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[Crónicas sabatinas] ¡Que los constructores de países saquen sus sucias e interesadas manos de las lenguas!

¿Significan las palabras lo que dicen o se juega a otro juego?

Fuentes: Rebelión

Para Josefina Samper, para Javier Navascués, para Jaume Botey. ¡Arden las pérdidas! In memorian et ad honorem Para Pilar, la compañera de Jaume Botey. Es curioso que cuando los politólogos hablan de extrema derecha en España nombran tan sólo el neofascismo de grupos minoritarios de españolistas radicales. Sin embargo, en el resto de países europeos […]

Para Josefina Samper, para Javier Navascués, para Jaume Botey. ¡Arden las pérdidas! In memorian et ad honorem

Para Pilar, la compañera de Jaume Botey.

Es curioso que cuando los politólogos hablan de extrema derecha en España nombran tan sólo el neofascismo de grupos minoritarios de españolistas radicales. Sin embargo, en el resto de países europeos califican de ultraderecha a partidos nacionalistas, demócratas, populistas y supremacistas como los italianos de la Liga Norte, aliados del procés , los flamencos republicanos amigos de Puigdemont o los ruralistas finlandeses amigos de Romeva. Resulta también extraño que se oculte que la experiencia política de las cuatrocientas familias del régimen pujolista bebe directamente del franquismo . El oasis catalán fue la continuidad de la dictadura -salvo el efímero paréntesis de Tarradellas- y se sobrevivió porque fracasó la Transición en las altas instituciones autonómicas, incluido el Palau de la Música. Después de 1980 las élites franquistas catalanas continuaron en el poder, pero sin necesidad de rendir pleitesía al despreciable dictador centralista.

Manuel Peña Díaz (2018)

Desde un punto de vista geopolítico, ¿qué opinión le merece la fuerte irrupción de movimientos secesionistas como el catalán (que no es el único caso) en estos momentos? AZ: El independentismo catalán es un fenómeno de principios del siglo XX, el apogeo de los nacionalismos, no un fenómeno del siglo XXI. No pasará a más, pero es sintomático del declive político y cultural europeo. A falta de nuevas ideas, se desentierran ideologías fósiles.

Augusto Zamora (2018)

Sin tanta pretensión analítica ni orientadora Carles Riera [diputado de la CUP] reconoce que «una parte de las clases populares ve el catalanismo como un proyecto elitista que las excluye» (Crític, 21 de enero de 2018). Tergiversa la realidad, lo que las excluye es el proyecto independentista. Hasta que éste no oscureció, fagocitándolo, al catalanismo, una buena parte de ellas lo respetó y lo apoyó; desde 2012 todo ha sido distinto. Pero sobre todo no saca las consecuencias, atribuyendo esa percepción como fruto de su sujeción al conservadurismo, al españolismo, a las derechas… de su falta de evangelización nacional correcta se diría a la vista del tono de sus palabras. No solo eso, sino que desprecia a los agentes políticos de las clases populares que pueden ser más próximos a ellos, a los Comunes, a Podemos, llegando al insulto de calificar a Monedero de autor de discursos falangistas (¡!) y a extenderlo subliminalmente al resto de esas formaciones al quejarse de que tales discursos «falangistas» no son desautorizados. Ese tipo de declaraciones del último primero de la lista electoral, el refugio a los argumentos de la propaganda y la agitación y al ensimismamiento en las bases propias, no auguran un cambio de rumbo de la CUP, que el reconocimiento del retroceso impondría en buena lógica. Y el espectáculo reciente de su adhesión a las maniobras legitimistas de Puigdemont va en dirección contraria al cambio que su retroceso electoral, no insignificante, no carente de significado, les tendría que hacer considerar.

José Luis Martín Ramos (2018)

No necesitan mucha explicación las citas de hoy. La de Martín Ramos traza un cuadro muy ajustado de la fuerte deriva nacional-secesionista (sin más adjetivos complementarios, ser radical y ser de izquierdas es otra cosa muy distinta) de la CUP. No sé qué dirán los historiadores del futuro de su apoyo cerrado a Puigdemont y sus próximos y de su demostrada incapacidad para la autocrítica (así como el papel de sus «maestros de pensar» el desastre) pero me lo puedo imaginar. ¡Nacionalismo, nacionalismo y más nacionalismo disfrazado, en ocasiones, de otros ropajes!

Dos apuntes de entrada, fuera de tema. El primero: del tema que ha irrumpido estos últimos días con fuerza, con mucha fuerza (¡el eterno retorno!): lengua e inmersión, les hablo la semana que viene. Unos breves apuntes este sábado: 1. La llamada «inmersión lingüística» es inmersión para la mitad, aproximadamente, de la ciudadanía que vive en Cataluña. Mi hijo no sufrió ninguna inmersión; en casa hablamos catalán. 2. Nadie -nadie es nadie a excepción de alguna minoría desinformada organizada para crear lío- se opone al conocimiento-estudio del catalán y en catalán. 3. Nadie está tampoco por la segregación de niños/as en contra de lo comentado por Maritxell Batet del PSC. Nadie habla de segregación. 4. Un modelo que se practica sin inmersión, y con éxitos indudables muy reconocidos, es el de Aula, la escuela privada-privada donde estudiaron Mas, el ex presidente, y sus hijos (yo fui profesor de esa escuela). ¿No convendría conocerlo, estudiarlo? 5. La llamada inmersión es, como todo el mundo no cegado que haya sido profesor o maestro sabe, un instrumento de adoctrinamiento nacional. Detrás de la inmersión se esconde un gran paquete de ideología nacionalista, una forma de «entender y construir país». Nadie se ha opuesto nunca a que se incrementen las horas de clase impartidas en inglés (muchos quieren que sean más horas) pero, en cambio, se montan cirios descomunales -¡quieren atacar Cataluña, quieren acabar con nuestra idioma, etc- cuando se habla de ampliar una hora -50 minutos lectivos, no más- la enseñanza en castellano de cualquier asignatura. 6. La izquierda catalana, también la española, ciega de nuevo ante el tema y dice, como el que no dice, que está muy bien eso de construir país a través de la inmersión. 7. No es cierto que las personas que se oponen a una determinada política lingüística en educación -hablamos de este tema, no de otro- son anticatalanes o unos españolufos de m. 8. Si lo pensamos sin vendas en los ojos, quienes han politizado la lengua, quienes han y están maltratando la lengua por razones ideológicas nacionalistas, son muchos -no digo todos- de los que apoyan la inmersión. 9. Da vergüenza escuchar a los portavoces de la Asociación de Madres y Padres de Cat. ANC y OC hablan con sus palabras. Marginan a la mitad de la población. 10. Sería my fácil una convivencia entre lenguas. Algunos no quieren: o su política o nada, lo demás es opresión. 11. Yo fui uno de los que salí a la calle y luché, hace ahora más de 45 años, porque los niños y niñas pudieran estudiar en su lengua materna en sus primeros años. ¿Ya no vale eso? 12. Lo que hay ahora, lo que se ventila en esta lucha: considerar al castellano un idioma impropio de Cataluña, reducido a lengua familiar y poca cosa más. El comunicado de la federación de enseñanza de CCOO .Cat es lamentable. Lo mismo que las declaraciones del portavoz de USTEC.

La semana que viene un poco más. Por si fuera necesario: todo el mundo razonable está porque los niños y jóvenes que viven en Cataluña conozcan -hablen, entienden, escriban,…- bien catalán y castellano (lenguas muy próximas por lo demás), más otras lenguas complementarias. Nadie debería estar por la anulación de ningún idioma. Y algunos están por ello: los hispanofóbicos, los que quieren simplificar en dos las lenguas de la enseñanza: catalán e inglés. ¡El castellano, para ellos, es un idioma invasor, de colonialistas (conscientes o inconscientes) han llegado a decir y a escribir!

Segundo tema. SCC ha convocado una manifestación para el próximo domingo 25 de febrero, media hora después de la concentración sobre Tabarnia. Me imagino los comentarios de la izquierda (de Cataluña y del conjunto de España): una concentración españolista, una manifestación a favor del 155, una acción de la extrema derecha, cutrismo en las calles, etc. Nos volveremos a equivocar. Nos pasó en octubre de 2017 en dos ocasiones y vimos el resultado de las elecciones del 21D. Los seres humanos de izquierda somos una de las pocas especies que repite errores, una y otra vez. Nuestros esquemas mentales no nos permiten contemplar otro escenario.

Me centro en la sabatina.

Por si fuera también necesario (sin serlo): la corrupción del PP es estructural-descomunal-generalizada; sus políticas, todas ellas, son de derecha nada centrada; la precariedad, con el decir de Brecht, se extiende con paso firme gracias a sus antirreformas laborales antiobreras; el desguace ininterrumpido al Estado asistencial es conocido y sufrido (a la altura de lo realizado por la ex CDC-Mas-Mas Colell-Boi Ruiz), etc. Nada nuevo, lo sabemos desde hace tiempo. No hace falta insistir en lo elemental. La cuestión: ¿vale cualquier cosa, cualquier alianza para criticarles y arrojarles del gobierno? La respuesta es no. Por una sencilla razón (aunque hay más): algunos de los potenciales aliados son igual o peor que ellos. Están hechos de la misma pasta y cosmovisión y defienden intereses muy similares aunque se las den de otra cosa. La izquierda española no quiere entenderlo; erre que erre sigue diciendo lo mismo. No todo fluye en su caso. La izquierda catalana por supuesto. Basta recordar los apoyos de Barcelona en comú a las propuestas del mundo secesionista este pasado miércoles. Dime con quien votas la mayoría de las ocasiones y te diré quien eres. De hecho, la concepción del mundo secesionista está en su grupo dirigente. Ejemplo destacado pero no único: Jaume Asens. ¡Alguien que iba a hacer su tesis doctoral bajo la dirección de Francisco Fernández Buey! ¡Válgame Dios! ¡Qué dijimos ser y qué somos realmente!

Eso sí, en .Cat, los liantes están liándose entre ellos. Y eso, por supuesto, nos conviene. No se fían un pelo de nadie, solo de sus íntimos. Lucha de clases e intereses en el seno del bloque dominante. Poulantzas nos habló de todo ello hace muchos años. El apoyo de esa supuesta izquierda radical de unos no menos supuestos Países Catalanes (una categoría política entre feudalizante, etnicista e imperialista) es uno de los misterios de la edad contemporánea… Pero en eso siguen. Allá ellos.

Cambiemos de tercio sin olvidar el escandaloso papel de TV3: ¡que una manipulación así, de estas dimensiones, permanente, ininterrumpida (vean, por ejemplo, el Polònia de la noche del pasado jueves 15.02), se hable de lo que sea hable, sea uno de los canales de información y diversión de millones de ciudadanos catalanes es un escándalo. Total, sin fisuras. A nuestro asunto: las cosas, las palabras y sus significados. Escuchen esta intervención por favor: https://www.youtube.com/watch?v=p7wZIt8zxQ4&feature=youtu.be. Diez minutos, apenas diez minutos. ¿Lo han hecho, han oído a Josefina Samper? Si no han podido, me espero, les doy tiempo. Vale la pena.

¿La hemos oído, hemos oído a Josefina Samper, recientemente fallecida? ¿Hemos visto cómo se expresa, qué palabras usa?

Pongamos que hablamos no de Madrid sino de una persona de izquierdas, más o menos moderada, más o menos radical. No importa ahora. Y si la cartografía de derecha/izquierda, como diría probablemente Carolina Bescansa, no les gusta, desde posiciones democráticas, de equidad, de justicia, de solidaridad, desde cosas muy básicas. Como prefieran, tanto da en este caso.

¿A alguien se le puede ocurrir que conviene ayudar a levantar un muro-Estado entre nosotros y el legado de una persona como Josefina y las gentes de sus alrededores? ¿Quién puede estar por una apuesta de estas características?

¿Esas palabras, las suyas, no son también nuestras palabras? ¿No las sentimos como nuestras?

¿No estamos mucho, muchísimo más cerca de Josefina y de lo que ella representa, que de Junqueras, Puigdemont, Elsa Artadi, Carles Riera y sus gentes? ¿Pero cuál puede ser la duda?

¿Qué sentimos qué pensamos? ¿Ven ustedes en ellas, en sus palabras, cálculos interesados, voluntad de poder, supremacismo, etnicismo, nacionalismo excluyente?

¿Cuadra esto con la España fascistoide de la que se nos habla una y otra vez? ¿Josefina representa eso o algo radicalmente distinto?

Otras palabras. Estas segundas están dedicadas a Javier Navascués, fallecido también el pasado de martes. Otro imprescindible:

Desde la Fundación de Investigaciones Marxistas lamentamos comunicar el fallecimiento de Javier Navascués, Profesor de la Universidad de Sevilla, actual Responsable de la Sección de Políticas y socio de nuestra fundación. Navascués fue director de la FIM de 2000-2008, uno de los periodos más fecundos de la fundación, años en los que tuvieron lugar los Congresos de Historia del PCE y los Congresos de Economía del desarrollo, junto a los homenajes a Manuel Sacristán y Simón Sánchez Montero. Durante su mandato se crearon secciones como la de estética y literatura, editaron revistas como la Revista de Critica Literaria Marxista y se consolidaron relaciones con las universidades públicas y la expansión de las actividades de la FIM por todo el país. Navascués destacó por su dedicación al impulso de la izquierda en Europa, siendo uno de los fundadores de la Red Transform!, una de la redes de fundaciones europeas más importantes.

Bajo la dirección de Javier Navascués, la FIM experimentó un importante crecimiento entre una nueva generación de jóvenes estudiantes, que actualmente desarrollan una significativa labor de difusión del marxismo desde las universidades españolas y europeas. Por último, Javier Navascués también fue un destacado dirigente del PCE, del que fue secretario de formación y debate, así como de Izquierda Unida de Andalucía, autor de muchas de las iniciativas y alternativas programáticas más importantes de dicha organización.

Navascués fue autor de una importante labor intelectual a través de numerosos trabajos teóricos recogidos en la revista Nuestra Bandera, así como de divulgación a través de su columna en Mundo Obrero. Obra que ha sido recopilada en el libro Navegando en aguas peligrosas. Una actitud ante las crisis, editada por Atrapasueños en 2017.

Desde la FIM queremos trasladar nuestro sentido pésame a su compañera e hija, a su familia y amigos. Hasta siempre Javier. Seguiremos tu ejemplo.

Firma el texto Eddy Sánchez Iglesias, director de la FIM. Las siguientes palabras son de Gema Delgado, de Mundo Obrero:

Ya sabéis que ayer murió uno de los nuestro, Javier Navascués. Ya no volverá a escribirnos ni en este correo ni en MO. Hoy le despedimos en Sevilla. Maldito 13 de febrero que en pocas horas nos dejó sin Josefina y sin Javier. Muertes anunciadas pero no aceptadas.

Se apagó el faro que Javier tenía en ese chozo desde el que nos analiza todo lo que iba desde un horizonte más o menos lejano hasta la plaza de su barrio. Javier siempre estuvo con nosotros, activo en el consejo de redacción, apoyando al equipo cuando lo consideraba necesario y siempre, absolutamente siempre, que se lo pedíamos, ahí estaba.

Artículos redondos, síntesis impecables, análisis reposados, inspiradores y provocadores… y siempre preguntas, muchas preguntas para que nos acostumbráramos a cuestionar los asuntos de turno y a buscarles salidas. Nos hablaba de política económica, de política… siempre de forma clara y sencilla, desde su chozo, para el pueblo, su gente.

Hasta siempre Javier. Gracias por todo.

¿No las hacen suyas? ¿No las sienten como suyas?

¿No significan lo que quieren decir? ¿A que no juegan a ningún juego?

¿No tiene importancia que el homenaje que hicimos hace unos 10 años a un filósofo madrilonés o barceleño, hablo de Manuel Sacristán, tuviera en él un apoyo imprescindible (junto a su compañero Iñaki Vázquez Álvarez)?

¿Estamos con gente así, como el compañero Javier Navascués o con gente exquisita como Raül Romeva por ejemplo, Marta Pascual o don Ernest Maragall?

¿Con quién queremos construir algo nuevo? ¿Con compañeros como Eddy Sánchez o Gema Delgado o con constructores supuestamente radicales de unos no menos supuestos Países Catalanes, inexorablemente etnicistas y monolingüísticos, como David Fernàndez o Anna Gabriel, por ejemplo?

Otras palabras. Estas de Manuela Carmena y Ada Colau, del pasado lunes 12 de febrero.

Carmena: «Me han llegado a preguntar, en Madrid, por qué me gustan los catalanes… Catalanes os queremos mucho. Barcelona os queremos mucho».

Colau: «Sin tiempos difíciles y hay que encontrar maneras democráticas para seguir adelante. Madrid: os queremos de todo corazón».

Maneras democráticas, os queremos, de todo corazón. ¿Han leído?

¿Cómo se explica entonces la participación de Colau, todavía no alcaldesa, en el 9N de 2014, uno de los primeros días de gran agitación nacionalista-secesionista, de ruptura, de separación con ese ciudad y sus ciudadanos a los que dice amar tanto?

¿Qué pensar de su participación, siendo ya alcaldesa, en manifestaciones secesionistas del 11S a favor de un muro entre Cataluña y eso que llaman, despectivamente, «Madrid»?

¿Qué podemos inferir de su participación en la jornada del 1-O de 2017, votando en blanco, mostrando su voto a las cámaras, en algo que ella misma consideró una consulta no válida?

¿Por qué vota su grupo día laborable sí, fin de semana también, a favor de las propuestas del mundo secesionista?

¿Por qué habla de presos políticos? ¿A qué vienen las pancartas secesionistas en su Ayuntamiento?

¿Por qué se rodea de políticos, de profunda voluntad de poder, marcadamente secesionistas como… una buena parte de los/las regidores del ayuntamiento de Barcelona?

Otras palabras, las penúltimas. De Litus Alonso, un dirigente o ex dirigente sindical de CCOO durante décadas, que conocí personalmente cuando trabajé en Banca Catalana hace muchos años (un sindicalista honesto y esforzado como pocos). «Catalunya: ¿una agenda social bajo el 155?» http://www.sinpermiso.info/textos/catalunya-una-agenda-social-bajo-el-155. Uno de sus observaciones:

Como se dice en un reciente documento de Sindicalistes de CCOO per la independència i la República catalana, «La República catalana es una OPORTUNIDAD para corregir los actuales déficits democráticos y sociales y edificar una sociedad más próspera, más justa, más segura, más sostenible y más solidaria». Una oportunidad que, frente a enormes dificultades, existe en Catalunya y que no existe en España. Por pragmatismo, uno de los criterios que el movimiento sindical se ve forzado a utilizar en su actividad cotidiana, convendría, pues, intentar conseguir que esa oportunidad, la de la República catalana, se hiciera realidad. Batalla más que difícil, ciertamente. Pero con una importante ventaja: es una batalla que se libra en el campo de la realidad. La otra, la de conseguir imponer una agenda social sin ruptura con el régimen monárquico español, pertenece al mundo de la fantasía. Ese es el mundo en el que se mueve CCOO de España cuando se posiciona sobre la situación en Catalunya.

¿Por pragmatismo? ¿Y eso qué debe ser? ¿Que al resto de ciudadanos-trabajadores españoles les coma un pez y que se apañen como puedan?

¿Una batalla, la independencia de .Cat, que se libra en el ámbito de la realidad? ¿Qué realidad debe ser esa?

¿Qué sentido tiene atacar a las CCOO de España -él no debe formar parte de ese sindicato- en el momento en que su dirección defiende cosas sensatas y razonables, como no ha hecho en estos últimos años?

¿Dónde están aquí valores como la solidaridad o la fraternidad?

¿No hay una evidente hegemonía cultural burguesa y pequeño-burguesa en la cosmovisión que rodea al movimiento nacional-secesionista .Cat? ¿Qué ruptura social representa ese movimiento?

¿Vindicamos también la independencia de Tabarnia por pragmatismo, porque aquí las cosas están más avanzadas que en muchas otras zonas de Lérida o Gerona por ejemplo? ¿Y por qué no la de Barcelona y sus alrededores donde hay más combate social que en, pongamos por caso, Vic, Mollerusa o Castelló d’Empúries?

Otras palabras, las últimas. De Joan Coscubiela, el ex diputado de ICV-IU y de Catalunya Sí que es pot.

El unilateralismo, como enfermedad infantil del independentismo, ha hecho saltar todo por los aires. Se ha tirado por la borda el capital político y social del catalanismo inclusivo que se construyó durante los últimos 40 años…[uno de los] efectos colaterales más graves del procés es su inmensa capacidad destructiva. Ha generado fractura en la sociedad, ha destruido el marco político catalán, y ahora poco a poco esa capacidad destructiva que estaba en la periferia del procés se va a acercando a su núcleo. Y terminará implosionando en el propio núcleo del movimiento independentista… Lo estamos [empantanados] porque mucha gente ha renunciado a hacer política, como Rajoy durante muchos años. El PP ha hecho de su renuncia a hacer política en Cataluña su manera de captar votos en España. Durante mucho tiempo eso le ha dado una muy alta rentabilidad electoral, sin olvidar la irresponsabilidad de los dirigentes independentistas… Es incomprensible [el empecinamiento de Puigdemont], desde un punto de vista de interés partidario sin duda no ayuda al independentismo.… no hay cosa peor para encontrar una solución que descabezar a los dirigentes de una parte porque entonces no hay interlocución. Si alguien cree que imputando o encarcelando a los dirigentes independentistas el tema se resuelve, se equivoca radicalmente. No solo no se resuelve sino que se complica… [el procés] v a a dejar heridas sin cicatrizar durante más de una generación. No hay soluciones mágicas. La solución que fue posible hasta hace un tiempo ahora no lo es. Hemos caído al pozo y salir de él será difícil y lento. Y solo se saldrá pactando el desacuerdo…Fue un error mayúsculo [la ruptura con el PSC en el Ayuntamiento], un tiro en el pie con consecuencias importantes para la ciudadanía y también para la propia coalición de Barcelona En Comú. Igual responde no tanto a un error como a una opción, el intento de hacer política catalana desde la ciudad- estado de Barcelona sin tener en cuenta nada más.

Son otra cosa. De acuerdo, son otra cosa.

Dejando aparte el tema del PP y su renuncia a hacer política en Cataluña y el tema de los encarcelamientos (si por mi fuera estarían todos en casa, sin excepción. ¿De qué hablaría entonces los partidos secesionistas?), ¿el catalanismo, inclusivo según él, que se construyó durante 40 años fue eso realmente? ¿No hubo aquí un proyecto de construcción de país que marginaba a la mitad de la población y que siempre tuvo como «finalidad el todo por la pasta y el poder aquí es mío»?

¿No recordamos los años de pujolismo? ¿Hemos olvidado el papel de su ideología, que cubría derecha y una parte de la izquierda? ¿Era lo suyo un ejemplo de catalanismo inclusivo? ¿No fue el pujolismo hegemónico en ese ámbito?

¿Recordemos lo de los hombres a medio hacer, lo de xarnegos y murcianos, las estúpidas risas de Mas hablando de los niños andaluces y gallegos y su castellano no comprensible?

Más aún: ¿a que vino el nombrecito de Iniciativa «per Cataluy» y su separación, como organización diferenciada, de Izquierda Unid? ¿Por qué no la federación catalana de IU? ¿Pero no somos federalistas?

¿No hemos insistido también nosotros, una y otra vez, sobre el dret a decidir?

Cuando hemos hablado de pactos y de referéndums pactados, ¿en qué hemos pensado?

¿No ha jugado la izquierda ICV-EUiA y afines un papel de muleta de «izquierdas» en los compases iniciales del combate secesionista de esos años?

¿A qué viene esto: http://www.eltriangle.eu/es/notices/2018/02/colau-pide-el-acercamiento-de-los-presos-soberanistas-10161.php? ¿La misma letra, el mismo decir que los partidos secesionistas? ¿Seguimos su juego?

¿A qué vino participar en el 1-O como jornada de movilización aunque no diéramos valor a los resultados?

¿Y los votos de apoyo a la presidencia de Carme Forcadell? ¿Y las lágrimas escuchando sus discursos de algunos dirigentes de ICV-EUiA?

¿Por qué permanecimos en el hemiciclo, aunque algunos votaran en contra, cuando se produjeron los disparates institucionales de septiembre y octubre de 2017?

Las palabras deben usarse para significar realmente lo que queremos decir. Ni más ni menos. Intentándolo como mínimo, sin jugar a otros juegos.

Las recomendaciones de la semana (no significa acuerdo en todo). Les llamo la atención sobre las reflexiones de los amigos Antonio Navas y Joaquín Miras.

1. Una reflexión de mucho interés de un médico comprometido, Antonio Navas, un activista de muy largo recorrido, un defensor, en los hechos, en su práctica (donde es más difícil), de una sanidad pública en condiciones, no la simple o no tan simple gestión de una sanidad castigada, más que demediada y marginada:

Yo creo que habrá que negociar. Y no será con el estado. Como bien dices el estado no va a negociar, porque los estados no negocian desde su superioridad; sólo, si acaso, cuando se les da jaque, y para eso hay que tener superioridad de fuerzas, numérica, o estratégica. Ninguna de ellas posee el independentismo en este momento. Más bien, en la hora presente, se representa la escena en la que se resquebraja su unidad ante las maniobras exitosas del enemigo.

Pero la negociación habrá de llegar, y será con su contraparte catalana, con la otra catalanidad. Si el «relato» español dominante en la izquierda española es el de la cerrazón del estado español y la corresponsabilidad en la catástrofe, el del estado con fuerte sesgo autoritario que se niega a negociar y acordar pactos que han de ser renovados permanentemente -y de ahí la desesperación democrática procesista-, el «relato» catalán de «los otros catalanes», el otro relato interior catalán, el que apenas se ha atrevido en los últimos meses a romper la baraja, a reconocerse y expresarse incipiente y contundentemente, es el del hastío, el hartazgo y el ya basta a cuatro décadas de abrumadora hegemonía nacionalista catalana, con su correlato interior de asfixia, supremacía y supeditación a una determinada cosmovisión. Ése será el que exigirá hacer oír su voz. Y el que obligará a negociar.

El de una mayoría que va a obligar, ya no sólo al independentismo, sino -¡ojo!- al estado español, a redefinir los términos axiomáticos fundacionales de la autonomía catalana y lo que signifique en el futuro la noción de catalanidad. Será con nosotros porque no puede ser contra nosotros. Y eso ya no será más poder, más competencias y más trágalas. Será otra cosa, cabe que hasta más federal, cabe que hasta legitimada por un referéndum de ámbito exclusivamente catalán. Pero en ese referéndum ya no valdrán preguntas antiguas, no valdrán preguntas que sólo han de satisfacer al 50% de la humanidad que vote, gane quien gane; probablemente se formulen otras, o simplemente se expresen los términos de un nuevo acuerdo de convivencia entre ciudadanos iguales, en el que el monopolio exclusivo del poder ya no será para los ocho-siete-seis-cinco o cuatro apellidos catalanes. Salud.

2. La presentación y discusión en el Ateneo barcelonés de Cataluña y revolución burguesa de Jordi Solé Tura: https://www.youtube.com/watch?v=TiSak3eEVN0&feature=youtu.be. Les interesará.

3. Dando en el clavo: Vicente Serrano, «El derecho a decidir, la lengua, la escuela y la culminación del liberalismo». https://www.cronicapopular.es/2018/02/el-derecho-a-decidir-la-lengua-la-escuela-y-la-culminacion-del-liberalismo/ Otro de sus excelentes artículos: «El parche de la reforma electoral C’s & P’s. Reformar para que nada cambie». https://www.cronicapopular.es/2018/02/el-parche-de-la-reforma-electoral-cs-ps-reformar-para-que-nada-cambie/

4. Hablando sin conocimiento de causa y haciendo el juego al nacional-secesionismo, el destino de la izquierda española según parece: «Espinar (Podemos) dice que es «una broma» hablar de adoctrinamiento en Cataluña» http://www.europapress.es/nacional/noticia-espinar-podemos-dice-broma-hablar-adoctrinamiento-cataluna-20180209135317.html. ¿Conoce Espinar el tema? ¿Se ha asesorado bien o se ha dejado jalear sus oídos?

5. Cosas básicas, elementales pero que conviene decir y oír: Jaume Reixach, «Ni España es una mierda, ni Cataluña es el paraíso.» http://www.eltriangle.eu/es/notices/2018/02/ni-espana-es-una-mierda-ni-cataluna-es-el-paraiso-10104.php. Una de sus observaciones (que no comparto en su totalidad ni incluso en su enfoque):

Cataluña, formando parte de la «desastrosa» España, figura en el puesto 19 del ranking de países elaborado por la OCDE donde se vive mejor en el mundo. No está nada mal. En PIB, España es la quinta economía de la Unión Europea (UE) y una Cataluña independiente bajaría al peldaño 14. Eso sí, en PIB per cápita, Cataluña (28.590 euros) es parecida a Italia y superior al conjunto de España (24.100 euros), pero estamos muy lejos de los niveles de Alemania (39.500 euros), Dinamarca (48.400 euros), Irlanda (58.800 euros) o de Luxemburgo (90.700 euros). También estamos mejor que Rumanía (8.600 euros), Polonia (11.000 euros), Lituania (13.500 euros) o Portugal (17.900 euros). Es decir, ni España es una mierda ni Cataluña es el paraíso. Desde esta perspectiva, tenemos que aceptar que somos como somos y que todavía nos queda camino por recorrer para llegar a ser una sociedad próspera e igualitaria, como puede ser Noruega, que encabeza el ranking mundial de felicidad elaborado por las Naciones Unidas.

6. Tampoco está mal: «¿En qué planeta vive Marcela Topor?». Se habla de la señora de Carles Puigdemont. http://www.eltriangle.eu/es/notices/2018/02/-en-que-planeta-vive-marcela-topor-10066.php. La vida de las élites y de las llamadas clases medias altas.

7. Para aprender: «Entrevista a Eliseo Aja». http://www.eltriangle.eu/es/notices/2018/02/entrevista-a-eliseo-aja-10129.php. Una de sus ideas:

¿Por dónde hay que empezar, a su juicio, para cambiar este estado de cosas? EA: Habría dos niveles de actuación. Uno, efectivamente, sería cambiar las leyes, cambiar las prácticas, que impiden un correcto funcionamiento, que producen solapamientos, vacíos. Solo algo de ello requerirá el cambio constitucional. Se trata de cambiar leyes; aprobar la ley de financiación, mejorar la legislación sobre dependencia… Pero hay puntos que requieren una reforma de la Constitución, y que hay que abordarlos ya. Serían principalmente (estoy resumiendo el documento que hace poco hemos hecho varios profesores) cambiar la doble naturaleza de los Estatutos, que son norma básica de cada Comunidad y al mismo tiempo ley orgánica del Estado. Esta doble naturaleza genera muchos problemas y sería preferible sustituir los Estatutos, con este nombre u otro, por un tipo de Constitución de un Estado federado, como los que tienen los Estados americanos o los landers alemanes, en los que la creación de la Constitución depende de la entidad territorial, del Estado o del land que lo hace. Cambiar también el sistema competencial, de manera que figure en la Constitución la lista de competencias del Estado, pero todas las demás sean de las CC.AA.. En este sentido, no hace falta que figuren en los Estatutos o Constituciones federadas, porque son todas las que el Estado no ha asumido expresamente. En tercer lugar, el sistema de financiación, porque los recursos económicos son fundamentales para el desarrollo de las competencias; si no hay dinero, no hay autogobierno. Actualmente, prácticamente no hay normas que rijan el sistema financiero, de tal manera que se ha impuesto como si fuera la Constitución la Ley Orgánica de Financiación de las CC.AA., la LOFCA. En cuarto lugar, hace falta crear un sistema de colaboración. Por ejemplo, las conferencias sectoriales dependen excesivamente del ministro, a diferencia de otros países, donde es una instancia dirigida por los propios territorios. También hay otros mecanismos que habría que tener en cuenta como, por ejemplo, los dedicados a hacer más eficaz la presencia de las CC.AA. en la Unión Europea; los referidos a la cultura, la presencia internacional de Comunidades con lengua propia, etc.

8. De mucho calado si llega a ser realidad: Marcos Lamelas, «Socios de Mediapro quieren una radio y el ‘Ara’ para cambiar el mapa mediático catalán. Los socios de Mediapro están interesados en una sola de las frecuencias. Ofrecen por ella algo más de ocho millones de euros, ya que el Grupo Flaix es una empresa muy saneada». https://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2018-02-12/socios-mediapro-comprar-radio-diario-ara_1520024/

Un apunte más sobre el tema: como se entere don Piqué, don Roures lo tiene claro, ¡lo excomulga territorialmente, como hizo con el Español de Barcelona!: «El fondo chino Orient Hontai Capital compra Mediapro. El vehículo se hace con el 53,5% del conglomerado audiovisual por 900 millones; Jaume Roures y Tatxo Benet, fundadores del grupo, retienen la gestión». https://cronicaglobal.elespanol.com/business/fondo-chino-orient-hontai-capital-compra-mediapro_120857_102.html.

Una información sobre el personaje y su acumulación que seguramente ya conocen:

Jaume Roures dio el salto a hombre de negocios en la época de Cruyff entrenador del Barça, entre 1988 y 1996, cuando le hace apoderado y empieza a intervenir en la negociación de derechos televisivos (en esta caso a favor del Barça). Funda Mediapro en 1994, con Tatxo Benet, que había sido responsable de deportes en TV3 y representante de ella en la FORTA; Jaume Ferrús, diseñador técnico de TV3 en su nacimiento, luego su director hasta que con Mediapro se pasa «a la privada»; y Gerard Romy, periodista como Tatxo Benet, que también trabajaba en TV3 en los primeros ochenta, en Antena 3 y entre 1991 y 1994 director ejecutivo y de marketing en Dorna, la empresa del mundial de motociclismo. Sea cual fuere el capital previo de que disponían, el mayor capital de Roures parece que ha sido la red de relaciones que ha establecido en un mundo poco transparente y poco controlado como es el de los negocios deportivos. Cruyff, cuyo padre fue militante del partido comunista holandés, les debió abrir puertas. En cualquier caso, les daba una imagen (un capital social diría Bourdieu) que ellos, por sí mismos, no tenían.

9. Una reflexión de interés sobre el lenguaje político de Santiago Muñoz Machado: «Anomia catalana», 10.02.2018. Toca el tema de hoy.

Los juristas llamamos anomia a la ausencia de ley. Los médicos denominan de esta manera a un trastorno del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre. Los psicólogos y sociólogos consideran que anomia es el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación. La anomia catalana se compone de todos estos ingredientes. Pongo por delante de todos sus demás síntomas el trastorno del lenguaje. Hace falta poner mucha atención y esfuerzo para comprender algunos discursos de los más arriscados líderes independentistas: enlazan palabras de significado equivocado en una retahíla de sintagmas dichos de un tirón y con vigor suficiente como para dejar estupefacto al interlocutor o inerme al entrevistador, si la salmodia se produce en programas audiovisuales. El atónito oyente o espectador oye palabras políticas esenciales como soberanía, democracia, derecho a decidir, libertad, golpe de Estado, justicia, ley, constitución u otras atribuyéndoseles un significado que no tienen. Cada uno de estos vocablos ha sido objeto de un largo proceso de depuración en todos los estados de Derecho hasta integrarse en su cultura y lenguaje jurídicos con una significación muy precisa. Pero el soberanismo catalán los ha reinventado, sin más autoridad ni fundamento que el desnudo arbitrio personal o grupal. La consecuencia es que, siendo las palabras esenciales para la comunicación, no nos entendemos. No podemos alcanzar acuerdos con nuestro interlocutor porque ninguna de las partes sabe de qué habla el otro. Por ejemplo, la palabra democracia no significa que una parte del pueblo pueda derribar la Constitución del Estado en que está integrado; un golpe de Estado lo da quien trata de apoderarse de las instituciones al margen de cualquier procedimiento legal, aunque no medie violencia, no quien aplica previsiones legales o constitucionales, etcétera.

10. De Juan Francisco Martín Seco: «Tabarnia y el callejón del Gato». https://www.republica.com/contrapunto/2018/02/08/tabarnia-callejon-del-gato/. Sus palabras de cierre:

La constitución de Tabarnia tampoco ha sentado bien en Podemos. A primera vista resulta extraño el apasionamiento con el que Pablo Iglesias ha reaccionado calificándolo de circo y afirmando que «ya está bien de tomar el pelo a la gente». La explicación tal vez se encuentre en que eso que llama circo cuestiona también el discurso de Podemos sobre el tema territorial, y más concretamente sobre Cataluña. La defensa del derecho a decidir no conforma esa postura progresista que pretenden transmitirnos, sino un tópico grotesco con el que situarse en el medio de la contienda y mantener así al mismo tiempo los votos de Cataluña y los del resto de España. Es, como se ha visto, difícil de conseguir y no tendría nada de extraño que se quedase sin los unos y sin los otros. Gracias a Tabarnia, la defensa del derecho a decidir se refleja en el espejo como el absurdo de una Europa fraccionada en 200 o 300 reinos de Taifas. ¡Viva Cartagena! Darío Fo mantenía que la sátira es el arma más eficaz contra el poder. Es posible que Tabarnia se esté manifestando como uno de los principales instrumentos para combatir el nacionalismo. ¿Un circo, tal como ha dicho Pablo Iglesias?, ¿una broma? Quizás, pero su sola presencia muestra el circo, la bufonada y la patraña que conforman el procés, y por ende el discurso de todos los que intentan justificarlo.

En mi opinión y por el momento, Tabarnia sigue valiendo como broma, como espejo, como respuesta al secesionismo en sus propios términos, la inversión crítico-hegeliana del disparate nacional-secesionista.

11. De Guillem Martínez, «Procesando la investidura (IV) La no-revolución permanente» . http://ctxt.es/es/20180207/Politica/17758/Guillem-Mart%C3%Adnez-Puigdemont-investidura-propaganda.htm. El comentario (publicado como observación en la página del artículo) de un lector atento, de Joaquín Miras:

Apreciado señor Guillem Martínez:

Permítame un par de comentarios sobre este artículo suyo «La no revolución permanente».

El primero, el más extenso, respecto de su opinión sobre la implacable falta de capacidad de negociación de eso que usted denomina «Estado-Esp». Deseo hacerle a usted una pregunta: ¿sabe usted si es que alguna de las fuerzas separatistas derrotadas tan flagrantemente como usted bien señala, ha pedido discretamente entablar negociaciones para negociar los términos de la rendición o, si usted prefiere, de la derrota?

Periodistas como Joan Tapia, José Antonio Zarzalejos, o Gregorio Morán, bien informados, no explican que haya señales de tales cosas. Por el contrario, y como hacía ETA antaño, en pleno marasmo, en vez de tratar de abrir negociaciones discretas, las fuerzas separatistas provocan la confrontación un día si y otro también. Nos provocan, en primer lugar a los ciudadanos del país de los catarras que no somos separatistas. Y que somos mayoría. Cada vez que sacan el culebrón bruselense. Y lo hacen sin tener en cuenta que cada día que hacen eso, el PSC pierde votos, y los gana Ciudadanos. Pero lo hacen sin importarles que, dada su actual situación de derrota total, y la indignación, que producen, la afrenta que nos generan, eso implique que un centenar largo de personas pueda acabar pasando una decena de años en la cárcel. Gentes de las suyas. Y lo hacen porque no van a ser ellos lo que queden mal, los que sean traidores. Bueno, bien, así sea. Pero entonces, no podemos pedirles a los que han ganado por goleada, que sean ellos quienes arriesguen su electorado. ¿No le parece? La paz de Breda exige que el derrotado amague arrodillarse y entregue las llaves. Entonces, el vencedor, deberá ser condescendiente y magnánimo…¿ o me equivoco de argumento?

La segunda cosa que desearía comentar, es que me parece extraño que usted concluya ahora que los cartageneros deben extraer conclusiones de lo que acaece en Cataluña. Los cartageneros, y los vascos, incluido el señor Urkullu, y todo el mundo salvo ese sector de los catarras que se siente superior, distinto, y daneses del sur, ese que siente que, por serlo, ho tenen tot pagat a totarreu. Todos los demás en España, salvo los magníficos daneses del sur, habían ya extraído la conclusión, tanto de la extraordinaria potencia de España, cuarta economía del euro, como de su carácter de Estado -los estados no negocian los pulsos que se les echan: ningún Estado-. Como resultado de lo ocurrido con ETA. Precisamente por eso, en octubre, el señor Urkullu, puso en el asador toda la carne, sin temor al ridículo, a ser llamado traidor en su casa, a que se rieran y se indignaran con él en el País Vasco.

Pero nosotros bailamos mambo. Y así va la cosa. Y nada más

Reciba un saludo afectuoso.

11. Por supuesto que puede ser falso. No es mi punto de vista y, desde luego, el departamento de estudios del BBV no es el Dios omnisciente. Pero conviene tomar nota de cosas como la siguiente para falsar para siempre algunos cuentos que ellos mismos, los partidarios del «pastelero loco» (así llama a Puigdemont algunos de sus partidarios con un uso poco ajustado del sustantivo y, sobre todo, del adjetivo), han contado a sus gentes: J.G.Jorrín, «BBVA estima que el ‘procés’ costará 35.000 empleos a Cataluña en 2018. La entidad estima una desaceleración del PIB de la comunidad autónoma de siete décimas como consecuencia de la incertidumbre política. Cataluña crecerá un 2,1%, a la cola de España». https://www.elconfidencial.com/economia/2018-02-12/incertidumbre-proces-cataluna-empleo-crecimiento-bbva_1520639/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=BotoneraWeb

12. Sobre las características política de una amistad más que peligrosa del secesionismo catalán: Ismael Monzón, «Matteo Salvini y la lepenización de Italia. El nuevo líder de la Liga, que cogió el partido con un 4% de apoyo electoral a nivel nacional, lo ha llevado hasta el 30% en el norte del país con su discurso xenófobo y antieuropeista». CYXY, 14.02.2018. La obertura:

Matteo Salvini, el líder de la Liga, ha compartido plaza con los fascistas en más de una ocasión. Cuando en 2015 se lanzó a la conquista de Roma con la primera gran manifestación de la Liga Norte en la capital, acudieron cientos de simpatizantes de Casa Pound, un movimiento social que defiende el legado de Mussolini. Tras pasar la juventud ligado a movimientos comunistas, el rostro renovado de la Liga es de los que dicen que las ideologías están superadas. Primero se distanció de los históricos de su partido y abandonó el independentismo padano, pero a la hora de introducir un cambio de paradigma este milanés que en unos días cumplirá los 45 ha sido fiel al santo y seña de los suyos: identificar al enemigo y lanzarse a su yugular. Roma ladrona [uno de los eslóganes preferidos por el partido] ya no le roba tanto a la Liga. Ahora los grandes enemigos son los inmigrantes, que han «invadido» Italia, y Europa, que le ha cercenado su soberanía. Y mejor si ambos pueden confluir en un cóctel: el Gobierno italiano ha permitido la entrada de cientos de miles de migrantes y la Unión Europea no sólo no ha hecho nada para impedirlo, sino que ha dejado que el país asuma toda la carga. En los cinco años que lleva al frente del partido, estos dos temas se han convertido en los mejores fantasmas con los que buscar el origen de la depresión colectiva italiana, que en realidad antecede a la oleada migratoria y la gran crisis económica.

¿Qué pasa cuando un movimiento ciudadano recibe apoyos así, y de fuerzas flamencas nacionalistas de orígenes más que turbulentos? ¿Nada qué decir? ¿Democrático, democrático, democrático, con estos aliados-amistades?

13. De lo mejor que he leído sobre la ANC: Steven Forti, «La ANC, el peronismo.cat». Qué es, cómo nace y qué representa este movimiento que parece transversal pero repite consignas gubernamentales», CTXT, 14.02.2018 (se publicó anteriormente en la revista Atlántica XXII , núm. 53 (noviembre 2017), pp. 14-17). Uno de sus comentarios:

Efectivamente, la lucha de poder interna ha sido brutal. Uno de los momentos clave fue la primavera de 2015, cuando Jordi Sánchez sustituyó en la presidencia de la ANC a Carme Forcadell, que se convirtió en presidenta del Parlamento de Cataluña, tras las elecciones «plebiscitarias» del mes de septiembre. La elección interna fue muy discutida ya que la candidata más votada fue la escritora Liz Castro, pero Sánchez, que había acabado segundo, consiguió hacerse con la presidencia de la entidad, gracias al voto de los miembros del secretariado. Forcadell venía de ERC, mientras que Sánchez, tras su militancia en los ochenta en la Crida, era un hombre cercano a Convergència. Algunos sostienen que fue el mismo Artur Mas quien pidió a Sánchez -que a principios de 2015 era adjunto al Síndic de Greuges [Defensor del Pueblo en Cataluña]- que diese el paso. En toda la operación, que se saldó con el control de la ANC por parte de Convergència, tuvo un papel crucial David Madí, uno de los hombres en la sombra de todo el proceso soberanista catalán.

Como se recuerda, la ANC se constituyó oficialmente en marzo de 2012. Su primera o una de sus primeras puestas en escena fue la Diada de aquel año.

Todavía se discute si la manifestación fue organizada sólo por la sociedad civil o si lo fue por el poder nacionalista a la sombra. Posiblemente la verdad está en el medio: la protesta social espontánea -que mezcló a sectores del post-15-M, movilizados por los recortes y la gestión de la crisis económica, con un activo movimiento independentista que había cobrado fuerza con las consultas sobre la independencia organizadas en los municipios catalanes entre 2009 y 2011- se combinó con una laboriosa estrategia del Gobierno catalán para canalizarla. «La Diada de 2012 tenía un apoyo gubernamental», explica Amat. Es muy significativo el discurso institucional que pronuncia Mas la víspera. Ahí, dirigiéndose a los convocantes de la manifestación del día siguiente, dijo aquel famoso: ‘vuestro clamor es el mío, vuestra voz es la mía y vuestros anhelos los míos’. «La institución de autogobierno asume la movilización como el punto desde el cual se puede desarrollar su proyecto político», apunta Amat. «Y quien le hace el trabajo para ese cambio de rumbo es justamente la ANC», añade.

14. De Carlos Jiménez Villarejo, «El simbolismo independentista». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/el-simbolismo-independentista_120962_102.html. Sus palabras de cierre:

Basta un breve repaso de cómo la pretendida concepción «simbólica» de la presidencia de la Generalitat afectaría de inmediato al funcionamiento de la democracia en Cataluña que, prácticamente, quedaría suspendida . Es suficiente con repasar algunos preceptos de la ley autonómica 13/2008 sobre dicho cargo y su Gobierno. El presidente debe «convocar y presidir las reuniones del Gobierno» (artículo 12), el presidente «debe comparecer ante el Parlamento para dar cuenta de la estructura y composición del Gobierno» (artículo 23), el artículo 26 describe hasta 18 competencias del Gobierno que exigen la presencia del president , y el artículo 28 dispone que «para que las deliberaciones y decisiones del Gobierno sean válidas, es preciso que esté presente el presidente». Otros muchas normas exigen la presencia personal e inmediata del president , como las respuestas a las «preguntas orales» de los diputados y otras similares. Es imposible concebir, desde los más elementales principios de un régimen democrático , un gobierno presidido y aparentemente dirigido –además de las razones procesales que aquí concurren- por un supuesto presidente, en el extranjero, que carece por completo de la posibilidad de ser conocido, interpelado, directamente controlado, y de ejercer con plenitud sus funciones legales de gobierno. La propuesta que hoy sigue manteniéndose constituye un atentado a nuestro sistema democrático que, además de quebrar gravemente las instituciones catalanas actuales, perjudicaría al amplísimo nivel de autogobierno que otorga el Estatuto y, más grave aún, está perjudicándose «la construcción de una sociedad democrática y avanzada, de bienestar y progreso» que define el Estatuto.

Por todo ello, concluye CJV, «el proyecto independentista ni puede ni podrá salir adelante. Basta, pues, de confundir a un pueblo que mayoritariamente -así lo expresan los votos- desea vivir en una sociedad solidaria e integradora, presidida por la igualdad de derechos y la cohesión social». Eso deseamos.

15. La jefa de campaña de Puigdemont recibió instrucciones del «cerebro» del 1-O. https://elpais.com/ccaa/2018/02/15/catalunya/1518692908_870084.html. El cerebro es un tal Josep Maria Jové, diputado en el Parlamento catalán por ERC. ¿Algún hilo en común Elsa-Josep? Su formación técnica, sus contactos con el mundo empresarial y su adoctrinamiento: España es una caca putrefacta, ineficaz además; Cataluña, una nación oprimida, la modernidad encarnada.

16. Se estará o no de acuerdo pero el siguiente artículo es un ejemplo de pensamiento claro, sólido, no escondido con tesis claras y argumentadas (que yo no comparto en su totalidad): José Luis Álvarez, «Els de casa’ frente ‘els de fora». El País, 15.02.2018, p. 13.

17. La lista continúa pero, como dicen, no es nada: «Ordesa, eDreams, Josa y Hotel Axel también se van de Cataluña. Algunas de las empresas fugitivas van a parar a Tenerife, Murcia, Córdoba, Málaga, Cuenca, Ibiza y La Coruña». https://cronicaglobal.elespanol.com/business/ordesa-edreams-tambien-se-van-cataluna_121289_102.html

18. Aunque no estén de acuerdo con el enfoque y con algunos comentarios del autor, hay datos, nombres y circunstancias que conviene conocer: Miquel Giménez, «Los que viven del cordero (y usted no lo sabe)». https://www.vozpopuli.com/opinion/viven-cordero-sueldos-publicos-cargos-directores_0_1108989814.html. ¿Un escándalo? ¡Un verdadero escándalo! Cualquier les saca de sus poltronas y de sus relatos nacional-secesionistas. ¡Les va el sueldo y una vidorra en ello! (no digo, por supuesto, que no ocurra también en otras administraciones).

19. Un titular errado: Christian Segura, «Jaume Roures, el magnate de la televisión que votó a la CUP. El presidente de Mediapro, a quien la Guardia Civil atribuye un papel «capital» en el ‘procés’, combina sus negocios con el apoyo a la autodeterminación». https://elpais.com/ccaa/2018/02/15/catalunya/1518724466_511515.html?autoplay=1, No es un apoyo a la audeterminación sino a la secesión, cosa distinta. Por lo demás, veríamos com reaccionaría don Roures si una CUP gobernante socializara los numerosos medios de producción, entretenimiento y distribución que están en sus privadas manos.

20. Lleno de razones, entrevista a TV3 el viernes 16.02.2018: «Coscubiela denuncia «intimidación» independentista. El ex diputado considera que los medios «han generado un ambiente de hooligans» en Cataluña». https://politica.e-noticies.es/coscubiela-denuncia-intimidacion-independentista-115773.html. Con la máxima claridad.

Hasta la semana que viene. Salud, felicidad, amor y lucha (con el decir de Jenny Marx).

PS:. Las reflexiones de un periodista imprescindible: http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/mon/entrevista-al-periodista-rafae-poch/video/5723622/; el vídeo de la conmemoración del 145 aniversario de I República española en Barcelona: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/161901c62e2eec77?projector=1; una excelente y documentada conferencia sobre pseudociencias de Alfredo Caro Maldonado -https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/1618b7cd29d6e200?projector=1-, este artículo necesario de Lidia Falcón: «Madres víctimas de trata» http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2018/02/09/madres-y-victimas-de-trata/ y una reflexión de Bruno Guigue que conviene tener muy en cuenta para ubicarnos en este mundo que sigue siendo grande y terrible:

China continúa su ascenso fulgurante seguida de la India, que accederá en 2018 al puesto de quinta potencia económica del planeta, relegando a Francia al sexto puesto. En respuesta a las críticas de Trump, Pekín se permite incluso el lujo de cantar las alabanzas del libre comercio. Es verdad que China es la primera exportadora del mundo y Estados Unidos el primer importador. La economía estadounidense posee todavía grandes ventajas, pero su parte en el PIB mundial disminuye. En 2025 China tendrá el 21 % y Estados Unidos el 16 %. En 2050 China tendrá el 33 % y Estados Unidos el 9 %. Cuando las sombras chinas oscurecen el horizonte, el «sueño americano» toma el aspecto de pesadilla. De tres trabajadores estadounidenses, dentro de 30 años, el primero será sustituido por un robot, el segundo por un trabajador chino y el tercero temerá acabar como los dos anteriores. La elección de Trump es el fruto de esta inquietud, pero es obvio que su política no podrá remediarlo. La cuestión no es saber si Estados Unidos cederá el primer puesto, eso está claro. Tampoco se trata de saber cuándo, puesto que es inminente. La única cuestión es saber en qué condiciones se efectuará esa transición inevitable. La imprevisibilidad manifiesta de Trump, su agitación febril, su comportamiento histriónico, en suma, es como un síntoma neurótico. Traduce la angustia de una superpotencia que siente que el suelo se abre bajo sus pies y busca conjurar las señales de su hundimiento multiplicando las ocurrencias. Se vislumbra una fuerte tendencia, ¿el lento declive de la producción material «made in USA» podría ser detenido por un sobresalto geopolítico? Trump intenta asumir ese desafío, pero siempre choca contra los límites objetivos. Esta impotencia da seguramente a su política un aire de déjà-vu, mientras intenta a toda costa desmarcarse de sus predecesores y restaurar la imagen del regreso de un «gran Estados Unidos».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.