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René, ¡al fin libre!

Fuentes: Areito Digital

Al fin, después de casi quince años de injusto y arbitrario encarcelamiento, exactamente 14 años, 7 meses y 3 semanas, el viernes 3 de mayo pasado, el gobierno de Estados Unidos a través de una orden de la jueza Joan Lenard, del Tribunal de Distrito del Sur de la Florida, de hecho le concedió a […]

Al fin, después de casi quince años de injusto y arbitrario encarcelamiento, exactamente 14 años, 7 meses y 3 semanas, el viernes 3 de mayo pasado, el gobierno de Estados Unidos a través de una orden de la jueza Joan Lenard, del Tribunal de Distrito del Sur de la Florida, de hecho le concedió a René González, uno de nuestros Cinco hermanos, su libertad.

 

El 3 abril pasado René presentó a través de su tenaz abogado Phillip Horowitz una petición a la jueza Lenard para poder ir a Cuba por dos semanas para estar presente en un servicio que se haría conmemorando a su padre muerto en La Habana hace aproximadamente dos meses. René llegó a La Habana el 22 de abril pasado y hubiera tenido que regresar a Estados Unidos el siguiente 6 de mayo.

 

El 29 de abril pasado, durante su visita a su familia en Cuba, René presentó al tribunal a través de su abogado una petición suplementaria a su moción para modificar las condiciones de su libertad supervisada de tres años, la que comenzó a cumplir en octubre de 2011, cuando terminó de cumplir en prisión su condena de quince años. En esta petición René propuso al tribunal su disposición de presentarse en la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana y hacer renuncia formal de su ciudadanía estadounidense. René nació en Chicago y por tanto es ciudadano de Estados Unidos por nacimiento; también es ciudadano de Cuba por voluntad propia.

 

De acuerdo a las leyes estadounidenses esta renuncia de su ciudadanía estadounidense permitiría al tribunal decidir, como lo hizo, a que René cumpliera el resto de su condena de tres años de libertad supervisada [18 meses restantes] en Cuba sin tener que presentarse a ninguna autoridad estadounidense. A René se le exige nunca más volver a entrar a Estados Unidos, condición que René mismo había propuesto al tribunal anteriormente.

 

La jueza Lenard tomó esta decisión un día después que el 2 de mayo pasado el gobierno de Estados Unidos, representado por la fiscalía, no se opuso a la petición de René de renunciar a su ciudadanía estadounidense y permanecer en Cuba. En su orden del 3 de mayo pasado la jueza Lenard anotó que la fiscalía en su respuesta indicó que el FBI es de la opinión que los intereses nacionales de Estados Unidos se aseguraban si René durante su visita a Cuba renunciaba a su ciudadanía estadounidense y no regresaba a Estados Unidos.

 

De acuerdo a declaraciones hechas por René a la prensa en La Habana él ya comenzó los trámites ante los funcionarios consulares en la Sección de Intereses en La Habana para hacer renuncia formal de su ciudadanía estadounidense. Como de acuerdo a la orden del tribunal que le permitió viajar recientemente a Cuba René tenía que regresar a Estados Unidos el pasado 6 de mayo, la jueza Lenard extendió una orden permitiendo a René permanecer en Cuba hasta el 16 de mayo próximo fecha en la que se supone los trámites de renuncia de su ciudadanía estadounidense estarán completados.

Para completarlos el Departamento de Estado de Estados Unidos tiene que extender, en este caso a René, un certificado de «pérdida de nacionalidad», haciéndose así oficial, de acuerdo a la ley, el trámite de renuncia de la ciudadanía estadounidense. Para el 23 de mayo próximo el abogado de René tendrá que presentar al tribunal un informe sobre su renuncia a su ciudadanía estadounidense y una copia certificada del documento extendido por el Departamento de Estado asegurando la «pérdida de nacionalidad» de René. Completándose así las condiciones de la orden de la jueza Lenard sobre este asunto emitida el pasado 3 de mayo.

 

René, en días recientes declaró en La Habana: «…es una lucha, es una experiencia terrible, pero de la que uno, si se lo propone, puede salir. Aquí estoy yo, y los otros cuatro están en la misma disposición de seguir luchando. Lo importante es saber que son 15 años, que multiplicados por cuatro son 60; bueno, conmigo son75 años, en conjunto, de injusticia; robados a cinco familias cubanas, robados a cinco cubanos que debíamos estar aquí, y creo que es importante que no olvidemos eso. Aunque lo más importante es que tenemos que seguir luchando para que ellos regresen. Van a resistir, no se van a doblegar, pero tenemos que traerlos».

Y Ramón Labañino, en nombre de sus otros cuatro hermanos, escribió sobre la libertad de René: «Nos embarga la alegría. En su presencia estamos los Cinco. En cada acción que realice por el bien de Cuba y la humanidad, en sus nuevas responsabilidades y tareas, en sus nuevas misiones y sueños. Allí estaremos hasta que finalmente los Cinco nos encontremos libres en aquella tierra que tanto amamos».

A todas las mujeres y hombres de buena voluntad en el mundo que conocen de esta gran injusticia en contra de los Cinco perpetrada por los gobiernos de Estados Unidos, especialmente aquellas y aquellos que por años hemos luchado y continuaremos luchando, como maldición gitana, hasta verlos a todos ellos libres, también, como escribiera Ramón, con esta victoria nos embarga la alegría.