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Roberto Zurbano, Esteban Morales y mi propia negritud

Fuentes: Progreso Semanal

 Recientemente leí las palabras traducidas del inglés al español que le publicaron a Roberto Zurbano en el New York Times, con algunas discrepo y otras me parecen aciertos totales.  Zurbano tiene todo el derecho de expresarse donde más le plazca, y es consabido que preparación le sobra para saber qué expresa y cómo lo expresa. […]

 Recientemente leí las palabras traducidas del inglés al español que le publicaron a Roberto Zurbano en el New York Times, con algunas discrepo y otras me parecen aciertos totales.  Zurbano tiene todo el derecho de expresarse donde más le plazca, y es consabido que preparación le sobra para saber qué expresa y cómo lo expresa. Nos ha deleitado con su palabra en distintos momentos y se ha convertido en uno de los más representativos de nuestros intelectuales negros en los medios de difusión masiva (digo negro porque de color somos todos, aun no conozco a trasparentes).

Discrepo con él plenamente en la afirmación que hizo de que la Revolución no ha empezado para los negros. Lo hago porque mi abuelo estuvo en la década del 50 en el parque Vidal de Santa Clara y los negros no podían subir a la acera donde solo estaban los blancos. Discrepo porque mi abuela siendo empleada doméstica no podía comer en la misma de  los blancos y no por que la vajilla fuera para ocasiones especiales.

Discrepo con Zurbano porque la Revolución ha tratado mucho de eliminar el racismo en Cuba, y digo tratar porque no lo ha eliminado. Estoy de acuerdo con Zurbano en que queda mucho camino en el debate sobre el racismo en Cuba, donde se piensa que por no hablar de este fenómeno va a desparecer por arte de magia, esto es cuanto menos una ingenuidad.

Si en las cárceles y los barrios más insalubres los negros somos mayoría, en cambio en las universidades somos minoría. Este fenómeno hay que reconocerlo y debatirlo seriamente. Necesitamos un abordaje serio al asunto de la racialidad en Cuba, que se denuncien los actos de racismo cuando ocurran, es duro sufrir el racismo y no poder denunciarlo porque no hay espacios para ello.

Esteban Morales * en sus numerosos ensayos nunca ha tomado a la ligera el tema de la racialidad en Cuba, me parece que él es un punto de referencia mucho mejor que Zurbano y digo esto por lo que han publicado ambos. Esteban Morales nos puede hablar con mucha soltura de negros, blancos y no blancos. Nos hace comprender que una de las cosas que más nos enriquece como cubanos es nuestra diversidad y unidad, que debemos aprender a convivir con nuestra propia racialidad como país.

El racismo existe aunque se destine un porciento de cargos a negros o no blancos. Zurbano dijo cosas que no comulgo y otras muy acertadas pero defiendo el derecho que tiene de poder expresar su opinión donde sea. Desconozco el motivo de su destitución, pero espero que no tenga relación directa con el dichoso artículo. ¿Acaso abofeteamos al que sinceramente dice lo que piensa?

Debemos temer al que calla y evita decir lo que piensa, estas posiciones esconden oportunismos y otras miserias humanas. Por mucho que se haya equivocado, Zurbano es alguien que habla con franqueza sobre nuestra realidad y eso es algo que debemos reconocer y respetar. Pese a su error, pero si a cada funcionario cubano que tiene un desliz le vamos a destituir, a estas alturas no tendríamos dirigente alguno, y en toda la pirámide política cubana, no hay un solo político que no se haya equivocado. Debemos dar el margen al error también. Y están son mis ideas, las ideas de un negro joven cubano.

 (*)Esteban Morales Domínguez (sin parentesco con el autor de este artículo) es uno de los más prominentes intelectuales negros de Cuba y una autoridad en la cuestión racial. Su blog se puede acceder en http://estebanmoralesdominguez.blogspot.com/

Fuente: http://progreso-semanal.com/ini/index.php/cuba/6756-roberto-zurban-esteban-morales-y-mi-propia-negritud