Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
El brindis con champagne en la página web Engage lo decía todo. El movimiento creado para oponerse al boicot que se había propuesto contra las instituciones académicas israelíes estaba celebrando su victoria ya que el Sindicato de Universidades y Facultades Británicas (UCU, en sus siglas en inglés) anunció que incluso discutir sobre el boicot podría «infringir la legislación sobre discriminación». Según parece, el boicot a Israel ha sufrido un golpe. Engage y sus compañeros de viaje abrieron el champagne al final de lo parecía que era una semana bastante buena. Unos días antes, el británico Socialist Worker había publicado un artículo en el que se cuestionaba el boicot por razones técnicas. Con petulancia se indicaba que «incluso» el «demonizador de Israel» partido Socialist Worker dudaba ahora del boicot.
Es indudable que la decisión del UCU supone un paso atrás en el movimiento de solidaridad con Palestina- aunque apenas sea nuevo o inesperado. Se necesitaron décadas para derrocar (y sin el profundo apoyo ideológico, financiero y geopolítico que disfruta Israel por parte de Occidente) al apartheid en Sudáfrica, un modelo para la resistencia de la sociedad civil ante la injusticia estatal estructural. Así que no debemos desanimarnos, pero tampoco debemos conformarnos con una tranquilizadora seguridad de que de alguna manera venceremos inevitablemente.
El boicot académico es sólo una parte del más amplio movimiento de boicot, sanciones y desinversión cuyo objetivo es provocar la justicia en Palestina interviniendo en un vacío dejado tanto por aquellos que están perfectamente satisfechos con el actual status quo como por aquellos que prefieren un ‘dialogo’ y ‘conversación’ civilizados entre colonizador y colonizado. En otras esferas profesionales, médicos y arquitectos, por dar sólo dos ejemplos, están emprendiendo acciones. Hay más accionistas que estarán presionando a las compañías para desinvertir, siguiendo el ejemplo de muchas iglesias. Los consumidores pueden boicotear los productos israelíes mientras que los activistas siguen concienciando acerca de este todavía infrautilizado método de solidaridad y resistencia.
Hacemos esta campaña a favor de Palestina por diferentes razones. Somos socialistas revolucionarios, judíos ortodoxos, metodistas de clase media. Somos islamistas y evangelistas cristianos, y muchos de nosotros no suscribimos ningún ‘ismo’ particular, sino que simplemente sabemos donde hay una injusticia cuando la vemos. Empezamos a luchar desde perspectivas diferentes y a menudo con motivos ampliamente divergentes. Pero Palestina es lo que nos une. Y, en última instancia, no se trata, o no se debería tratar, de ninguna agenda, personal o partidista, que no sea Palestina.
Se trata de cientos de miles de palestinos que sufrieron una limpieza étnica y fueron expulsados de sus hogares en 1948 mientras el mundo permanecía mirando con aprobación. Lo hacemos para que ellos y sus descendientes no estén condenados al exilio permanente en manos del último Estado de colonos y colonial. Se trata de los millones de palestinos más que viven su vida cotidiana a la sombra de las torres vigía militares, de muros de hormigón y de colonias construidas sobre tierra robada. Lo hacemos por cada palestino -e israelí- a quienes se les niega la paz y la justicia porque un grupo de personas está subordinando y dominando a otro.
El movimiento anti-boicot ha construido su campaña con distorsiones y calumnias, ignorancia y débiles argumentos. La acusación de antisemitismo es la piedra angular, los pilares son historia mitificada y las cornisas florituras retóricas. Pero este frágil edificio sólo se desmoronará cuando se enfrente tanto con la realidad de la colonización sionista de Palestina como con la ilógica justificación de que como se trata de Israel no hay que oponerse a sus crímenes. Esta es la razón por la que continuamos la lucha con una esperanza segura pero sin complacencia, animados por lo lejos que hemos llegado ya, aunque recordando que esto es sólo el principio del fin.
Enlace con el original: palestinefreevoice.blogspot.com/2007/10/its-about-palestine.html