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Entrevista a Héctor Hernández Pardo, subdirector general de la Oficina del Programa Martiano

«Si José Martí hubiera nacido en Berlín o Nueva York, se estudiaría en todas las universidades del mundo»

Fuentes: Rebelión

Invitado por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y otras entidades, el subdirector general de la Oficina del Programa Martiano, Héctor Hernández Pardo, ha visitado Valencia, donde ha impartido una conferencia para divulgar la figura y obra de José Martí. Embajador de Cuba ante la UNESCO entre 2005 y 2010, y profesor […]

Invitado por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y otras entidades, el subdirector general de la Oficina del Programa Martiano, Héctor Hernández Pardo, ha visitado Valencia, donde ha impartido una conferencia para divulgar la figura y obra de José Martí. Embajador de Cuba ante la UNESCO entre 2005 y 2010, y profesor de Historia de Cuba y del Pensamiento Latinoamericano en la Universidad de La Habana, Hernández Pardo ha publicado además varios libros: de temática histórica («El sol sobre la muralla» e «Historia del Cuartel Moncada»), sobre el pensamiento martiano («Actualidad del pensamiento de José Martí para el siglo XXI) y sobre el fenómeno de la comunicación social. Considera que la personalidad política de José Martí reúne «principios y valores esenciales para una sociedad justa; si hubiera nacido en Londres, Berlín o Nueva York, se estudiaría en todas las universidades del mundo».

¿En qué consiste la Oficina del Programa martiano?

José Martí es una figura cimera de la cultura cubana y su praxis política fue decisiva para la nuestra nación. Con el fin de favorecer el estudio de la vida y pensamiento de José Martí, y coordinar esfuerzos para promover sus ideas, surge en el año 1997 la Oficina del Programa Martiano. Se trata de divulgar su pensamiento, en primer lugar, como base de la sociedad a la que aspira Cuba; pero también para darlo a conocer a escala universal, porque Martí merece un lugar importante entre los grandes pensadores universales. De hecho, si hubiera nacido en Londres, Berlín o Nueva York, se estudiaría en todas las universidades del mundo. Y esto es así porque en el mundo contemporáneo hay una fuerte tendencia etnocentrista, y también eurocentrista: las ideas se generan en las grandes metrópolis, no en los países del sur.

¿Qué actividad práctica desarrolla la Oficina del Programa Martiano?

La oficina coordina un Programa Nacional del estudio y promoción del pensamiento martiano, por el cual todos los organismos del estado y de la sociedad civil adscritos a este programa desarrollan acciones. Por ejemplo, en todas las universidades de Cuba -existen más de 60- hay cátedras José Martí, con cursos curriculares para universitarios pero también para el conjunto de la población. Destacaría además el trabajo de la Sociedad Cultural José Martí -ONG muy influyente, con más de 10.000 afiliados y filiales en todas las provincias-, que agrupa a las personas que estudian y divulgan la obra de Martí. Por último, destacaría los concursos para niños en escuelas y bibliotecas de Cuba, en los que se les pide que escriban sobre José Martí. No hay que olvidar que pensando en la educación para los menores escribió uno de sus clásicos, «La edad de oro».

A escala internacional, se celebrará en enero de 2013, en La Habana, la Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo. ¿Con qué objetivos?

Esta iniciativa forma parte del Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial, que impulsamos con el apoyo de la UNESCO, y cuya celebración coincide con el 165 aniversario del natalicio de José Martí. Quiero comentar que el sentido del equilibrio está muy presente en el pensamiento martiano. Equilibrio individual, social, del hombre con la naturaleza o en las relaciones internacionales. La Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo cuenta con el apoyo de la UNESCO y de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, entre otras instituciones. Esperamos la presencia de cientos de delegados de diferentes países del mundo. Han confirmado su presencia, por ejemplo, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; Federico Mayor Zaragoza; el teólogo brasileño, Frei Betto, varios ministros de cultura de América Latina y el Caribe; y algunos expresidentes, como el de República Dominicana, Leonel Fernández. Pero a escala internacional implementamos otras iniciativas; por ejemplo, jornadas y foros para difundir el pensamiento martiano, con el apoyo de organizaciones de otros países. Por ejemplo, los celebrados esta semana en ciudades como Madrid, Sevilla, Barcelona y Valencia.

Como estudioso y divulgador de José Martí, ¿Qué rescatarías de su obra para el mundo actual?

Su obra está llena de consejos éticos de gran valor para el tiempo presente. Subrayaría sus ideas sobre educación, justicia, la defensa de la dignidad plena del hombre, su gran amor por el género humano y, asimismo, su firme convicción patriótica. Hoy, por ejemplo, existe una tendencia a considerar la escuela y las instituciones educativas como medios que preparan al individuo para el mercado laboral. Por el contrario, en la obra de Martí la verdadera educación se dirige, por un lado, al conocimiento y, por otra parte, a los sentimientos. Actualmente se ha abandonado la educación sentimental y en valores. José Martí venía a preguntarse: ¿Quién nos prepara como seres humanos?, más allá de las labores profesionales.

Has escrito dos libros sobre comunicación social («Análisis de la información internacional y medios de difusión» y «Las nuevas tecnologías de la información»). ¿Cómo observas, a grandes rasgos, la situación del periodismo en Cuba?

De entrada, te diría que los medios de comunicación tienen una responsabilidad social muy grande. En las sociedades contemporáneas desempeñan una labor de primer orden para la educación social, junto a la familia, la escuela y la comunidad. Si se les da un uso positivo, pueden contribuir a la construcción de una sociedad más equitativa y justa. En las nuevas circunstancias que vive Cuba, el papel de los medios se acrecienta, ya que pueden servir para perfeccionar la sociedad cubana. ¿Cómo? Utilizando con más frecuencia la crítica constructiva, informando verazmente y reflejando cava vez más el sentimiento popular. A ello irá encaminado el próximo congreso de la UPEC (Unión de Periodistas de Cuba).

¿Qué idea reciben de Cuba, a través de los medios de masas, los ciudadanos insertos en el capitalismo global?

Hoy existe un gran predominio de las grandes trasnacionales de la comunicación. La información y los mensajes se manipulan de acuerdo con los intereses de las grandes empresas, que se sitúan muy por encima de los intereses sociales. Todo ello se aprecia muy claramente en el caso de Cuba. De nuestro país las trasnacionales informan de una manera muy tendenciosa y poco objetiva. Así, hacen caso omiso del bloqueo al que nos somete Estados Unidos desde hace más de cinco décadas; también ignoran los esfuerzos de Cuba para promover la salud y la educación en el país; o el ejemplo de los cinco héroes cubanos presos en Estados Unidos por el hecho de luchar contra el terrorismo. Silencian, además, el sistema electoral cubano, por lo demás muy democrático y representativo. No se hicieron eco de las elecciones del 21 de octubre a las Asambleas Municipales del Poder Popular.

Por último, ¿Qué luz puede aportar el trabajo periodístico de José Martí?

Desarrolló una ingente labor como periodista. Fundó un periódico, «Patria», dedicado a la lucha por la independencia cubana. Asimismo, trabajó en periódicos de Guatemala, Venezuela, México y Argentina, entre otros. Una parte menos conocida de la obra periodística de Martí es la edición de una revista «La edad de oro», para niños y niñas latinoamericanos, de la que se publicaron cuatro números. Esta revista hay que considerarla como un esfuerzo por desarrollar vías de formación paralelas a la escuela reglada. La pedagogía está siempre presente en Martí. Por lo demás, José Martí se manejó en todos los géneros, pero siempre rechazó el periodismo amarillo . Y también el mercantilista , es decir, el que difunde opiniones sesgadas por el ánimo de lucro de las empresas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.