«La maldad ha aterrizado», declara la portada de The New York Daily News sobre una foto de Mahmoud Ahmadinejad, el presidente de Irán, que aun antes de llegar ya era el centro de atención sobre los otros aproximadamente 80 jefes de Estado que se congregan aquí para la Asamblea General de la Organización de Naciones […]
«La maldad ha aterrizado», declara la portada de The New York Daily News sobre una foto de Mahmoud Ahmadinejad, el presidente de Irán, que aun antes de llegar ya era el centro de atención sobre los otros aproximadamente 80 jefes de Estado que se congregan aquí para la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
Desde hace días Ahmadinejad ya había provocado un intenso debate. Su solicitud de visitar la zona cero y poner una ofrenda para conmemorar el 11-S fue rechazado por «razones de seguridad» por el gobierno de la ciudad de Nueva York. Políticos y otras figuras reconocidas se pronunciaron contra cualquier posibilidad de que al líder iraní le sea permitido acercarse a «ese terreno sagrado».
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, declaró: «es el presidente de un país que es probablemente el mayor patrocinador del terrorismo; es alguien que ha hablado de remover del mapa a otros países».
Su invitación a un foro académico en la Universidad de Columbia provocó protestas y denuncias. Frente a la ONU, ya hay manifestaciones en contra del iraní. Pareciera que no existieran los otros jefes de Estado que se están reuniendo esta semana en la Asamblea General, ni que el propio presidente George W. Bush arribó esta tarde, ni que hoy se celebró un foro sobre la crisis ambiental del planeta con tan distinguida participación. Ahmadinejad es la nota.
A pesar de intensa presión de agrupaciones sionistas y otras, y de las denuncias de políticos locales, varios legisladores federales, algunos candidatos presidenciales y protestas en los medios locales y nacionales y en las calles, la Universidad de Columbia procedió con el foro con el iraní.
Fue caracterizado de «terrorista», de hombre que niega el Holocausto, que desea ver la destrucción de Israel y que está construyendo una bomba nuclear.
Unos indicaron que está «matando a estadunidenses», en referencia a las acusaciones de que su gobierno está apoyando y armando a la insurgencia en Irak. Tal vez lo más notable fue que estas acusaciones no provinieron sólo de los políticos y activistas, sino también de periodistas y otros académicos.
El moderador y decano interino de la Escuela de Asuntos Internacionales John Coatsworth se mantuvo firme en defender la libertad de expresión y de intercambio de ideas en la academia. Insistió: «les guste o no, éste es un tipo importante».
El rector de la universidad, Lee Bollinger, defendió el acto por el principio de la «libertad académica». Ambos subrayaron la necesidad de escuchar a los «adversarios». The Daily News dedicó hoy su editorial a atacar a Coatsworth y pedir que la universidad no le dé plaza permanente de decano, por su posición.
En el foro, Bollinger cuestionó severamente a Ahmadinejad, comentando que sus acciones lo pintan como un «dictador pequeño y cruel». Éste respondió que «hubo muchos insultos» a la inteligencia de los reunidos en un foro académico, y criticó de «incorrectas» muchas de las versiones que circulan como si fueran verdad sobre Irán en este país.
En la república islámica no hay homosexuales, dice el mandatario
La satanizacion de Ahmadinejad ha sido cultivada durante meses tanto por el gobierno de George W. Bush y organizaciones sionistas como por el propio líder de Irán, que ha hecho declaraciones que han nutrido la denuncia de sus políticas (hoy, por ejemplo, rechazó que hubiera homosexuales en su país al responder a críti-cas de la represión de esa comunidad; y aunque esta vez no negó la existencia del Holocausto, tampoco corrigió declaraciones anteriores).
Washington ha reiterado sus acusaciones de que Irán sigue desarrollando la capacidad nuclear para fines bélicos y está asistiendo a las fuerzas chiítas en Irak en su insurgencia contra la ocupación estadunidense.
El domingo, el programa 60 Minutes de CBS News trasmitió una entrevista con el líder iraní donde declara: «no necesitamos una bomba nuclear. ¿Qué necesidad tenemos de una bomba. En las relaciones políticas hoy día, la bomba nuclear no tiene ningún uso».
Han circulado versiones de que desde hace meses Estados Unidos tiene planes para provocar una guerra o atacar a Irán. De hecho, Newsweek reveló esta semana que el vicepresidente Dick Cheney había considerado solicitar que Israel lanzara un ataque contra instalaciones nucleares en Irán para causar la conflagración.
Sin embargo, Ahmadinejad insistió en su entrevista con CBS que «es un error pensar que Irán y Estados Unidos están encaminados hacia la guerra. ¿Quién lo dice? ¿Por qué deberíamos ir a la guerra? No hay ninguna guerra que se aproxime».
Ahmadinejad se presentará ante la Asamblea General el martes, como parte de una larga lista de oradores en el rito anual de la ONU en el que se reúne gran parte de los mandatarios del mundo para, una vez más, abordar los grandes temas de paz, derechos humanos, desarrollo y medio ambiente.
Por cierto, hoy, en la cumbre sobre el medio ambiente, donde se abordó el cada vez más urgente tema del cambio climático, los jefes de Estado expresaron sus preocupaciones, hubo compromisos para hacer algo (el tema será en verdad abordado en una conferencia mundial a celebrarse en Bali en unos meses), pero había un mandatario ausente durante todo el programa del día. El presidente Bush decidió no presentarse hasta la cena esta noche.
Pero su llegada a esta ciudad causó poca, si algo, atención. La ciudad, y la ONU, sólo tenían una estrella hoy: el presidente de Irán.