Traducido por J.M. y revisado por Caty R.
Discurso pronunciado en la sesión de apertura de la «Conferencia de El Cairo contra la ocupación», el 27 de marzo de 2008.
Es un honor estar hoy aquí, con ustedes, como parte de una creciente red internacional de judíos antisionistas y antiimperialistas, cuya identidad no está basada en el sionismo, sino en una larga historia de la participación de los judíos en las luchas de liberación desde la Europa oriental hasta Iraq y Brooklyn. Nuestra participación en esta Conferencia refleja nuestro compromiso con ese legado y con las luchas actuales contra la colonización y el imperialismo. En nuestro compromiso es fundamental la solidaridad con las luchas de liberación árabes contra el imperialismo estadounidense y el sionismo.
Nuestra oposición al sionismo, primero y principalmente, está enraizada en el impacto que tiene sobre el pueblo palestino y en el conjunto de la región. Por lo tanto, luchamos contra el sionismo y sus manifestaciones históricas en el Estado de Israel, la incesante limpieza étnica del pueblo palestino y el despojo de sus tierras. Este proyecto mancha las luchas históricas de la resistencia judía. Deshonra la persecución, desplazamientos y genocidio de los judíos europeos y utiliza su memoria para justificar y perpetuar el racismo y el colonialismo europeos.
El sionismo es responsable del inmenso y alienante desplazamiento de los judíos orientales (judíos de Arabia, Persia y África), al arrancarlos de sus identidades originarias, su lengua, historia, cultura y patrias de origen. Los judíos orientales en esta región tienen una historia que se remonta a 2000 años. El sionismo pretende destruir esta historia. Así, nos implica en la opresión del pueblo palestino e insiste en despojarnos de nuestra herencia de la lucha por la justicia y las alianzas con nuestros semejantes de la raza humana.
En este año del sexagésimo aniversario de la fundación del Estado colonial de Israel, que originó el desplazamiento de más de 800.000 habitantes originarios palestinos de sus tierras, estamos aquí indignados pero no sorprendidos ante la amenaza de ministro de Defensa israelí de provocar una «soha», un holocausto contra el millón y medio de palestinos que viven en Gaza. Israel, con el apoyo del gobierno estadounidense y sus aliados, priva de alimentos, agua, electricidad, ayuda humanitaria y suministros médicos. Tanta brutalidad es la continuación lógica de la larga historia de Israel en su tarea de colonización y limpieza étnica.
A la vez que señalamos el quinto aniversario de la ocupación de Iraq, hacemos responsables a nuestros gobiernos por su continuo apoyo a la política, la economía y las actuaciones militares en la región que llevan a cabo Estados Unidos e Israel. Estas acciones amenazan la vida de todos los habitantes de la región y niega la autodeterminación y el autogobierno en la zona. En Estados Unidos, estos programas irán acompañados de falta de inversiones en la educación y en la salud, altas tasas de desempleo y bajos salarios, encarcelamientos masivos y represión policial, además de la limpieza étnica de afroamericanos en lugares como Nueva Orleáns.
Denunciamos la farsa de la democracia tanto en estados Unidos como en Israel -ambas son «democracias» que privilegian los derechos de clases, de los blancos o de los judíos. Condenamos el denominado «proceso democrático» de Gaza, Iraq, alrededores de la región y en otras partes del mundo.
Estamos comprometidos con la liberación de Palestina. Rechazamos el Estado racista de Israel y la ideología sionista sobre la que está construido. Apoyamos el derecho de retorno de los palestinos y la llamada palestina al boicot, la desinversión y las sanciones contra Israel. Condenamos las atrocidades que Israel y sus aliados occidentales cometen en Gaza. Hacemos responsables a nuestros gobiernos por sus posturas ante los crímenes contra los pueblos palestino e iraquí, los pueblos de las regiones cercanas y las personas que viven en nuestros propios países.
Decimos «nunca más». Nunca más significa nunca más para todos los pueblos. Nunca más para el pueblo de Palestina, nunca más para el pueblo de Iraq, nunca más para el pueblo de Afganistán, Líbano e Irán. Nunca más para los musulmanes, árabes y las comunidades del sur de Asia que sufren la islamofobia y la persecución en Estados Unidos y Europa, nunca más para los afroamericanos que sufren la neoesclavitud en las prisiones y en el Estado policial estadounidense.
Formo parte de un creciente movimiento de judíos antisionistas que son, a su vez, parte de un creciente movimiento de solidaridad con Palestina, el cual se integra en un creciente movimiento antiimperialista y antiglobalización cuya lucha se extiende hacia el sur desde Palestina hasta Chiapas, desde Venezuela a la frontera de México y estados unidos.
Estamos hoy aquí, juntos, en esta vibrante resistencia popular de nuestros tiempos -el movimiento de los más afectados por el imperialismo y la globalización-, en esta lucha de los pueblos originarios por el derecho a la tierra, los derechos de los refugiados y los inmigrantes, por la justicia económica y racial, por los derechos de las mujeres y los niños, y el derecho al trabajo que el imperialismo, el sionismo y el capitalismo amenazan, cada vez más, por todas partes.
Israel, Estados Unidos, Europa, ¡Ustedes están en minoría!
Ustedes no hablan por nosotros. Ustedes no matan por nosotros. Sus guerras y ocupaciones son una amenaza para todos los habitantes de Palestina, de las regiones cercanas y de todo el mundo. Su desenfrenada búsqueda, evidente, patética y violadora de los recursos, y el trabajo explotador amenazan la sostenibilidad de la vida en el planeta.
Ustedes no son amigos de la democracia, ni de la libertad, ni de los trabajadores, ni de las mujeres ni de los niños.
Pero ustedes están en minoría. La mayoría somos nosotros.
Estamos hoy aquí junto a la mayoría de los pueblos del mundo cuya supervivencia diaria es un acto de resistencia.
Mientras se conmemora el quinto aniversario del ataque a Iraq y se acerca el sexagésimo aniversario de la fundación del estado de Israel, nos sentimos orgullosos de participar en una campaña internacional contra la ocupación sionista y estadounidense y por una paz justa en Palestina, las regiones cercanas y todas las comunidades que viven bajo ataques en Estados Unidos y Europa.
¡Larga vida a nuestras luchas por la liberación, la autodeterminación, la democracia, la libertad y la justicia!
¡L’chaim al-Intifada!
¡Palestina Libre!
Original en inglés: http://windowintopalestine.blogspot.com/2008/04/rejecting-israeli-aparthied-state.html
Sara Kershner es activista de la organización International Jewish Solidarity Network (IJSN), http://www.ijsn.net/
J.M. es colaboradora de Rebelión. Caty R. pertenece a los colectivos de rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta trducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y la fuente.