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Egipto

¿Pretende Sissi que arda el país?

Fuentes: http://alencontre.org

El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi ha decidido el sábado 5 de julio una subida dramática del precio de los carburantes, de la electricidad y del gas /1, y luego, el 6 de julio del precio de la cerveza, del alcohol y de los cigarrillos. Subida catastrófica de los precios Así, el carburante más barato […]

El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi ha decidido el sábado 5 de julio una subida dramática del precio de los carburantes, de la electricidad y del gas /1, y luego, el 6 de julio del precio de la cerveza, del alcohol y de los cigarrillos.

Subida catastrófica de los precios

Así, el carburante más barato y más popular del país, el octano 80, ha aumentado el 78%, mientras que el diesel utilizado por los camiones aumentaba el 64% y el gas natural utilizado por los taxis el 175%. Al mismo tiempo, el precio del carburante para los vehículos más modernos y más caros, solo aumentaba el 7%. El precio de la electricidad ha aumentado el 67% en cinco años y el de las botellas de gas, muy utilizadas en el país, debería aumentar igualmente. El precio de la cerveza ha aumentado el 200%, el del alcohol un 150% y el de los cigarrillos entre el 28% y el 50% /2.

La Autoridad de Protección de los Consumidores ha declarado que esas subidas podrían repercutir en un aumento del 200% de una gran parte de los precios al consumo /3. Ha sido anunciada una subida del 25% del precio del pollo… Por otra parte, mientras el gobierno ha garantizado que los precios de los transportes no aumentarían (!), están subiendo en todo el país. El delegado del gobierno en Port-Said anuncia subidas de precio del 10% en los transportes por autobús, otros han anunciado ya el 20%, mientras que otros aún no se han pronunciado… o no se atreven a hacerlo; muchos taxistas o conductores de microbús han repercutido esas subidas del carburante en sus tarifas y otros se manifiestan o bloquean la circulación para denunciarlos /4.

Un precedente que ya hizo arder al país en 1977

En enero de 1977, Sadat había anunciado un aumento parecido en los precios del fuel, del pan y de otros 25 artículos de consumo. El hombre que tenía la reputación de haber derrotado a Israel se creía invencible. Pero dos días después de la decisión de Sadat, centenares de miles de egipcios salían a la calle, quemaban comisarías, edificios gubernamentales y propiedades del estado en cada ciudad del país en lo que se llamó la «revuelta del pan». Actualmente podría ocurrir lo mismo -muchos egipcios se acuerdan de que en 1977 algunos de ellos habían tenido que comer galletas de tierra- pero ampliado y multiplicado por tres años de luchas revolucionarias…

Morsi había intentado lo mismo en el otoño/invierno de 2012 sobre la cerveza, el alcohol y los cigarrillos pero había tenido que retroceder ante el levantamiento popular que le hizo huir de su palacio.

El sábado y el domingo [5 y 6 de julio. Nde] se ha asistió a verdaderas escenas de cólera o de pánico en ciertos barrios de las ciudades, en particular tras la declaración de la Autoridad de Protección de los Consumidores.

Protestas y manifestaciones por todo el país

Desde el anuncio de las medidas gubernamentales hemos asistido primero a una avalancha hacia las estaciones de servicio para llenar los depósitos antes de la subida del precio. Luego el sábado, domingo y lunes, las manifestaciones, de una parte, de los taxistas y chóferes de microbús, y de otra, de los usuarios, y a veces de los dos juntos, se han multiplicado en la mayor parte de las ciudades y pueblos. Las calles del centro de El Cairo que llevan al palacio presidencial han sido bloqueadas, el barrio de Shubra ha quedado inmovilizado… Los conductores de microbuses y de taxis y los usuarios o habitantes encolerizados han bloqueado las calles de Suez, Port-Said, Matrouh, Assuan, Assiut, Tanta, Giza, Qalubia, Sharquia, Dakahleya, Ismailia, Kom Ombo, Kafr el Sheikh, Minya…; algunas carreteras han sido cortadas por la gente de los pueblos…

Al mismo tiempo se asistía a manifestaciones de pescadores denunciando las subidas de fuel en Rosette, Balbris, Brolos… y otras de campesinos en Edfu o Minya, y también en las provincias del mar Rojo. A esas manifestaciones se sumaban otras contra los cortes de electricidad o de agua potable como en Manufia, Damanhur y huelgas de trabajadores temporales en la Educación Nacional en Suez o de la empresa Dai Tex en Alejandría por sus salarios.

En muchos lugares, los usuarios han atacado a los chóferes de microbuses, taxis, autobuses… puesto que el gobierno repite que no debería haber subida de precios e intenta que la población ataque a los chóferes a los que entrega como chivos expiatorios. Por demagogia, en Giza, el ejército ofrecía incluso sus autobuses gratuitamente para sustituir a los de los autobuseros en huelga. Prometía por otra parte que iba a abrir sus stocks de productos de consumo, a precio más bajo, a la población. Un poco en todas partes, se veían oficiales en la calle mostrándose a los medios para decir que iban a controlar los precios con una mano de hierro. Pero en muchos sitios también, los habitantes se asociaban a las manifestaciones de conductores, comprendiendo que todo iba a aumentar de precio y que Sissi y el ejército se reían de ellos.

Así, el sindicato de trabajadores de transportes ha decretado el estado de urgencia, reservándose toda posibilidad de acción, declarando que la cólera estaba estallando entre los chóferes y los trabajadores.

En 1977, la prensa sujeta al gobierno había calificado a quienes participaban en los disturbios como ladrones y comunistas; hoy dice que están manipulados por los Hermanos Musulmanes o que les hacen el juego y declara que el país está en guerra para levantar la economía. Pero algunos días antes de la subida de los precios, 7000 de los mayores intelectuales, artistas, escritores y periodistas del país firmaban una petición contra la ley que prohíbe huelgas y manifestaciones. Un poco tarde, dicen muchos revolucionarios. Pero no podía venir más oportunamente.

Por el momento, la población está dividida entre la cólera y el pánico. Duda aún sobre lo que va a hacer, esperando sobre todo ver cómo van a repercutir concretamente esas subidas en su ciudad, donde por el momento reina aún la confusión y las informaciones contradictorias, con las autoridades locales intentando tranquilizar a la gente.

En cualquier caso, una cosa es segura, la poca popularidad que podía quedar a favor de Sissi se ha volatilizado totalmente.

Notas

1/ El total anual de los subsidios a la energía (electricidad, gas, etc) llega a alrededor de 24 millardos de dólares. La subida anunciada, para el año fiscal 2014-2015, debe reducir esta subvención en unos 7 millardos. La decisión gubernamental se inscribe por tanto en una política de reducción drástica del montante de los subsidios y puede ser considerada como un primer paso, especialmente si se considera el plan de ajuste planteado por el FMI y los límites de la financiación proveniente de Arabia Saudita, entre otros (red A l´Encontre).

2/ El precio de los cigarrillos había aumentado ya en febrero de 2014. Como consecuencia de las últimas decisiones, un paquete de Cleopatra, la marca más barata y más vendida en Egipto, pasará de un precio de 6,25 o 7 libras egipcias a 8 o 8,75 libras. Un paquete de Dunhill importado, que costaba 17 libras, será vendido a 27,25 libras (red. A l´Encontre)

3/ Al-Masry Al-Youm, del 4 de julio de 2014, indica que el presidente de la Autoridad de Protección de los Consumidores, Zeinab Awadallah, no solo critica la decisión gubernamental, sino que indica que la subida de los precios de la electridicad y de la gasolina podrá repercutir un 200% sobre los precios de los bienes de consumo (red A l´Encontre).

4/ Amro Hassan, en Los Angeles Times del 5/07/2014, cita a un conductor de autobús que trabaja en la región este de El Cairo, Kamal El Shazli: «Es la más importante subida de precios de la gasolina que he visto en 36 años. Se nos decía que todo iba a ir mejor una vez que Sissi fuera elegido. Y ahora se ve esta subida decretada durante las primeras semanas de su presidencia; Sissi está acelerando la movilización para una tercera revolución«. Mohamed Farag, un funcionario de 45 años, declara a Amro Hassan: «Conducir en El Cairo no es un lujo, en la medida en que no tenemos ningún sistema de transporte público con el que se pueda contar. Eso va a aumentar los precios de todo lo que se compra en el día a día. Es peor que lo que Mubarak tenía la costumbre de hacer. Quieren asegurar la supervivencia de los más fuertes y los más adaptados y la gente pobre va a hundirse» (red A l´Encontre)

Fuente original: http://alencontre.org/moyenorient/egypte/sissi-est-il-en-train-de-mettre-le-feu-a-legypte.html

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR