Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Los nuevos datos publicados por la OCHA (siglas en inglés de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU) y por una ONG israelí confirman que el bloqueo de Israel contra la Franja de Gaza se endureció de hecho durante el mes de julio.
La actualización mensual de datos de la OCHA en el mes de julio expone que el número de cruces por Erez estuvo un 15% por debajo de la media mensual de 2016, suponiendo sólo el 30% de la media mensual en 2004.
La organización señaló que «el descenso mayor, un 27%, comparado con la media durante la primera mitad de 2016, se registró entre los comerciantes».
Mientras tanto, en el cruce de Kerem Shalom, controlado por Israel, se registró la salida de tan sólo 157 camiones de productos para su venta fuera de la Franja, por debajo de la media de la primera mitad de 2016, y sólo el 20% de la cifra equivalente en 2005.
En relación a la entrada de productos, Kerem Shalom estuvo operando sólo 19 de los 26 días programados, con un volumen de importaciones también inferior a la media mensual de la primera mitad de 2016. Los materiales de construcción constituyeron el 50% de todos los camiones de productos que entraron en Gaza durante julio.
Mientras tanto, ese mes, Rafah se abrió tan sólo durante tres días. Las autoridades egipcias han mantenido el cruce cerrado todo el tiempo, con excepción de 53 días, desde octubre de 2014.
La ONG israelí Gisha actualizó recientemente su «hoja de datos sobre Gaza«, señalando que en el segundo trimestre de 2016, la tasa de desempleo en la Franja de Gaza era del 41,7%, y del 57,6 entre los jóvenes. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria.
Según Gisha, «Israel permite que entren en Gaza productos para civiles que no sean los que componen una extensa lista de artículos que define como de «doble uso», que según afirma podrían utilizarse supuestamente para usos militares. Esa lista incluye «docenas de artículos necesarios para la industria y el mantenimiento de la infraestructura civil».
Gisha señala que la media mensual de 2016 de salidas de palestinos a través del paso de Erez representa alrededor del 2,8% de la media mensual de salidas sólo de trabajadores palestinos en septiembre de 2000.
«El cruce de Erez es el único cruce por el que a la gente se le permite viajar entre Gaza e Israel, para ir y venir de Cisjordania», afirma Gisha.
Además, «Israel, a través de su control del registro de la población palestina, conserva el control indirecto sobre la emisión de pasaportes palestinos, que son necesarios para viajar a través de Rafah».
Gisha aborda también la cuestión de los ataques de Israel contra civiles palestinos en la tierra y en el mar. «Desde la Operación Marco Protector, la zona pesquera se ha limitado a seis millas náuticas desde la costa, con la excepción de una ampliación temporal a nueve millas en abril-mayo de 2016», afirma la ONG.
«El tamaño de la ‘zona tampón’ en la tierra, que es una zona prohibida para los palestinos, se extiende 300 metros desde la frontera con Israel, pero según información recibida de las autoridades israelíes, los campesinos puede entrar en ella hasta una distancia de 100 metros a partir de la frontera, a través de un sistema de coordinación no especificado.
OCHA, agosto 2016