Desconozco que clase de inspiración ha llevado a los organizadores del Premis d’Octubre de este año a invitar a la exposición de sus reflexiones al señor Ben-Ami, el día 28 en el Aula Magna de la Universidad de Valencia. La cosa va del conflicto israelo-palestino . El que fuera embajador de Israel en España, fue […]
Desconozco que clase de inspiración ha llevado a los organizadores del Premis d’Octubre de este año a invitar a la exposición de sus reflexiones al señor Ben-Ami, el día 28 en el Aula Magna de la Universidad de Valencia. La cosa va del conflicto israelo-palestino .
El que fuera embajador de Israel en España, fue también ministro de seguridad entre 1999 y 2001, responsable directo por tanto de la represión e injusticias infringidas por el aparato de seguridad israelí a la población palestina. Baste decir que a lo largo del año 2000, entre las fuerzas armadas israelíes y los no menos armados colonos, mataron a 297 palestinos de los cuales 15 fueron ejecuciones extrajudiciales, es decir, simple y llanamente asesinatos.
Así mismo Shlomo Ben Ami fue ministro de exteriores en el gobierno de Barak.
Cuanto menos, los responsables d’Acció Cultural del País Valencià podían haber invitado a que alguien defienda la versión desde la otra parte, evitando la unilateralidad de la visión racista y excluyente de los postulados sionistas del ponente.
Habría sido bueno que, también desde la tribuna, se recordara que Israel es un estado que pone en práctica políticas discriminatorias de Apartheid análogas a las que en otro tiempo puso en practica el gobierno de la minoría blanca en la Republica de Sudáfrica y que fueron ampliamente condenadas y boicoteadas por la Comunidad Internacional.
Hubiera sido justo, que alguien le recordara a Ben-Ami que en la planificación del Muro del Apartheid en Cisjordania tuvo mucho que ver el gobierno del que formó parte, con su política de paz mediante la separación » ellos allí y nosotros aquí». Que le recordara ( a él y a Acció Cultural del País Valencià) que la Corte Internacional de Justicia el 9 de julio de 2004 condenó la construcción de ese Muro y la política de ocupación por considerarlos contrarios a la ley internacional.
Este judío marroquí, nacido en Tánger, gracias a su derecho histórico ( ¿o habría que decir divino?) pudo establecerse en su Tierra Prometida de Israel pero ahora, en cambio, niega el derecho humano ( claro está, menos importante) al retorno de los cientos de miles de refugiados palestinos expulsados por Israel con métodos violentos de sus casas y tierras.
Las resoluciones y compromisos de la Conferencia de Durban en agosto del 2001 no han sido suficientes para que Acció Cultural del País Valencià se lo pensara dos veces: La conferencia de Ben-Ami sigue en pie en los mismos términos y planteamientos.
Servidor- por mí que no quede- les recordó lo tratado en Durban, especialmente los artículos 420 y 425 referentes a l conflicto que nos ocupa y a las obligaciones de la comunidad internacional. Me consta que no fui el único.
Claro está que cuando se «pide a la comunidad internacional…» es norma girar la vista y silbar. Me habría gustado pensar que en el caso d’Acció Cultural del País Valencià no era así. Una lástima porque Acció Cultural había sido un referente desde hace muchos años para mí. Primero en Consells Populars de Cultura Catalana, más tarde en la elaboración y redacción de La Rella. Eran otros tiempos.
Una lástima.