de los actuales comunistas cubanos en el poder?
. ¿El nuevo modelo de socialismo cubano en el siglo XXI finalmente tendrá entre sus ingredientes: capital, plusvalía, ganancia, ley de valor, personas que algún momento podrán vivir de sus rentas, etc?, ¿Se parece esto en algo al programa de Ghota diseñado por Marx para la fase socialista?
– ¿No siguen pensando los cubanos en aquello que decía Lenin de que la pequeña producción mercantil engendra a la larga capitalismo?
– ¿Dejarán los comunistas cubanos organizarse independientemente a esta desgraciada clase obrera, que estará a merced de unos principiantes capitalistas?, ¿Permitirá la Central Sindical de Cuba a sus asociados en las empresas privadas el derecho a huelga (por el que luchan legítimamente todos los que capitalistas privados explotan), y en ese caso los apoyará en tal acción?, ¿Qué le dirá esa Central Sindical de Cuba a los obreros que trabajen en el sector estatal que no tiene ese derecho ante la carencia del mismo en las regulaciones de hoy en el presupuesto lógico de que los trabajadores que lo hagan para el sector privado gocen de él?
– ¿Qué le enseñarán a los estudiantes en las escuelas de Economía Política del Capitalismo (quizás sea su caso) , qué responderle cuando clamen por la abolición de la propiedad de todos los males del mundo de hoy, que como vosotros sabéis es la propiedad privada capitalista, causa de todos los males del mundo contemporáneo? ¿Qué le responderán a los estudiantes en las escuelas cuando algunos se hagan las conjeturas que yo y otros nos hacemos?
. ¿Qué dirá la historia y los historiadores de todo aquello que justificó las expropiaciones de 1959, octubre de 1960 y las de la Ofensiva Revolucionaria de 1968?, ¿Qué les dirán a los afectados cubanos de aquellas nacionalizaciones cuando vean que los mismos que tomaron aquellas justas leyes contra ellos, ahora se vuelven contra ellos mismos en sus propios principios?, ¿No creen ustedes que algunos de aquellos afectados, aunque sea por mofarse de los actuales gobernantes cubanos, los mismos que ordenaron confiscarlos, pedirán que se les indemnice?, ¿Cómo explicar semejantes contradicciones?
Y por último, me imagino que algunos de los nuevos capitalistas que surjan se vistan de contenido patriótico (en última instancia algunos iniciarán su carrera sobre el suelo que quizás perteneció antes de 1959 a los que justamente fueron nacionalizados y/o confiscados por la Revolución tras el triunfo), tendrán que defender lo que ahora les han dado o alquilado (para el caso es igual, capitalistas arrendatarios y no solo de tierra han existido siempre) pero no olvidarán nunca que son de propiedades que antes eran de otros. ¡Nada, unos ladrones sustituyendo a otros! (convergerán conmigo que todo capitalista, aunque tenga cuello y corbata es un ladrón, igual que alguien que roba una gallina sea para lo que sea, lo único que cambia es que nuestro bien vestido capitalista utiliza para ello las fetichizadas y metamorfoseadas relaciones monetario mercantiles que esfuma todo vestigio de ladroneo. Silvio Rodríguez el cantante de la trova cubana decía, parece que reflejando la realidad cubana de lejanos tiempos (y tal vez de presentes tiempos) «si un hombre roba comida y después da la vida ¿qué hacer? ¿hasta dónde debemos respetar las verdades?» Creo que algo que ni el mismo respondió jamás en sus canciones posteriores, qué hacer ante tan delicado dilema. Por eso pregunto: ¿qué harán los cubanos?.
Jugar al capitalismo es extremadamente peligroso, y con sus herramientas no se construye el socialismo. ¿Por qué donde había una empresa estatal sea la que fuere, confiar ahora que un capitalista privado va a gestionarla mejor?, ¿Por qué la propiedad colectiva, social, donde se distribuya de acuerdo a la cantidad y calidad del aporte dado tiene que darle paso a la propiedad privada o variantes de ella? ¿Acaso es una ley, que los comunistas puedan administrar bien la propiedad de los medios de producción fundamentales, que por lo general son los más complejos y mayoritarios, y no aquellos que representan un escaso significado en la producción social?, ¿Cree en realidad alguien semejante contradicción?, ¿En realidad alguien en Cuba cree (en el mundo sinceramente pocos lo creemos) que «poncheras, carritos de frita, guaraperas, peluquerías y taxis», un buen ejecutor al servicio de los intereses del pueblo trabajador, los pondría en funcionamiento de forma peor, que lo que lo hace en una refinería, un hospital o un centro pesquero?, ¿En qué lugar está escrito que el socialismo sólo puede ser eficiente en la gran propiedad y nunca en la pequeña?. Son dudas que asaltan, y que no creo que sea solo un modesto y autodidacta como yo, y precisamente no cubano, pero preocupado por la suerte de la única sociedad que el hombre tiene como alternativa al salvaje capitalismo que se practica mundialmente.
Muchos buscan respuestas, muchos nos impacientamos, porque a decir verdad, estamos preocupados por la suerte de la izquierda y sus derroteros en la única región donde al parecer la izquierda se se mueve, que es Latinoamérica; el sugestivo título de Roberto Regalado a su último libro editado por Ocean Sur y que Rebelión ha anunciado dice mucho: «La izquierda latinoamericana en el gobierno ¿alternativa o reciclaje?, ¿la izquierda cubana alternativa o recula al pasado?. El mismo autor, un profundo conocedor de la izquierda en América latina, que ha llegado al poder en una decena de países de la región en la última década, ha advertido a la misma algo que es válido también para Cuba y los cubanos, para todos aquellos que «innovan» con cosas inventadas por el sistema burgués desde hace más 400 años: «La historia enseña que la reforma progresista del capitalismo solo prosperó en aquellos lugares y momentos en que fue compatible con el proceso de reproducción del capital. Esa compatibilidad no existe hoy, ni en América Latina, ni en ninguna otra región del mundo. Puede argumentarse que, a raíz del agravamiento de las contradicciones del capitalismo, es imposible que esa compatibilidad vuelva a presentarse. De esta realidad se deriva que, tarde o temprano, el contenido popular y la «envoltura» capitalista de los procesos políticos desarrollados hoy por la izquierda latinoamericana entrarán en una contradicción insostenible: solo una transformación social revolucionaria, cualesquiera que sean las formas de realizarla en el siglo XXI, resolverá los problemas de América Latina.» (2)
Notas:
1. Entrevista a Yailenis Mulet, economista e investigadora del Centro de Estudios de Economía Cubana «Los sectores estratégicos de la economía cubana continuarán en manos del estado» por Enric Llopis, Rebelión, 18 marzo 2013.
2. La izquierda latinoamericana hoy. Reforma o Revolución. Roberto Regalado Álvarez. Inprecor America Latina. Publicada por Rebelión el 9 enero 20
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