Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Estoy seguro que voy a necesitar tiempo poder procesar todo lo que sucedió la pasada semana y lo que va de esta en El Cairo con la Marcha por la Libertad de Gaza (MLG), pero aquí van mis primeros pensamientos y sentimientos. Quiero dejar claro que estas líneas expresan mis propias opiniones y reflexiones y que seguramente no son las mismas que podrían escribir los otros 1.300 compañeros que estaban en El Cairo. No obstante, por si sirviera para algo, ahí van:
Para mí, toda la experiencia política que hemos tenido que vivir aquí con CODEPINK ha sido francamente desagradable e indignante. Voy a ser honesto, no participé en muchas de las protestas que tuvieron lugar en El Cairo porque me surgieron serias dudas acerca de cómo se estaban haciendo las cosas y de por qué la Marcha se vino realmente abajo y todo se enmarañó una vez que la gente comprendió que nuestras posibilidades de entrar en Gaza eran prácticamente nulas. Desde la primera reunión que mantuvimos en la Plaza Tahrir, a las personas que íbamos a permanecer más tiempo en Gaza (después del 2 de enero) se les dijo que no participaran en ninguna de las manifestaciones porque si conseguíamos de alguna manera encontrar una vía para entrar en Gaza, si teníamos algún antecedente o alguna historia de problemas con los egipcios, eso eliminaría cualquier posibilidad de entrar. Se nos dijo que «nos disociáramos completamente de la Marcha» y que como Egipto no era una democracia, «no vamos a poder hacer nada para cambiar su forma de pensar», lo cual, por desgracia, acabó siendo verdad a pesar de que la gente se manifestó, levantó barricadas y algunos acabaron incluso golpeados. La moraleja de la historia era más o menos la siguiente: Esto no es EEUU, no les importa que seáis estadounidenses, y el objetivo perseguido al volar miles de kilómetros no era venir a manifestarnos a Egipto.
Además de lo anterior, surgieron tantos serios problemas por la forma en que se estaban haciendo las cosas y las decisiones que se estaban tomando, que me sentí realmente incómodo con todo lo que los organizadores de la marcha estaban haciendo en El Cairo.
Sentí que no tenían ni idea de cómo funciona el gobierno egipcio ni de cómo piensa la opinión pública mayoritaria egipcia. Sencillamente, no podíamos esperar que un país que ha cumplido religiosamente la agenda de EEUU e Israel, diera un giro de 360º y abriera las fronteras en cuanto apareciera un grupo de activistas, no importa lo grande que pudiera ser. Cualquiera que esté familiarizado con las políticas de este conflicto, sabe que el papel de Egipto asegurando el sufrimiento palestino no es un algo nuevo ni original. Teniendo en cuenta esto, me dejó realmente perplejo el hecho de que CODEPINK no se hubiera preparado para el nada sorprendente contratiempo de que Egipto cerrara sus fronteras. Cuando el lunes supimos que las fronteras seguirían cerradas y que nadie iba a entrar, comprendí que ese era un movimiento muy previsible (especialmente después de que aparecieran las noticias sobre la construcción del muro de acero egipcio) y que el comité organizador y quién sabe quién más también lo habían visto venir, y que seguramente estaba al alcance de la mano que se hubieran puesto en marcha y se hubieran apoyado toda una serie de planes y estrategias ahora que Egipto mostraba sus cartas. Pero después de un par de días, cuando todo el mundo empezó a llegar y aún había tiempo para decidir qué hacer, pareció como si esas pequeñas y fragmentadas acciones (la huelga de hambre por aquí, la sentada de los franceses por allá) fueran cosas que cada grupo hacía al buen tuntún, sin apenas apoyo por parte del colectivo como un todo. No se captaba un mensaje unificado en la calle y en las protestas. Parecía que cada cual iba a su aire y que en vez de centrarnos en el problema de la ocupación estábamos allí para perseguir al gobierno egipcio -al que le plantearía muchas cuestiones por lo que está haciendo y por cómo está aumentando el sufrimiento de los palestinos-, pero esa no era la razón por la que yo había llegado hasta aquí.
Permítanme ahora aclarar algo. Por mucho que odie a Egipto, Egipto NO está ocupando los territorios palestinos. Israel SI. Es decir, hasta cierto punto, al hacer todo eso, creo que le quitamos mucha presión a Israel cuando los medios se limitan a mostrar un grupo de gente manifestándose en El Cairo y el mensaje que se propaga es que tenemos un problema con Egipto por todo lo que están haciendo mal, cuando en realidad estábamos allí para aumentar la conciencia sobre la OCUPACION ISRAELI y sobre la Operación Plomo Fundido que Israel lanzó hace un año. ¿Por qué la gente gritaba «Egipto Libre» en las manifestaciones? Fue una estupidez, no parecía que tuviéramos objetivos claros.
Quiero creer que la MLG trató de hacer las cosas lo mejor que pudo, teniendo en cuenta las circunstancias, pero hizo que mucha gente sintiera que tenía que hacer algo, lo que fuera, ya que no nos permitían ir a Gaza. No me malinterpreten, soy un firme defensor de la resistencia y de las manifestaciones públicas, incluso de que se acabe arrestado cuando sea necesario, etc., pero no puedes hacer esas cosas sin haberlo planeado muy bien, sin una escalada adecuada de las tácticas que precedan a una acción masiva directa como esa, y muy SÓLIDOS cimientos en Egipto (recursos, conexiones, abogados, etc.) para la gente que asume esos riesgos. De otra forma acabaremos pareciendo tan sólo un montón de extranjeros estúpidos (en su mayoría estadounidenses) que están protestando, haciendo sentadas, haciendo huelgas de hambre… ¿con qué objeto? Vinimos aquí a entregar ayuda y a expresar nuestra solidaridad con el pueblo palestino de Gaza, si eso no iba a poder llevarse a cabo, entonces podíamos haber celebrado todas esas acciones al volver a nuestras ciudades donde sabemos cómo funcionan las cosas, donde conocemos los recursos con los que contamos y podemos valorar con exactitud qué tipo de riesgos estamos dispuestos a correr por esta causa desesperada. Después de estos pocos días, siento que todo lo que hemos hecho es agitar Egipto durante un breve período de tiempo, gastar un montón dinero avivando la injusta economía de este país y hacer más dura la vida del pueblo egipcio durante esos días.
Cuando nuestros planes fracasaron y quedó claro que no íbamos a entrar, debería haberse convocado una reunión/discusión masiva con todos los delegados llegados de todas las partes del mundo para decidir y votar qué era lo mejor que podíamos hacer. Pero cuando a la gente se le dijo que se buscara la vida y que le echara imaginación, no se hizo sino provocar fragmentación: los delegados franceses, que estaban ocupando el área frente a la Embajada, sintieron que no contaban con apoyos y, por ejemplo, toda la delegación japonesa se fue a Cisjordania después del primer día. Todo lo que me he estado preguntando a mí mismo estos últimos días es: «¿Qué es todo este infierno?» y «¿De qué va todo esto?». Y para decir la verdad, todavía no lo sé realmente y no creo siquiera que los organizadores de la MLG lo sepan tampoco.
La maniobra de «los cien a Gaza» fue también otro fiasco que sólo sirvió para dividir aún más el grupo y nuestros esfuerzos. Al principio, CODEPINK aceptó esa oferta y se atribuyó el mérito después de que las mujeres fueran y hablaran con Suzanne Mubarak. Al poco tiempo aparecieron con una lista de las personas que podrían entrar, sin darse cuenta del gran error que suponía hacer eso. Después de unas cuantas horas, comprendieron que no era una buena idea y enviaron un mensaje oficial diciendo que habían ‘rechazado’ esa oferta cuando ya tenían a la gente subida en los autobuses y a punto de partir. De nuevo, me pregunté: «¿Qué es lo que está pasando aquí?».
Siento ahora como si todo eso hubiera sucedido hace tiempo y esos hubieran sido algunos de pensamientos del pasado. Pero lo que de verdad creo ahora es lo siguiente: Aunque me gustaría realmente culpar a la represiva dictadura egipcia del fracaso de la Marcha por la Libertad de Gaza, creo que CODEPINK, y la misma vieja arrogancia/ignorancia de extranjeros que tenemos, tienen mucho que ver también con ese fracaso. Por desgracia, el pueblo palestino sigue bajo ocupación y, por otra parte, querría desear la mejor de las suertes a los convoyes de VIVA Palestina, que parecen haber sabido afrontar la situación mucho mejor que nosotros.
Hasta siempre, ¡Palestina libre, libre, libre!
Fuente: keffiyehandonions.blogspot.