Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Ahora que la Agencia Judía se rinde ante los extremistas de la derecha, cada vez más instituciones israelíes cierran sus puertas a los judíos progresistas estadounidenses. Debemos negarnos a que nos excluyan.
«Los judíos de Estados Unidos no pueden y no quieren quedar fuera de los asuntos de Israel». Sumud: el campo de la libertad establecido por los judíos de la diáspora en Cisjordania, 19 de mayo de 2017. Gili Getz
A finales de 1930, siendo un joven alemán, mi saba, Yoseph Amit, hizo aliyah. Huía del ascenso del fascismo y el antisemitismo en Europa y como miembro del movimiento juvenil Hashomer Hatzair Hagshama Atzmit, aspiraba a la autorrealización en Sión.
¿Sería mi saba -un devoto pionero sionista socialista que dejó todo lo que sabía para construir un kibutzim y crear una nueva vida- aceptado por las instituciones de hoy en Israel? ¿O sería blanco de este Gobierno israelí como indeseable por sus opiniones izquierdistas?
Esta semana la Agencia Judía para Israel retiró su financiamiento a Achvat Amim (un programa financiado por Masa y supervisado por Hashomer Hatzair) basándose en acusaciones falsas de un grupo siniestro llamado Ad Kan.
Ad Kan es un brazo de los elementos más extremos del movimiento de colonos de Israel. Se le ha llamado «la policía voluntaria del pensamiento de Israel», un grupo que recluta a los israelíes para convertirlos en ciudadanos espías que informan a sus compatriotas israelíes en un intento macartista de eliminar a cualquier persona que no encaja en su visión de un Israel solo para los judíos.
Armados con cámaras ocultas y micrófonos, los miembros de Ad Kan mienten sobre sus identidades, se unen a organizaciones de izquierda y tratan de capturar momentos para «pillar» a los miembros. Otras veces escudriñan e «investigan» a activistas individuales y luego ofrecen su material engañoso a las principales noticias de Israel.
En este caso, Ad Kan estaba indignado de que los judíos participaran en el activismo no violento junto a los palestinos en Cisjordania. Así que se pusieron a trabajar identificando a los activistas individuales para señalarlos, avergonzarlos y culparlos.
Carteles de grupos de extrema derecha de Im Tirtzu con el eslogan «El pueblo contra los topos [de la izquierda]» en el bulevar Rothschild de Tel Aviv, diciembre de 2015. Moti Milrod
Esta es la táctica real y probada de los colonos de la derecha: culpables por unirse. Ad Kan y otras organizaciones semejantes de extrema derecha entienden que cuando la conversación pública se enfoca en cómo afectan las políticas de ocupación a la vida de las personas, ellos pierden. Por lo tanto, en su lugar, crean personajes que delatan cadenas de asociación entre ellos para implicar algún objetivo nefasto.
¿Suena familiar? Estos son los mismos tipos de fantasías sobre el poder y la traición que los antisemitas usaron durante generaciones para atacar a los judíos. Es extrañamente similar a la implicación de la caricatura publicada por Yair Netanyahu en Facebook, por la que ha sido asociado con neonazis en Estados Unidos.
Ad Kan y sus aliados de colonos derechistas, como Im Tirtzu y el Comité de Colonos de Samaria, han estado leyendo el mismo relato antisemita durante algún tiempo. En 2009, Im Tirtzu creó una campaña diseñada para derribar el Nuevo Fondo de Israel usando imágenes de la entonces presidenta de la organización, Naomi Chazan, con un cuerno en la cabeza.
Los ataques al NFI por parte de Im Tirtzu y otros no consiguieron impedir nuestras actividades de promover la democracia y la igualdad para todos los israelíes. Pero esta vez las tácticas de culpabilidad por asociación llevaron a la Agencia Judía a retirar el financiamiento de un programa de voluntarios afiliados a Hashomer Hatzair.
Esta es una rendición decepcionante ante los colonos derechistas y no sólo por sus tácticas deshonestas y soterradas. Estas decisiones determinan qué tipo de sionismo es aceptable en el Israel de hoy y la respuesta está mucho más restringida que nunca en la historia de Israel. La creciente caza de brujas que intenta señalar y silenciar elementos indeseables a menudo comienza con organizaciones como Ad Kan. Pero dejar caer el programa de Hashomer Hatzair es sólo el último ejemplo de cómo estas acciones influyen en la política.
Un niño israelí sostiene una pancarta que dice»paz» en hebreo durante una manifestación masiva contra los 50 años de ocupación titulada «Dos Estados – Una Esperanza» en Rabin Square, Tel Aviv. 27 de mayo de 2017 JACK GUEZ / AFP
No puede haber error: la Agencia Judía canceló su apoyo a Achvat Amim debido a la perspectiva política progresista de los líderes, aunque muchos programas derechistas reciben apoyo de la Agencia Judía.
Si estas instituciones insisten en una perspectiva política estrecha y de extrema derecha, no deben sorprenderse cuando su grupo de participantes se restringe. Los jóvenes judíos estadounidenses son mayoritariamente progresistas. Están comprometidos con un Israel en el que el derecho de los judíos a la autorrealización no debe venir a expensas de los derechos de los demás; creen que podemos y debemos siempre soñar con un futuro mejor y trabajar para crearlo.
Y en lugar de abrazarlos, las instituciones israelíes cierran sus puertas. Daniel Roth y Karen Isaacs, fundadores de Achvat Amim, son dos sionistas ambiciosos que desafían la tendencia del rechazo a Israel. Hicieron aliyah a partir de su compromiso con un futuro mejor en Israel y con su contemporáneo Hagshama Atzmit. Debemos verlos como grandes ejemplos del éxito del proyecto sionista.
De hecho, antes de que Ad Kan acosara al ahora conocido programa de Daniel y Karen, fue presentado como un ejemplo por la Agencia Judía, que seguramente debe saber que los judíos estadounidenses dejarán de participar en sus programas si no les proporciona un espacio progresista. Ahora les dicen que se callen y se sienten y les dan a entender que se aparten del camino.
Miembros de Hashomer Hatzair, antes de la creación del Estado, parten en un tren con destino a Palestina. ¿Sabrían que serían blanco por ser la izquierda indeseable en el actual Israel? Archivos de Hashomer Hatzair, Givat Haviva
No te puedes evadir de la verdad. Los judíos estadounidenses no son ciegos, aunque estos programas patrocinados por el Gobierno pueden tratar de mantenerles las orejeras. Los judíos estadounidenses pueden ver la ocupación; la mitad de los jóvenes judíos estadounidenses creen que los asentamientos están perjudicando las perspectivas de paz. Ninguna censura detendrá esto. En cambio estas instituciones están cerrando las puertas a todos los puntos de acceso auténticos que los judíos estadounidenses jóvenes (y mayores) tienen para relacionarse con Israel.
Quiero preguntar a mi saba Yoseph qué soñaba cuando salió de su casa para ir a Palestina como pionero en los años 30. Nunca hemos tenido esta conversación, y tampoco mi madre, también una shomeret, nunca la tuvo. Saba Yoseph murió en 1948 defendiendo a Israel en la Guerra de la Independencia. Mi madre nació pocos meses después en el kibutz que él ayudó a fundar. Pero sabiendo que él había crecido en el Hashomer Hatzair, sé que su ideología incluye, como se incluye en la mía, el concepto central de Achvat Amim: solidaridad entre las naciones. Sé que significaba algo diferente para él -dados los cambios en el mundo y en Israel- pero Israel fue construido por sionistas con una variedad de ideologías y la de él era la de izquierda.
No podemos permitir que un pequeño grupo de extremistas radicales definan lo que significa ser sionista o quién puede ser una parte aceptable de la sociedad israelí. Si las instituciones israelíes ahora dan la espalda a Daniel y Karen -a su programa y a todos sus participantes en el pasado, el presente y el futuro- quienes aspiran a un sionismo basado en la solidaridad entre las naciones y no en las ideologías racistas y excluyentes, esas instituciones ¿también darían la espalda a saba Yoseph? Y lo que es más importante, ¿quedará algo del sueño sionista con el que mis hijos y nietos podrán conectarse?
Libby Lenkinski es la vicepresidenta de Compromiso Público en New Israel Fund y presidenta de la Mesa Directiva de Hashomer Hatzair North America.
Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/1.813422
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.