Recomiendo:
0

Recrudecimiento de la agresión estadounidense contra Cuba

Fuentes: Rebelión

La hostilidad estadounidense con respecto a Cuba reviste un carácter particular, en realidad único. Jamás una política exterior en contra de un país ha sido dotada de semejante arsenal de medidas coercitivas, que, por otra parte, violan la mayoría de las convenciones internacionales.1 La aversión de los Estados Unidos para con la Revolución cubana supera […]

La hostilidad estadounidense con respecto a Cuba reviste un carácter particular, en realidad único. Jamás una política exterior en contra de un país ha sido dotada de semejante arsenal de medidas coercitivas, que, por otra parte, violan la mayoría de las convenciones internacionales.1

La aversión de los Estados Unidos para con la Revolución cubana supera ampliamente el cuadro histórico de la Guerra Fría, un tanto fuera de lugar si uno se digna a otorgar cualquier consideración a las relaciones entre los dos países desde el fin del siglo XVIII.

Un ejemplo es muy ilustrativo de la obsesión de la administración de Washington hacia Cuba. Los ciudadanos estadounidenses tienen el derecho de visitar cualquier país del mundo con excepción de la Isla del Caribe. En efecto, su gobierno se lo prohibe a pesar del hecho que esta sanción viola la Constitución de los Estados Unidos que proscribe las discriminaciones de tipo racial o étnico. Tras las solicitudes del Sr. Max Baucus, senador del Montana, el Departamento del Tesoro admitió haber realizado, desde 1990, sólo 93 investigaciones relacionadas con el terrorismo internacional. En el mismo tiempo, efectuó otras 10 683 «para impedir que los Norteamericanos ejerzan su derecho de viajar a Cuba». Luego de las 93 investigaciones sobre el terrorismo, el Departamento del Tesoro infligió un total de 9 425 dólares de multa a los inculpados. En cambio, demandó un total de 8 millones de dólares a los turistas estadounidenses que habían visitado la Isla. Las cifras son elocuentes y muestran muy claramente que Cuba sigue siendo el blanco prioritario y privilegiado de la belicosa administración Bush.2

El Sr. Max Baucus declaraba a propósito de la política estadounidense para con Cuba: «A la hora en que los Estados Unidos hacen frente a verdaderas amenazas terroristas en Medio Oriente y en otra parte, la extraña y absurda obsesión de la Administración hacia Cuba es verdaderamente más que una vergüenza; es una peligrosa maniobra de diversión. Como lo hemos conocido recientemente, un importe significativo del presupuesto del Departamento del Tesoro, que debería destinarse a cortar el oleoducto financiero de los terroristas, se utiliza en realidad para perseguir a gentes que viajan a Cuba o que visitan a sus familias en la Isla. Todo esto cuando Osama Bin Laden está todavía libre».3

El último informe sobre el terrorismo del Departamento del Estado norteamericano, publicado en abril del 2004, volvió a ubicar a Cuba en la lista de los países que patrocinan el terrorismo internacional, en compañía de Irán, Irak, Libia, Corea del Norte, Sudán y Siria. Los argumentos evocados por Washington para justificar la inclusión del gobierno de La Habana son los siguientes:

Cuba se opuso a la coalición contra el terrorismo liderada por los Estados Unidos y condenó activamente varias políticas y acciones estadounidenses asociadas en el 2003. Los reportajes de la prensa gubernamental que relataron las operaciones militares estadounidenses en Irak y en Afganistán fueron constantemente críticos para con los Estados Unidos y alegaron frecuentemente, sin fundamento, que los Estados Unidos estaban involucrados en las violaciones de los derechos humanos.4

Así, el mero hecho de denunciar las monstruosas prácticas del ejército estadounidense que ocupa Irak, le costó a Cuba hallarse incluida entre las naciones terroristas. Conviene señalar que los recientes casos de tortura y de asesinatos de prisioneros, que provocaron una sarta internacional de protestas, reflejan una práctica histórica e institucional y no constituyen más que la parte emergida del iceberg.5

Washington justifica también la estigmatización de Cuba por el hecho de que el gobierno revolucionario albergue a algunos refugiados políticos estadounidenses que llegaron en los años 70, y acoja a algunos miembros de la organización separatista española ETA y de las organizaciones revolucionarias colombianas FARC y ELN. No obstante, el informe omite mencionar que la presencia de elementos de los grupos colombianos responde a una petición oficial del gobierno colombiano que deseó que Cuba participara en las negociaciones de paz. Igualmente sucede con los miembros de la ETA, quienes se encuentran en Cuba luego de la demanda de asistencia que el antiguo ministro español, el Sr. Felipe González, formuló ante las autoridades cubanas.6

Pero la hostilidad contra Cuba no se limitó a ello. El 6 de mayo del 2004, el presidente Bush hizo público un impresionante informe de 454 páginas titulado «Commission for Assistance to a Free Cuba» (Comisión de Apoyo a una Cuba Libre). Redactado por el secretario de Estado, el Sr. Colin L. Powell, impone severas medidas que afectan tanto a la población cubana de la Isla, ya gravemente víctima de las sanciones económicas impuestas por Washington desde 1960, como a la comunidad cubano-americana de los Estados Unidos que ve sus derechos ampliamente recortados.7 A unos meses de las elecciones presidenciales, el presidente estadounidense quiso ganarse los favores de la Florida y de su fuerte electorado contrarrevolucionario.

En realidad, el Sr. Otto Reich, uno de los más influyentes representantes de la derecha neofascista cubana, profundamente comprometido en el terrorismo internacional contra Cuba y antiguo enviado especial de la Casa Blanca para el hemisferio occidental, es el autor intelectual de dicho informe.8 El Sr. Reich tiene varios antecedentes. Ultraconservador e íntimamente vinculado con la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), estuvo implicado en la guerra de baja intensidad en América Central. Los documentos, ahora desclasificados, del National Security Archive demuestran enteramente su responsabilidad en la campaña terrorista lanzada contra Nicaragua en los años ochenta, notablemente a nivel de las operaciones de propaganda y de guerra psicológica. Fue también el instigador del golpe de Estado del 11 de abril del 2002 contra el Sr. Hugo Chávez, presidente de Venezuela.9

Dividido en seis capítulos, el informe presenta toda una batería de medidas destinadas a derrocar al gobierno cubano, y que entran en vigor el 1ro de junio del 2004. El primer capítulo evoca los medios a instalar para destruir la Revolución cubana. Los otros cinco sentan las bases de la futura Cuba anexionada. Este informe se agrega a las agobiantes sanciones económicas existentes, a la organización de incesantes atentados terroristas que hicieron miles de víctimas cubanas, a la orquestración de una política planetaria de desinformación y a un poderoso lobbying diplomático en la escena internacional. A esto se adiciona la creación de las condiciones necesarias para el surgimiento de una subversión interna, destinada a reducir a cenizas la estructura social revolucionaria.

La primera parte evoca la instalación de un «fuerte programa de apoyo a la sociedad civil cubana», la que debe desempeñar un papel fundamental en la estrategia de destrucción de la Revolución cubana. Por «sociedad civil», las autoridades estadounidenses aluden a ciertos elementos de la población del archipiélago caribeño, dirigidos y financiados por la Sección de intereses nortemaricanos de La Habana (SINA), cuyo objetivo es crear los factores susceptibles de conducir a la desestabilización del país.

Entre las medidas preconizadas, el informe preve un financiamiento de 36 millones de dólares para «la disidencia cubana». Hasta la fecha, el presupuesto afectado a los «grupos de disidentes» era de 7 millones de dólares. A pesar de la detención de 75 personas estipendiadas por el gobierno estadounidense en marzo del 2003, Washington no cede y aumenta los honorarios para los potenciales mercenarios cubanos, así como para las eventuales organizaciones no gubernamentales que promoverían su agenda política.10

En este mismo capítulo se encuentran propuestas que se podrían calificar de estrambóticas, pues ignoran completamente la problemática social de la Isla. Por ejemplo, el informe evoca la posibilidad de proporcionar una asistencia médica a los cubanos mientras que éstos se benefician de una seguridad social universal, designada como una de las más eficientes del mundo por las instituciones internacionales.11 Un programa de educación se propone también a los hijos de «disidentes» quienes podrán estudiar en las universidades latinoamericanas, mientras que la Unesco reconoce que el sistema educativo cubano es un terreno de excelencia.12

Otra iniciativa merece especial atención por su carácter falaz. El gobierno cubano alude a la necesidad de asignar un particular cuidado a los supuestos problemas de los afrocubanos. El país en el cual las discriminaciones raciales forman parte de la herencia nacional, donde el Ku Klux Klan todavía se representa, donde la pena de muerte se aplica esencialmente contra la gente de color, donde la esperanza de vida en los guetos de Harlem, del Bronx o de Chicago es similar a la de Haití o del Bangladesh, pretende preocuparse de la suerte de los cubanos de color.13

Se preve también que un avión militar estadounidense de tipo C-130 Commando Solo, se afecte permanentemente a la transmisión de programas de subversión ya existentes de Radio y TV Martí, pero en gran parte neutralizados por las autoridades cubanas. Además, al interferir en las ondas cubanas, Radio y TV Martí se encuentran en flagrante violación del Derecho Internacional.14 La presencia de un aparato militar cerca de las aguas territoriales cubanas, que no vacilará en violar el perímetro de seguridad de la Isla – como lo hicieron varios aviones de la US Air Force, pilotados por miembros de la organización terrorista Hermanos Al Rescate, controlada por la extrema derecha cubana, el 24 de febrero del 1996 – podría tener graves consecuencias bilaterales y desembocar en una invasión militar de Cuba.15

A ello se añade una directiva eminentemente interesante cuyo objetivo es dañar la industria turística cubana, que es la primera fuente de ingresos del Archipiélago. El gobierno estadounidense preve financiar con 5 millones de dólares las ONG’s de los terceros países que participarían en las campañas de propaganda destinadas a disuadir los turistas de visitar Cuba.16 Ahora bien, en Francia, una organización desempeño un papel extraordinariamente importante en la campaña de calumnias lanzadas contra Cuba. Se trata de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que goza de la alta estima de las autoridades estadounidenses y de la derecha radical cubana. Por otra parte, su secretario general, el Sr. Robert Ménard, no vacila en aceptar las invitaciones de ciertas personalidades del exilio cubano, gravemente involucradas en el terrorismo internacional.17

Recientemente, RSF llevó una campaña de intoxicación en un aeropuerto parisino cerca de los turistas con destino a Cuba. Entonces, forma oficialmente parte de las entidades susceptibles de ser financiadas por Washington. RSF, turbada por la publicación de dicha instrucción, se enclaustró en un extraño silencio. Normalmente, tan rápida en publicar todas las noticias relativas a la Isla, no ha mencionado, hasta la fecha, este informe que fue citado en la prensa del mundo entero. Además, el nombre de la organización es explícitamente evocado en el trabajo redactado por el Sr. Colin Powell, en la página 20.18

Washington decidió también, en nombre de la protección «de los intereses de la política exterior de los Estados Unidos», aumentar la represión contra los ciudadanos estadounidenses que visitarían la «Perla del Caribe», y limitar aún más los escasos intercambios científicos, académicos, culturales y deportivos entre las dos naciones. Separar a los dos pueblo, infrigir el derecho de los estadounidenses a la libre circulación y poner freno a la amistad entre los dos países forma entonces parte «de los intereses de la política exterior de los Estados Unidos». Más allá del déficit de sinceridad y de credibilidad, es lamentable que en el momento en que las autoridades cubanas suavizan cada vez más las condiciones de visita de los emigrados cubanos, la administración Bush refuerza las barreras.19

Para asfixiar económicamente a la población cubana, el envíolas remesas de dinero y paquetes a las familias de cubanos residentes en los Estados Unidos se limitará severamente. Los miembros del gobierno así como los miembros del Partido Comunista Cubano (PCC), no podrán recibir en adelante apoyo éconómico por parte de sus familias estadounidenses. Así, como lo subrayaba una declaración oficial del gobierno cubano, «una madre,por exemplo, de 70 años, deberá renunciar a sus derechos políticos para recibir una remesa» de sus parientes.20 los ciudadanos cubanos de los Estados Unidos sólo podrán, en lo sucesivo, mandar una asistencia financiera a los miembros directos de su familia, según la nueva definición del término dada en el informe. Se excluyen entonces a todos los otros miembros (primo, tía…) salvo los abuelos, padres, hermanos y hermanas, hijos y esposos. Todo contraventor será todavía más sancionado y recompensas se ofrecerán a los delatores que relatarán estos hechos al gobierno estadounidense.21

De ahora en adelante, los ciudadanos cubano-americanos no podrán efectuar más que un viaje de visita a su familia cada tres años contra uno por año hasta la fecha. Los cubanos que emigran a Estados Unidos tendrán que esperar tres años antes de volver a ver a sus parientes en la Isla. La duración de visita se reducirá à 14 días. La suma de dinero diaria que los cubano-americanos podrán gastar en Cuba pasará de 164 dólares a 50 dólares. Los equipajes no podrán superar los 20 kilos, y no será posible comprar un excedente de peso.22

Este conjunto de medidas draconianas violan los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y plantean serias reservans de orden ético y humano. Además, son jurídicamente ilegales pues sólo el Congreso está habilitado para orientar la política cubana de los Estados Unidos. En efecto, desde el 2000, el ejecutivo estadounidense ya no dispone del poder de modificar ciertos aspectos de la política exterior hacia Cuba (en cuanto a los viajes particularmente).23 Washington busca de esta manera, a despecho de su propia legislación, confrontar a la población cubana a privaciones intolerables, con el fin de generar una gran inestabilidad. Este recrudecimiento de las sanciones económicas entra en violación con el Artículo II de la Convención para la Prévención y la Represión del Crimen de Genocidio, aprobada el 9 de diciembre del 1948.24

Varias medidas son evocadas tales como la restricción del otorgamiento de visas para los funcionarios cubanos, el establecimiento en Washington de un «puesto de coordinador para la Transición en Cuba», un estudio para la puesta en aplicación del Título III de la ley Helms-Burton que consiste en atacar jurídicamente a las personas físicas o morales que invertirían en Cuba, y la implicación de terceros países en las campañas contra la Isla socialista.25

El gobierno cubano condenó inmediatamente este plan que calificó de política cínica: «Sus crueles y cobardes medidas impondrán sin duda alguna sacrificios a nuestro pueblo, pero no lograrán detener ni un segundo su marcha hacia los objetivos humanos y sociales que se ha trazado, y nadie quedará desamparado. Cuba no volverá jamás a la horrible, despiadada e inhumana condición de colonia de Estados Unidos».26

Cinco senadores, demócratas, el Sr. Max Baucus de Montana, el Sr. Christopher Dodd de Connecticut, el Sr. Byron Dorgan de Dakota del Norte, y republicanos, el Sr. Mike Enzi de Wyoming y el Sr. Larry Craig de Idaho, condenaron, en una carta enviada a la Casa Blanca, el plan del Sr. Bush y lo calificaron de «absurdo».27 De la misma forma, un grupo de 16 legisladores declaró en un correo al presidente que «las nuevas restricciones relativas a las visitas y a las remesas de dinero son contrarias a los valores norteamricanos y, en el contexto del mandato de la Comisión, envían una señal que los Estados Unidos quieren promover un cambio político en Cuba aumentando las dificultades económicas para las familias cubanas».28

El presidente del grupo demócrata y representante del New Jersey, el Sr. Robert Menéndez, de origen cubano y eminentemente conservador en cuanto a la política de los Estados Unidos para con la Isla más grande de las Antillas, también acusó a Bush «de jugar políticamente con la vida del pueblo cubano en este año electoral». «La necesidad y el timing de una Comisión para Cuba de la Casa Blanca y la publicación de un informe hoy son altamente dudosos y políticamente transparentes» recalcó.29

El Sr. Larry Wilkerson, el secretario general del Sr. Colin Powell, calificó las sanciones económicas estadounidenses contra Cuba como «la política más estúpida del mundo».30 Según él, afectan gravemente la salud de la población cubana y fracasaron en su objetivo. Llamó vivamente a tomar otro rumbo en las relaciones con La Habana.

El Sr. Jeff Flake, congresista republicano quien representa Arizona, criticó violentamente el programa de subversión lanzado por Radio y TV Martí. «Si fuéramos serios en nuestra propuesta de hacer escuchar una voz diferente a la de Castro, por qué no dejaríamos a los norteamericanos que viajaran allí?» dijo. «Después de todo, Castro no puede interferir en una conversación de persona a persona».31

En realidad, las autoridades estadounidenses intentan evitar que sus ciudadanos tomen conciencia del nivel de desarrollo de la sociedad cubana. ¿La razón? Fue evocada por el Sr. Philip Peters, antiguo miembro del Departamento de Estado – bajo las administraciones Reagan y Bush I – y vicepresidente del Lexington Institute. «A fin de cuentas, la razón por la cual la administración no quiere viajes a Cuba es sencilla. No quiere que el pueblo norteamericano entienda, en los diez minutos que seguirán su llegada, que ha sido engañado por su gobierno en cuanto a la realidad cubana» declaró.32

En abril del 2004, los Sres. Barbara y Wally Smith, una pareja de jubilados del Vermont, fueron condenados a pagar 55 000 dólares de multa por visitar Cuba y crear un sitio Internet que relata su estancia. En febrero del 2004, Washington prohibió al famoso cantante cubano del grupo Buena Vista Social Club, el Sr. Ibrahim Ferrer, que viajara a los Estados Unidos para recibir su premio Grammy. Su visita hubiera sido «perjudicial a los intereses estadounidenses» según un comunicado de las autoridades quienes invocaron la sección 212-f de la ley migratoria. Ésta concierne a…los terroristas, asesinos y narcotraficantes.33

Eminentes miembros de la comunidad cubano-americana fustigaron con firmeza el proyecto intervencionista del presidente Bush. El Sr. Alfredo Duran, antiguo miembro del ejército estadounidense quien participó en la invasión de Cuba en Playa Girón en abril del 1961, fundador de la Asociación de los Veteranos de Bahía de los Cochinos, declaró que se trataba de un «informe y de una declaración vergonzosos». «Ello daña a las familias y no representa los valores del Partido Republicano. Al limitar la posibilidad de los cubano-americanos de viajar a Cuba para visitar a sus familias y la suma que pueden gastar allí, estas políticas castigan a los parientes» agregó.34

El conservador periódico inglés Financial Times criticó también las nuevas formas de castigo contra la población cubana. «Este nuevo giro refleja la presión de los lobbies de los cubano-americanos de derecha más extremistas y constituye exactamente lo contrario de lo que es necesario para promover la apertura, la tolerancia y la democracia en Cuba. (…) Ello representa un distorsión de las prioridades de la política exterior. A causa de lo que un congresista describió, con toda razón, como una ‘obsesión extraña hacia Cuba’, recursos que son imprescindibles para la lucha contra el terrorismo serán desbloqueados para un política de sanciones. Y está casi asegurada de fracasar. En una palabra, el Sr. Bush estuvo mal asesorado de optar por una política que combina la ideología y el corto plazo político más estrecho».35

Incluso México, fiel aliado de los Estados Unidos, cuyas relaciones con Cuba se deterioraron bastante desde algunas semanas, condenó el informe madiante su presidente, el Sr. Vicente fox. «México no se sumará, de ninguna manera, a esa propuesta que se ha hecho en contra de la soberanía de Cuba y no aceptaremos tampoco injerencias en aquel país de parte de algún otro país» declaró.36

Sólo los miembros de la ultraderecha cubana se felicitaron por las medidas tomadas contra la población cubana tales como los congresistas Ileana Ros-Lethinen y Lincoln Díaz-Balart. Cegados por una aversión contrarrevolucionaria de más de cuatro décadas, siempre han relegado el bienestar de los cubanos al último rango de sus prioridades. «Son medidas encaminadas a lograr la democracia en Cuba y muchas de ellas estaban planteadas en la carta que nosotros enviamos a la Casa Blanca el año pasado» enfatizó la Sra. Ileana Ros-Lethinen.37

El 14 de mayo del 2004, luego del llamamiento de las autoridades, varios millones de cubanos desfilaron en las calles de La Habana y de las otras ciudades de la Isla, en signo de protesta contra la política de la actual administración estadounidense. Para prevenirse contra una eventual intervención militar, el gobierno socialista tomó medidas de excepción, consideradas necesarias en la nación que ha sufrido la campaña internacional de terrorismo más larga de la historia.38

¿Cuál será la próxima etapa? ¿La invasión militar de la nación por las tropas estadounidenses después de un «incidente» manufacturado» por Washington, y facilitado por la puesta a disposición permanente de un avión de guerra sobre Cuba? El congresista demócrata de Nueva York, el Sr. José Serrano, aludió por otra parte a esta eventualidad: «¿Qué pasaría si empezamos a sobrevolar la Isla, como ello podría suceder, conociendo a esta administración? Eso podría constituir un medio de provocar una respuesta de La Habana con el fin de tener una excusa para atacar Cuba».39

La comunidad y la prensa internacionales deben denunciar este plan que atenta contra la soberanía y la independencia de Cuba, y que intenta rendir por hambre a toda una población en nombre de la «democracia». En el caso contrario, tendrán una gran responsabilidad en caso de agresión militar estadounidense contra el pueblo cubano.

Notas

1 Salim Lamrani, » Les sanctions économiques contre Cuba : objectifs d’une politique impériale «, RISAL, 10 de noviembre del 2003. www.risal.collectifs.net/article.php3?id_article=735 (sitio consultado el 12 de mayo del 2004).

2 Granma, » Bush persigue más a quienes viajan a Cuba que a Bin Laden «, 29 de abril del 2004. www.granma.cu/espanol/2004/abril/juev29/bush-e.html (sitio consultado el 30 de abril del 2004).

3 Max Baucus, » Baucus Calls Bush Cuba Policy ‘Absurd’ «, Senate.gov, 6 de mayo del 2004. www.senate.gov/~baucus/Press/04/05/2004506C41.html (sitio consultado el 14 de mayo del 2004).

4 United States Department of State, Patterns of Global Terrorism 2003 (Washington : United States Department of State, abril del 2004), p. 86. www.state.gov.documents/organization/31912.pdf (sitio consultado el 30 de abril del 2004).

5 David Usborne, » Rumsfeld Loosened Interrogation Rules, Claims ‘New Yorker’ «, The Independent, 17 de mayo del 2004. www.news.independent.co.uk/world/americas/story.jsp?story=522047 (sitio consultado el 17 de mayo del 2004) ; Ignacio Ramonet, » Images et bourreaux «, Le Monde Diplomatique, junio del 2004 : 1.

6 United States Department of State, Patterns of Global Terrorism 2003, op. cit., p.88 ; El Nuevo Herald, » Cuba aún mantiene vínculos con organizaciones terroristas «, 30 de abril del 2004. www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/8552703.htm (sitio consultado el 30 de abril del 2004).

7 Colin L. Powell, Commission for Assistance to a Free Cuba, (Washington : United States Department of State, mayo del 2004). www.state.gov/documents/organization/32334.pdf (sitio consultado el 7 de mayo del 2004).

8 Rui Ferreira, » La última misión de Otto Reich «, El Nuevo Herald, 8 de mayo del 2004. www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/8616852.htm (sitio consultado el 9 de mayo del 2004).

9 The National Security Archive, Public Diplomacy and Covert Propaganda. The Declassified Record of Ambassador Otto Juan Reich (Washington D. C. : United States Department of State, 2 de marzo del 2001) ; James Petras, » The Coup Was Directed by the White House «, Socialist Worker, 9 de mayo del 2002. www.zmag.org/content/LatinAmerican/petrassocwork.cfm (sitio consultado el 25 de febrero del 2003).

10 Colin L. Powell, op. cit., p. 22.

11 Ibid. ; Dan Erikson, Annie Lord & Peter Wolf, Cuba’s Social Services : A Review of Education, Health, and Sanitation (Washington : World Bank, 2002), p. 3.

12 Colin L. Powell, op. cit., p. 23 ; Latin American Laboratory for Evaluation and Quality of Education, » Learning in Latin American «, UNESCO, 3 de septiembre del 1999. www.unesco.org/education/educnews/99-09-03/latinlab.htm (sitio consultado el 10 de marzo del 2003).

13 Colin L. Powell, op. cit., p. 23.

14 Ibid., p.28.

15 Mabell Dieppa, » Basulto : U.S. Conspired with Cuba «, The Miami Herald, 18 de enero del 1997 ; La Jornada, » Los anticastristas quieren llevar a Clinton a la guerra, advierte Fidel «, 3 de marzo del 1996 ; Wayne S. Smith, » The U.S.-Cuba Imbroglio. Anatomy of a Crisis «, Center for International Policy, mayo del 1996. www.us.net/cip/imbroglio.htm (sitio consultado el 7 de marzo del 2003).

16 Colin L. Powell, op. cit., pp. 25, 32.

17 Salim Lamrani, » Reporters sans frontières et la droite radicale de Floride : une alliance au grand jour «, RISAL, 2 de febrero del 2004. http://risal.collectifs.net/article.php3?id_article=823 (sitio consultado el 20 de marzo del 2004).

18 Reporters sans frontières, » Le Comité de soutien à Raúl Rivero distribue des livres aux touristes en partance pour Cuba «, 27 de marzo del 2004. www.rsf.org/article.php3?id_article=9662 (sitio consultado el 2 de abril del 2004).

19 Colin L. Powell, op. cit., p. 32 ; Isabel García Zarza, » Devuelven la ciudadanía a siete veteranos de Bahía de Cochinos «, El Nuevo Herald, 22 de mayo del 2004. www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/8727210.htm (sitio consultado el 25 de mayo del 2004).

20 Comité Central del Partido Comunista de Cuba, » Brutal Political and Economic Measures Against our Country and Against Cubains Resident in the United States «, 7 de mayo del 2004. www.cubaminrex.cu/English/currentissues/Dec-PCC-Gov.htm (sitio consultado el 12 de mayo del 2004).

21 Colin L. Powell, op. cit., p. 40.

22 Ibid., p.41.

23 Francisco Aruca, » Una entrevista en La Habana «, Progreso Semanal, 27 de mayo-2 de junio del 2004. www.progresosemanal.com/index.php?progreso=FranciscoAruca&otherweek=1085634000 (sitio consultado el 28 de mayo del 2004).

24 Haut-commissariat aux droits de l’homme, » Convention pour la prévention et la répression du crime de génocide «, Nations Unies, 9 de diciembre del 1948. http://193.194.138.190/french/html/menu3/b/p_genoci_fr.htm (sitio consultado el 10 de marzo del 2004).

25 Colin L. Powell, op. cit., p. 52.

26 Comité Central del Partido Comunista de Cuba, op. cit.

27 New York Times, » Bush Vows to Hasten End to Castro’s Rule in Cuba «, 7 de mayo del 2004. www.nytimes.com/reuters/politics/politics-cuba-bush.html (sitio consultado el 8 de mayo del 2004).

28 New Zealand Herald, » US Report Seen Calling for Tougher Cuba Embargo «, 6 de mayo del 2004. www.nzherald.co.nz/latestnewsstory.cfm?storyID=3564894&thesection=news&thesubsection=world (sitio consultado el 8 de mayo del 2004).

29 Peter Slevin, » White House Moves to Tighten Cuba Travel, Money Restrictions «, Washington Post, 7 de mayo del 2004 : A28. www.washingtonpost.com/wp-dyn/articles/A6549-2004May6.html (sitio consultado el 8 de mayo del 2004).

30 Krishnadev Calamur & Eliza Barclay, » U.S. Announces Anti-Cuba Measures «, Washington Times, 6 de mayo del 2004. http://washingtontimes.com/upi-breaking/20040506-053915-4856r.htm (sitio consultado el 8 de mayo del 2004).

31 Peter Slevin, op. cit.

32 Dan Griswold, » Will U.S. Trade with Cuba Promote Freedom or Subsidize Tyranny ? «, Cato Institute Policy Forum, 25 de julio del 2002, 37. www.cato.org/events/transcript/020725et.pdf (sitio consultado el 4 de noviembre del 2002).

33 Douglas Starr, » Tightening the Screws on Cuba «, The Boston Globe, 18 de mayo del 2004. www.iht.com/articles/520459.html (sitio consultado el 20 de mayo del 2004).

34 Peter Slevin, op. cit.

35 Financial Times, » Leader : A Cuban Dead-End «, 10 de mayo del 2004. http://search.ft.com/search/article.html?id=040510000214&query=Cuba&vse_appId=totalSearch&state=Form (sitio consultado el 11 de mayo del 2004).

36 Rui Ferreira, » La última misión de Otto Reich «, op. cit.

37 Pablo Alfonso, » Severas medidas contra Castro «, El Nuevo Herald, 7 de mayo del 2004. www.miami.com/mld/elnuevo/8608187.htm (sitio consultado el 8 de mayo del 2004).

38 Granma » Fidel encabeza gigantesca marcha en La Habana. Bush carece de autoridad moral para hablar de Cuba «, 14 de mayo del 2004. www.granma.cu/espanol/2004/mayo/vier14/fidelmarcha.html (sitio consultado el 17 de mayo del 2004).

39 Albor Ruiz, » Bush Is Wrong to Slam Cuba «, New York Daily News, 9 de mayo del 2004. www.nydailynews.com/boroughs/story/191433p-165512c.html (sitio consultado el 11 de mayo del 2004).