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Entrevista a la videoartista Shu Lea Cheang

«Quiero transmitir la idea de movilización»

Fuentes: Diagonal

La videoartista Shu Lea Cheang clausuró el ciclo La internacional cuir en el Reina Sofía con IKU, un film de ciencia ficción que ha continuado con una performance y un videojuego.

¿Cómo pasas de la película IKU a la performance UKI?

Mi película partió de Blade Runner porque siempre me había preguntado si las replicantes practicaban sexo. Si te fijas en Blade Runner, puedes ver que el Runner y las replicantes se atraen entre sí, pero no se sabe si tienen relaciones sexuales, así que hice una especie de versión sexual de la película.

Iku es una historia en la que una gran corporación llamada Genom Corporation produce replicantes llamadas Iku Coders. ‘Iku’ en japonés significa orgasmo. Son replicantes como máquinas. Máquinas con cuerpos humanos que salen a buscar datos sobre los orgasmos humanos. La empresa, la corporación, fabrica unos microchips que se insertan en el teléfono móvil y que recogen datos sobre los orgasmos. La gente puede comprarse estos chips para obtener un orgasmo instantáneo. La empresa hace muchísimo dinero con esto. Un imperio porno en internet. Lo que sucede es que después de obtener todos estos datos, las replicantes se convierten en desechos, en basura electrónica.

Hace unos años, mi productor japonés me preguntó si quería hacer una secuela de la película, pero no había dinero para ello. Sin embargo, pensé mucho en cómo podría ser la secuela de Iku y se me ocurrió esta idea de convertir Iku en Uki.

La trama en la performance es más compleja…

Con Uki estoy pensando en algo más grande conceptualmente. En ella, las Iku Coders han desaparecido, ha finalizado la búsqueda de datos sobre los orgasmos, la corporación ha acabado con las recolecciones de orgasmos y las replicantes son cuerpos vacíos, máquinas sin software que se desechan como basura electrónica. Hoy en día creamos tantos componentes electrónicos que luego van a parar a la basura, estamos llenos de basura electrónica. Los Uki son unas máquinas que están entre toda esa basura. A la gente que hace ahora conciertos de circuit bending le encantan todos esos residuos electrónicos porque se pueden reciclar, hay tantos materiales que modificar, cosas del siglo pasado…

A las Iku Coders no se las llamaba Uki, aún no tenían código, no tenían software. Para codificarse tenían que intercambiar su sexo. Todo esto lo desarrollo en dos partes. La primera parte es una performance viral que nace en el Hangar MediaLab de Barcelona donde tuve cuatro toneladas de residuos electrónicos, y trabajé con 18 performers de postporno. El guión de la primera parte de la performance se basaba en el intercambio de sexos por códigos y a partir de ahí aparecen los virus. Quiero hacer un proyecto viral, no sólo con los cuerpos, sino también con el software. Al final de la primera parte de la performance se crean los Uki virus.

La otra pata del proyecto es un videojuego…

La historia para este juego es que hay unos virus, los Uki, que están muy enfadados porque ya no pueden tener orgasmos debido a que la corporación ha hecho desaparecer todos los datos acerca de los orgasmos. Los virus quieren recuperar el orgasmo humano, o la posibilidad, al menos.

«Es un proyecto viral, no sólo con los cuerpos, sino también con el software»

Otra parte de la trama es que la Corporación Genom, al haberse hundido internet ya que ha habido un colapso total dándose paso a la era del Bio-Net, tiene el cuerpo humano como rehén. De sus células sanguíneas se extrae ahora un nuevo tipo de orgasmo por el cual no hace falta tener contacto humano. El cuerpo genera orgasmos por sí mismo: eso es lo que pretende la sociedad Bio-Net a través de la nanotecnología.

Esta es la historia que estoy tratando de contar. La Bio-Net y los Uki están enfrentados. Los virus deciden infectar la ciudad, el mundo. Por eso en el juego, el primer nivel es el que trata de infectar la ciudad. La segunda parte del juego se llama Into the Bio-Net, y es cuando los virus logran movilizarse e infiltrarse en todas partes, en la ciudad, y detener la producción de células de glóbulos rojos para la creación de orgasmos.

Así que nos convertimos en virus que atacan al sistema…

Sí… hice este videojuego porque quiero transmitir al público la idea de la movilización. La gente puede volverse más atenta a los virus, a las corporaciones. Algunas personas dicen que este juego es muy político. Y lo es. Hablo de infiltrarse en las corporaciones.

Carole Roussopoulos incidió en que «el vídeo no filma la revolución, sino que es parte de ella»

¿Cómo ves la relación entre la tecnología y el postporno?

Creo que la base común es la idea de código abierto. El postporno está basado en una especie de DIY (Do It Yourself, hazlo tú misma) del porno. Creo que una de las premisas del postporno es algo así como: es tu cuerpo, puedes darle placer. También está el concepto de la comunidad postporno en la que se comparte la información, y creo que quizá puedan unirse la tecnología y el postporno en una tech gig hack community. Si piensas en la comunidad hacker, o la comunidad circuit bending, se basan en la idea del DIY, de tomar la tecnología, leerla, crearla. No siempre tenemos que comprarle a las corporaciones las máquinas ya fabricadas.

Y con respecto a las alianzas entre el movimiento transfeminista y la tecnología…

Creo que la comunidad que pueda poner su cuerpo en su cabeza podrá usar la tecnología.

¿Se ha planteado alguna estrategia para lograr que este videojuego se juegue más allá del mundo artístico?

Sí. Por eso la primera parte, Viral Game, part 1, trata de infectar la ciudad. En la primera parte la gente se podrá convertir en un virus e infectar a los demás, y también contar la historia para que conozcan la existencia de estos virus y de toda la corporación.

Para la segunda parte, Into the Bio-Net, pretendo ir a algún museo grande. Preferiría hacerlo allí porque en los museos hay muchísima gente, no sólo artistas o gente del mundo artístico. Pretendo que mucha gente se implique en la lucha contra el monopolio de la Corporación. Me olvidé de hablar del final del juego, la meta del juego: recuperar el orgasmo original.

«La comunidad que pueda poner su cuerpo en su cabeza podrá usar la tecnología»

En esta segunda parte, ¿por qué usas biosensores?

Porque podrán detectar los movimientos de tu cuerpo, tu nerviosismo, tus emociones, la velocidad de la sangre… Se trata de recopilar toda la información de tu cuerpo mientras entras en la Bio-Net. Además es un juego colectivo. Habrá entre dos y ocho jugadores pero no compiten entre sí, sino que juegan colectivamente y luchan juntos contra la Genom Corporation.

Estamos desarrollando hardware para los biosensores, cómo se obtendrán los puntos, cómo leeremos los datos obtenidos… Cuando el juego esté instalado en un museo usaremos luces láser para representar la idea de que el jugador está siempre luchando para recuperar sus orgasmos. Unos altavoces harán que al entrar sientas las vibraciones. La experiencia tendrá un ambiente de inmersión. Siempre sentirás algo. Sólo variará el grado de sensaciones.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Quiero-transmitir-la-idea-de.html