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Referéndum en Egipto, ¿una operación cosmética?

Fuentes: Periodismo Humano

Mensajes de egipcios leídos en redes sociales en Internet: -Votaré NO porque quiero una Constitución que promueva la igualdad -Los cambios propuestos para cambiar la Constitución son demasiado pequeños, llegan demasiado pronto -Deseando votar en el referéndum del sábado -He convencido a mucha gente para que voten NO pero no consigo convencer a mi padre […]

Mensajes de egipcios leídos en redes sociales en Internet:

-Votaré NO porque quiero una Constitución que promueva la igualdad

-Los cambios propuestos para cambiar la Constitución son demasiado pequeños, llegan demasiado pronto

-Deseando votar en el referéndum del sábado

-He convencido a mucha gente para que voten NO pero no consigo convencer a mi padre

-Cuando el Che dijo «hasta la victoria siempre», realmente quería decir «hasta la victoria completa siempre». Vota NO este sábado

Egipto vota este sábado en un referéndum clave para su transición política. Se trata de decir sí o no a una reforma constitucional que ha sido elaborada por una comisión de expertos elegidos por la propia Junta militar que gobierna de forma transitoria el país.

Esa reforma introduce once modificaciones en nueve artículos de la actual Carta Magna, a través de las cuales se facilita el acceso a la candidatura presidencial -hasta ahora muy limitado- y se impone un máximo de dos mandatos de cuatro años cada uno al futuro jefe de Estado.

Otros cambios establecen la supervisión de las próximas elecciones por jueces, para evitar manipulaciones y falsificaciones habituales durante el régimen de Mubarak.

Suena bien, pero tiene trampa. Buena parte de las agrupaciones políticas y de los movimientos sociales que apoyaron la revolución se han mostrado contrarios a esta reforma constitucional.

La consideran insuficiente; entre otras cosas, denuncian que con ella el futuro presidente podrá elegir prácticamente a dedo a los miembros de la comisión a cargo de elaborar la futura Constitución.

La Coalición Revolución 25 de enero, el movimiento Kefaya y la agrupación 6 de abril , impulsores todo ellos de las protestas que provocaron el derrocamiento de Mubarak, han hecho campaña por el no porque considera que este referéndum «es un intento de abortar la revolución».

Apuestan por que se redacte una Constitución complemente nueva basada en la democracia, la libertad y la justicia social y en la que se refleje el contexto social, cultural y político generado por el proceso revolucionario que está teniendo lugar en Egipto.

Para ello proponen que sea una asamblea fundacional la que se encargue de elegir las bases de esa Carta Magna y, tras ello, convocar elecciones parlamentarias y presidenciales.

No son los únicos. El ex director de la OIEA Mohamed El Baradei -y futuro candidato presidencial según él mismo ha anunciado- ha dicho que este referéndum es un insulto a la revolución egipcia y «que desembocará en un parlamento defectuoso».

También lo rechazan los partidos de izquierdas Tagammu, el Frente Democrático y el partido nasserista, así como el liberal centrista Ghad y los nacionalistas liberales del Wafd.

Incluso el secretario general de la Liga Árabe Amr Musa, nada sospechoso de ser un revolucionario, ha denunciado que «conservar la antigua Constitución daría al futuro presidente amplios poderes, a lo que el pueblo se opone en su búsqueda de democracia y libertad».

Algunas de las agrupaciones que optan por el NO también critican el artículo dos de la Constitución y exigen que sea suprimido de inmediato. Este artículo indica que el Islam es la religión del Estado egipcio y que la jurisprudencia islámica es la principal fuente de legislación.

QUIÉNES APOYAN EL SÍ

Apoyan este «parcheo» provisional de la Constitución el partido de Mubarak -Partido Nacional Democrático- los Hermanos Musulmanes y el partido Wasat, una escisión de la hermandad musulmana.

Algunas agrupaciones que han participado en el proceso revolucionario consideran que este referéndum impulsa un proceso demasiado rápido hacia unas elecciones en las que los Hermanos Musulmanes podrían acaparar apoyos con más facilidad que otros partidos de reciente creación.

La Hermandad Musulmana, prohibida durante el régimen pero aún así estructurada y organizada, lleva ya años actuando como formación política a pesar de que sus candidatos, para no ser apartados del proceso electoral, tenían que presentarse como independientes.

¿Y SI GANA EL NO?

Si ganara el no, la Junta militar emitiría un decreto constitucional temporal hasta la celebración de las elecciones parlamentarias y presidenciales, que en vez de celebrarse en septiembre, se pospondrían hasta diciembre y principios de 2012.

Buena parte de las fuerzas de oposición a Mubarak apuestan por un gobierno de transición civil y no militar. Es decir, por el traspaso del poder de los militares a un consejo presidencial formado por tecnócratas y juristas, aunque algunos no descartan que pudieran permanecer en él algunos militares.

Lo que está en juego en este referéndum es parte de la esencia de la futura democracia del país.

Quienes participan del proceso revolucionario egipcio son conscientes de que si posponen demandas, puede que nunca llegue el momento de exigirlas; de que reformas que ahora se presentan como provisionales o transitorias podrían terminar siendo definitivas. No están dispuestos a aceptar un simple cambio cosmético .

Quieren una transición que no dé la espalda al pasado, que juzgue a los torturadores, represores y corruptos, que despeje el camino a un futuro sin corrupción ni represión, con derechos laborales y salarios dignos para los trabajadores, y con un gobierno independiente de las políticas de Israel y de Estados Unidos.

Por todo ello siguen sucediéndose las manifestaciones, las protestas y las huelgas en todo el país. Y por eso son tantas las formaciones que piden el NO para el referéndum de este 19 de marzo.

Puede que la apuesta por la revolución les salga bien o mal, pero de lo que están convencidos es de que tienen que defenderla.

www.minotauro.periodismohumano.com