Hace apenas dos semanas, diversos grupos de solidaridad lanzaron en Barcelona la «campaña para cancelar el Hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv». El PERIODICO de Catalunya ha recogido extractos de una carta enviada por 64 activistas israelíes al Ayuntamiento de Barcelona en la que, entre otras cosas, argumentan «Como ciudadanos (…) que estamos horrorizados por […]
Hace apenas dos semanas, diversos grupos de solidaridad lanzaron en Barcelona la «campaña para cancelar el Hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv».
El PERIODICO de Catalunya ha recogido extractos de una carta enviada por 64 activistas israelíes al Ayuntamiento de Barcelona en la que, entre otras cosas, argumentan «Como ciudadanos (…) que estamos horrorizados por las acciones ilegales e inmorales del Gobierno israelí hacia los palestinos, le instamos a abolir el acuerdo de hermanamiento entre Barcelona y Tel-Aviv. Mantener esta farsa solo alentará a Israel a proseguir con sus prácticas atroces e injustas (…) que se han venido desarrollando sin interferencia de la comunidad internacional»»
La respuesta del Ayuntamiento de Barcelona a través del responsable del programa «Barcelona Solidaria», Manel Vila, es antológica.
Según él, citado en EL PERIODICO, y suponiendo que expresa la posición oficial del Ayuntamiento, «Gracias a este acuerdo, tanto la Unión de Autoridades Locales de Israel como la Asociación de Autoridades Locales de Palestina mostraron su apoyo a Barcelona como sede de la Unión para el Mediterráneo, lo cual fue de cierta ayuda».
Es más, insiste en la reconstrucción del Barcelona Gaza Peace Park, donado por la ciudad de Barcelona y destruido por tanques merkaba israelíes. Cuando «las circunstancias lo permitan».
El castellano siempre ha sido un idioma rico en sinónimos. Y gracias a Manel Vila hemos descubierto dos detalles de vital importancia.
El primero es que el bloqueo de la Franja de Gaza, que impide introducir cualquier tipo de material para la reconstrucción o simplemente que las fábricas destruídas por los aviones israelíes, puedan funcionar y generar el cemento tan necesario para la reconstrucción se llama «circunstancias». Y pese a lo que Manel Vila llama «las circunstancias», la población de Gaza reconstruye sus hogares con adobe. Lo que quiere decir que si se quiere y se necesita, se puede reconstruir. Los habitantes de Gaza comienzan a perder la fe en que la comunidad internacional reconstruya nada. Israel ha decidido que Gaza se quedé como está y la comunidad internacional, en este caso el Ayuntamiento de Barcelona, acepta las condiciones israelíes. Dirán que no pueden hacer nada. Por supuesto que pueden. Pueden cancelar el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv. Como medida de protesta ante su comportamiento y la destrucción de los bienes donados.
El segundo aprendizaje extraído, en el marco de que «si se quiere, se puede», es que el hermanamiento de Barcelona de Tel Aviv es una moneda de cambio que Barcelona no puede romper, pese a que los tanques israelíes han destruido la donación de la ciudad condal a la ciudad de Gaza, ya que es necesario mantener en Barcelona la sede de la Unión por el Mediterráneo. Y como ciudadanos barceloneses esa moneda de cambio se pagará con nuestros impuestos.
Es una cuestión de prioridades, obviamente.
Más interesante aún es el argumento, falaz y abiertamente amenazador que se esgrime ahora por parte de las autoridades locales barcelonesas, a medida que la presión social aumenta, para no replantearse el hermanamiento.
El Ayuntamiento de Barcelona esgrime que romper el hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv implicaría romperlo también con Gaza. Según Manel Vila asegura a «EL PERIODICO» Al principio, en un momento más favorable para la paz, la relación era muy fluida, pero lo que tenía que ser una relación trilateral se ha convertido en dos bilaterales
Pese a sus propias palabras, ahora amenazan. Si se presiona para romper con Tel Aviv, habría que romper también con Gaza. La posición defensiva y ofendida que esgrimen es la mejor muestra de que la campaña ciudadana por la cancelación del hermanamiento está apuntando en la dirección correcta y, como sabemos, aunque sea cuestión de tiempo, triunfará. Los habitantes de Barcelona no nos sentimos hermanados con autoridades locales israelíes. De ninguna manera aceptaremos que Israel continúe beneficiándose de nuestra hermandad mientras reduce Gaza a la edad media a través del bloqueo más ilegal y cruel que existe en estos momentos en el planeta.
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Amb Palestina al Cor presenta el documental: «Barcelona-Gaza Peace Park» realizado durante el ataque israelí a Gaza en enero de 2009.
Barcelona-Gaza Peace Park Alberto Arce, Giorgio Mosangini, Manuel Atuan, 15′, Amb Palestina al Cor, Palestina-España, 2009
El 15 de enero de 2009 tanques israelíes destruyeron el Parque de la Paz en la ciudad de Gaza, fruto de la cooperación con la ciudad de Barcelona. El documental recoge los testimonios de los vecinos unas horas después del ataque. Si ellos necesitan recuperar sus espacios públicos, ¿debemos limitarnos a pagar lo que Israel destruye?