Después de la histórica, revolucionaria, objetiva y esperanzadora intervención [7 Julio 2013] de Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Primera Sección Ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Sin lugar a dudas habrá un antes y un después. Raúl, valientemente sin triunfalismos, «cogiendo […]
Después de la histórica, revolucionaria, objetiva y esperanzadora intervención [7 Julio 2013] de Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Primera Sección Ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Sin lugar a dudas habrá un antes y un después.
Raúl, valientemente sin triunfalismos, «cogiendo el toro por los cuernos» hizo afirmaciones, aclaraciones, criticas, autocriticas, denuncias, etc. con un lenguaje claro y contundente, argumentado y convincente. Su intervención máxime después de escuchar la opinión y ver la reacción del pueblo cubano sin lugar a dudas uno de los pueblos más valientes con más cultura política del planeta, se puede afirmar que la misma ha creado de nuevo ilusión y fortalecido no poco la Revolución.
Y que insisto [salvo una minoría de corruptos y quinta columnistas] la gran mayoría del pueblo, se ha sentido plenamente representado e identificado con todo lo expuesto y con más deseos que nunca [como en los primeros años de la Revolución] de seguir luchando.
Raúl, de igual forma recordó las palabras de Fidel en el Aula Magna de La Universidad de La Habana 17 de Noviembre del 2005, cuando, Sabiamente y visión de futuro dijo y advirtió, que a esta Revolución no podría destruirla el enemigo, pero sí nosotros mismos y seria culpa nuestra. ¡Más claro imposible!
Hoy se hace necesario más que nunca, como bien afirma Raúl, a través de la crítica y autocritica, [práctica saludable y revolucionaria] a lo largo y ancho del País: Partido, Sindicatos, Comités de defensa, fabricas, hospitales, Universidades, etc. sin olvidar las redacciones de los medios de difusión, hay que analizar con seriedad, profundidad y debatir [solamente los que la deben, algo temen] hasta la saciedad, para de esta y única forma [lejos de ignorarlos o esconderlos] poder solucionar los problemas, y a la vez detectar en lo posible a tiempo antes que sea demasiado tarde a corruptos y quinta columnistas, fortalecer la Revolución. ¡Esto es democracia socialista!
Para terminar, no seamos ingenuos ni triunfalistas, ¡no nos podemos dormir en los laureles!. Solamente en la medida que seamos capaces de rectificar [«con luz y taquígrafos sin secretismos»] nuestros errores y llevar a la práctica los sabios y justos consejos de Fidel, Raúl, El Che, etc. la Revolución será irreversible ¡Invencible!
¡Basta ya de tener miedo a buscarse problemas!
VIVA LA CONSTRUCCION DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI!
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