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Un general que pasó por la OTAN dirigirá el Ejército turco

Relevo de la cúpula militar en Turquía

Fuentes: El Periódico

El Consejo Militar Supremo y el presidente turco, Abdulá Gül, aprobaron ayer el nombramiento de Ilker Basbug como nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército en sustitución de Yasar Büyükanit, que se jubilará a final de mes. Basbug nació en 1943 en la región Egea de Turquía de una familia de emigrantes de Macedonia, hecho […]

El Consejo Militar Supremo y el presidente turco, Abdulá Gül, aprobaron ayer el nombramiento de Ilker Basbug como nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército en sustitución de Yasar Büyükanit, que se jubilará a final de mes.

Basbug nació en 1943 en la región Egea de Turquía de una familia de emigrantes de Macedonia, hecho destacado por la prensa turca, que además lo define como un hombre de gustos refinados y mayor altura intelectual que su predecesor.

El nuevo jefe de la cúpula castrense se graduó en 1962 en la Academia Militar y ha dedicado toda su vida al Ejército. Sirvió a las órdenes de la OTAN en el cuartel general de Bélgica, donde desempeñó funciones en la oficina de espionaje y en el departamento de logística durante varios años.

Basbug es un firme partidario de la profesionalización del Ejército turco –uno de los más numerosos del mundo, aunque con armamento atrasado–, al menos de los comandos que luchan contra el grupo armado kurdo PKK. Por lo demás, los expertos señalan que no habrá un cambio importante entre el mandato de Basbug y el de Büyükanit.

Como novedad, la última reunión semestral del Consejo Militar Supremo concluyó, por primera vez desde que gobierna el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), sin que ningún miembro de las Fuerzas Armadas fuese expulsado por actividades «contrarrevolucionarias», es decir, religiosas, una forma que tenía la cúpula militar de indicar a Erdogan que permanece vigilante en el tema del laicismo. Este hecho puede significar que, en cierto modo, el Ejército ha enterrado el hacha de guerra que hasta ahora blandía ante el Ejecutivo islamista liberal.

De hecho, las relaciones entre el estamento castrense y el Gobierno han sido tranquilas desde que el partido de Erdogan arrasó en las elecciones de julio del pasado año y los generales, probablemente, se dieron cuenta de que su estrategia de presión había fallado estrepitosamente. El entendimiento en el tema de la lucha contra el PKK y en el norte de Irak ha facilitado la cohabitación. Precisamente una de las exigencias de la UE es que Turquía reduzca la influencia de los militares en la política, una de las cuestiones que más ha criticado Basbug, quien también se opone a permitir la enseñanza en kurdo.

El Consejo Militar Supremo y el presidente turco, Abdulá Gül, aprobaron ayer el nombramiento de Ilker Basbug como nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército en sustitución de Yasar Büyükanit, que se jubilará a final de mes.

Basbug nació en 1943 en la región Egea de Turquía de una familia de emigrantes de Macedonia, hecho destacado por la prensa turca, que además lo define como un hombre de gustos refinados y mayor altura intelectual que su predecesor. El nuevo jefe de la cúpula castrense se graduó en 1962 en la Academia Militar y ha dedicado toda su vida al Ejército. Sirvió a las órdenes de la OTAN en el cuartel general de Bélgica, donde desempeñó funciones en la oficina de espionaje y en el departamento de logística durante varios años.

Basbug es un firme partidario de la profesionalización del Ejército turco –uno de los más numerosos del mundo, aunque con armamento atrasado–, al menos de los comandos que luchan contra el grupo armado kurdo PKK. Por lo demás, los expertos señalan que no habrá un cambio importante entre el mandato de Basbug y el de Büyükanit.

Como novedad, la última reunión semestral del Consejo Militar Supremo concluyó, por primera vez desde que gobierna el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), sin que ningún miembro de las Fuerzas Armadas fuese expulsado por actividades «contrarrevolucionarias», es decir, religiosas, una forma que tenía la cúpula militar de indicar a Erdogan que permanece vigilante en el tema del laicismo. Este hecho puede significar que, en cierto modo, el Ejército ha enterrado el hacha de guerra que hasta ahora blandía ante el Ejecutivo islamista liberal.

De hecho, las relaciones entre el estamento castrense y el Gobierno han sido tranquilas desde que el partido de Erdogan arrasó en las elecciones de julio del pasado año y los generales, probablemente, se dieron cuenta de que su estrategia de presión había fallado estrepitosamente. El entendimiento en el tema de la lucha contra el PKK y en el norte de Irak ha facilitado la cohabitación. Precisamente una de las exigencias de la UE es que Turquía reduzca la influencia de los militares en la política, una de las cuestiones que más ha criticado Basbug, quien también se opone a permitir la enseñanza en kurdo.