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Se consuma la estafa informativa sobre las autonómicas gallegas

Fuentes: Rebelión

A medida que avanzaba la jornada electoral en las elecciones autonómicas gallegas del pasado 21 de octubre, la Xunta publicaba avances de los datos de participación provisionales al mismo tiempo que proporcionaba, para compararlos, los mismos datos referentes a las anteriores elecciones. El primer avance ofrecía el porcentaje de participación hasta las 12:00 horas, un […]

A medida que avanzaba la jornada electoral en las elecciones autonómicas gallegas del pasado 21 de octubre, la Xunta publicaba avances de los datos de participación provisionales al mismo tiempo que proporcionaba, para compararlos, los mismos datos referentes a las anteriores elecciones. El primer avance ofrecía el porcentaje de participación hasta las 12:00 horas, un 12,74% del total de electores censados, que contrastaba con el correspondiente dato relativo al año 2009, que había sido de 16,10%, más de 3 puntos superior. El segundo avance indicaba la participación hasta las 17:00 horas, que fue de 42,52%, ahora 6,82 puntos por debajo del porcentaje de participación del año 2009 a la misma hora, 49,34%. Los medios comenzaron entonces a hablar de un enorme incremento de la abstención.

Quien ofrece para comparación los datos parciales se supone que lo hará también con los definitivos, ya que estos son obviamente los más relevantes. Pero curiosamente la Xunta solo ha juzgado importante contrastar los porcentajes entre estas y las pasadas elecciones en los avances parciales de participación, jamás haciéndolo con los resultados finales. Lo que sí hizo al término del escrutinio en la noche del 21 de octubre fue proporcionar para comparación, sin ningún tipo de explicación, el porcentaje de participación total de lo que se supone (puesto que no lo indicaba el informe) son los electores residentes, y el porcentaje de participación TOTAL, incluyendo residentes y no residentes, relativo al año 2009, también sin indicar de qué se trataba. Son por lo tanto cantidades no comparables, ya que se refieren a cosas completamente distintas. La publicación de los avances parciales de participación de los electores residentes, junto a los correspondientes datos del año 2009, hacía suponer que ese porcentaje en los datos de participación final también se refería solamente a los electores residentes, pero ese no fue el caso como vimos. Eso fue suficiente para que los medios hablaran de una repentina recuperación de la participación en las últimas horas de la jornada, con una abstención que habría sido solamente 0,63 puntos superior a la del año 2009, cuando en realidad había sido de 6,65 puntos.

La Xunta, que debería ser responsable tanto por la veracidad de los datos ofrecidos como por su transparencia, aparentemente nada hizo por esclarecer los hechos. Al contrario, parece que trató deliberadamente de ocultarlos y deformarlos. Se podría quizá defender la actitud de la Xunta con el argumento de que siempre se había hecho así en las elecciones, y que solamente al final, con el recuento de votos de los no residentes, se podría ofrecer los resultados totales. Pero eso no explica por qué no se proporcionó al final de la jornada los datos de participación de los electores residentes comparados con los datos equivalentes del año 2009, cuando sí lo hacía en los avances parciales. Ni tampoco por qué dejaron que los medios brindaran datos falsos sin intentar aclarar el error, y mucho menos por qué ahora, más de 24 horas después del escrutinio del voto emigrante, siguen sin proporcionar los resultados finales en su portal oficial, que no ha sufrido cambios desde la noche del 21 de octubre. Se podría hablar de aquí de negligencia e incompetencia, pero lo más probable es que se trate más bien de un intento deliberado por transmitir a la opinión pública unos datos de participación totalmente falseados.

Con el escrutinio final de los votos el 29 de octubre, que arroja una participación de solamente el 54,88% del censo total, por lo tanto 9,55 puntos inferior al de las elecciones anteriores, se supone que se podría aclarar error. Pero nada de eso ha sucedido, sino que ahora los medios echan mano de nuevas mentiras para cubrir a las antiguas. Veamos por ejemplo como nos ha informado sobre esos hechos el diario El País.

Un día después de la jornada electoral, El País publicaba lo siguiente: «Los datos que se dieron a lo largo del día hacían pensar que la abstención superaría notablemente a la de las elecciones de 2009. Pero los electores se animaron en el último momento y finalmente en Galicia se situó ligeramente por encima, 0,63 puntos más… Pese al creciente desapego de los ciudadanos hacia la política, los datos no distaron mucho de los de otros comicios autonómicos.» Como sabemos, es totalmente falso que los electores se hubieran animado «en el último momento», ya que si a las 17:00 la caída en la participación era de 6,82 puntos, al final de la jornada esta cifra era de 6,65 puntos, una recuperación mínima.

Con los resultados definitivos mostrando un incremento en la abstención final de 9,55 puntos, se podría esperar que El País rectificara. Pero nada de eso ha sucedido, sino que el diario intenta ahora tapar una falsedad con otra aún mayor y más evidente. Así es, en palabras textuales, como El País acaba de anunciar esos nuevos datos: «El voto emigrante hace retroceder en 10 puntos la participación del 21-0». O sea, el incremento de 10 puntos se debería de ese modo enteramente a la abstención en el voto emigrante, y la información que se había ofrecido anteriormente de un mínimo aumento de 0,63 puntos en la abstención local seguiría siendo correcta. Cualquier persona que conozca las cuatro operaciones básicas de aritmética puede comprobar fácilmente la falsedad de tales afirmaciones. El incremento de la abstención entre los residentes fue de 6.65 puntos, y el del total del censo de 9,55 puntos. Por lo tanto el voto emigrante solo es responsable por una parte menor de esa cifra.

Lo verdaderamente preocupante es que pocos parecen haber reaccionado ante ese evidente timo informativo elaborado en tándem por la Xunta y los grandes medios en un tema de tanta relevancia para la opinión pública.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.