El 7 de octubre de 2023 el mundo conoció que la resistencia del pueblo palestino estaba activa y que sus organizaciones político-militares estaban dispuestas una vez más al sacrificio, al heroísmo y al martirio para avanzar en su lucha de liberación nacional y en la destrucción del sistema de apartheid colonialista y genocida del Estado sionista de Israel, tutelado y respaldado por el imperialismo neocolonialista occidental, principalmente Estados Unidos.
El 7 de octubre de 2023 y en los días sucesivos el mundo pudo constatar una vez más la brutalidad y el afán genocida y criminal del Estado sionista de acabar con la vida del pueblo palestino y borrarle del mapa de su patria Palestina. La sociedad internacional, la ciudadanía del mundo global pudieron constatar con impotencia como el Estado sionista de Israel perpetraba acciones genocidas, infanticidios sistemáticos y la destrucción de las condiciones y el hábitat humano del pueblo palestino, sobre todo en la Franja de Gaza.
El 7 de octubre de 2023 y los días, semanas y meses posteriores hasta la fecha, la ciudadanía internacional y las personas con sentido de humanidad en el mundo, pudieron experimentar y tomar conciencia con incredulidad como los llamados gobiernos democráticos del mundo occidental afirmaban su respaldo a las atrocidades del Estado sionista, criminal y genocida de Israel, recurriendo a la falacia de su derecho (del Israel sionista) a defenderse. Tomaron conciencia así de que Israel no es más que la punta de lanza o el Caballo de Troya del occidente colonialista e imperialista y de sus intereses en la zona de la tragedia palestina y en todo el espectro territorial y geopolítico, estratégico, de Oriente Próximo y Medio.
Rápidamente pudieron entender que se trataba de un ataque imperialista y neocolonialista en contra del pueblo palestino y de todos los pueblos de Oriente medio, incluyendo si cabe del propio pueblo judío, convertido en víctima y cómplice de este gran desatino, aunque esperado, del «occidente civilizado» y de su representante por antonomasia, el Estado sionista o paradójica y cínicamente sionazi.
Después del 7 de octubre de 2023 el mundo pudo conocer que en medio del genocidio y del desatino occidental quedaba la reserva estratégica de la dignidad de los pueblos del mundo que, a través del pueblo y el gobierno de Sudáfrica llevó adelante la acusación contra el estado sionista por su afán genocida en Palestina. Los pueblos y la ciudadanía humanista del mundo respiraron con alivio en medio de tanta impotencia: había esperanza, se podía al menos intentar doblegar la persistencia genocida del imperialismo capitalista y de los gobiernos voraces colonialista del occidente civilizatorio. Pero no será fácil.
Siete meses después, el representante del imperialismo terrorista de Estados Unidos, cómplice activo y destacado de la masacre y el genocidio del Estado sionista, el jázaro Anthony Blinken, se descuelga con una declaración en la que insta a Hamas a aceptar la generosa propuesta de acuerdo de alto el fuego que le ofrece el Estado genocida de Israel…
Sí, así se pronuncia el representante del Estado imperialista que avala, respalda, arma y protege de cualquier intento de parar su atroz criminalidad por parte del Consejo de Seguridad y de Naciones Unidas. Sí, habla de la generosidad del criminal Estado de Israel.
Sólo se puede entender esa falaz declaración si se asume que el jázaro Blinken es un sionista convicto y confeso, y, sobre todo, es el representante del Estado más terrorista de la historia y hoy pertinaz guerrerista y criminal en contra del interés y la dignidad de la humanidad. Es el representante de ese “imperialismo enemigo de la humanidad”.
Desde el 7 de octubre hasta hoy, el mundo y la ciudadanía con sentido humanista y empatía con todos los pueblos que sufren toma conciencia que es el Estado imperialista de Estados Unidos, con el concurso de sus socios, los gobiernos europeos del occidente colonialista, el responsable y los responsables directos de la actual masacre del pueblo palestino. Son por si mismos genocidas.
Por eso, hoy el mundo solidario con el brutal y descarnado sufrimiento del pueblo palestino asiste atónito al aplastamiento total y final de la vida y la existencia del pueblo palestino a través de los matones del imperialismo, Netanyahu y su secuaces sionazis, al fin la plataforma infernal y genocida del imperialismo del capitalismo de la catástrofe y de la muerte.
La pregunta frente a este drama es: ¿Qué tribunal internacional va a juzgar y condenar a los responsables criminales de este genocidio activo?
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.