Desde la Antigüedad el problema del agua ha sido fundamental para la vida del hombre. Thales de Mileto ya decía «el agua es el elemento y principio de las cosas». Hoy nos dicen que en Oriente Medio se están dando guerras de religión, fundamentalmente entre el mundo chií y suní, sin embargo, uno de los […]
Desde la Antigüedad el problema del agua ha sido fundamental para la vida del hombre. Thales de Mileto ya decía «el agua es el elemento y principio de las cosas».
Hoy nos dicen que en Oriente Medio se están dando guerras de religión, fundamentalmente entre el mundo chií y suní, sin embargo, uno de los principales problemas que genera el conflicto en Oriente Medio es el agua y mientras esto no se solucione, la solución al mismo es muy difícil.
El agua en Oriente Medio se encuentra básicamente en la cuenca de los tres grandes ríos de la zona, Tigris, Éufrates y Jordán. Como ya ocurría en la Antigüedad, las aguas de estos ríos son imprescindibles para el desarrollo de la vida. El dominio de las mismas se ha convertido no sólo en una cuestión de supervivencia, sino también de poder.
Siria es un país central en Oriente Medio, pues a pesar de la gran aridez de su territorio, tiene los principales acuíferos de la zona. Además por su territorio pasa el río Jordán y tiene su principal afluente el Yarmuk. El río Jordán es vital no sólo para Siria, sino también para Jordania e Israel, pues de él depende el suministro de agua de estos países. Debemos recordar que la guerra de los seis días de 1967 fue motivada por el agua.
Los ríos Tigris y Éufrates nacen en la zona kurda de Turquía y ambos ríos atraviesan el norte de Siria. Sus aguas son fundamentales para la vida en Mesopotamia, por lo que el control de los cauces se convierte en un factor político fundamental. Siria emplea anualmente unos 33.700 millones de m3, de los cuales unos 26.000 millones de m3 los obtienen de estos dos ríos.
Los Altos del Golán son sirios, pero están ocupados por Israel desde 1967 y son una fuente segura de abastecimiento de agua para Israel, por lo que nunca Israel lo devolverá de forma pacífica.
El actual conflicto sirio no es debido a la lucha por el petróleo o el gas como vemos que sucede en otros países de la zona, sino que Siria es una pieza fundamental del tablero geopolítico en Oriente Medio, ya que de sus aguas dependen los demás países, por lo que son fundamentales en las grandes geoestratégias políticas, militares y económicas.
Todo el Oriente Medio sufrió una gran sequía en el periodo de 2006-2012, que todavía se vio agrandada por una muy mala gestión de los recursos hídricos y una excesiva dependencia del riego intensivo, lo que provocó una gran limitación para hacer frente a la crisis generada por la sequía. El gobierno sirio estuvo incentivando el cultivo del algodón y del trigo de regadío que supuso un agotamiento de sus acuíferos y de sus aguas superficiales. Recordar que la zona donde empezó la sublevación fue Dera’a, en pleno corazón del río Yarmuk.
A esta gran sequía hay que añadirle que los efectos del cambio climático se están haciendo muy presentes en la zona. Todo esto produjo un colapso del sector agrícola y como consecuencia la emigración de las poblaciones rurales sirias a los grandes centros urbanos, Damasco, Alepo, Dera’a, Homs, lo que contribuyó a deteriorar la economía del país y a aumentar la inestabilidad política. Este es el principal motivo del conflicto vigente en Siria, junto a problemas religiosos y geoestratégicos de otros países respecto a Siria.
El mayor afluente del río Jordán es el Yarmuk y sus aguas no sólo son importantes para Siria sino también para Israel y Jordania. Actualmente tanto Jordania como Israel consumen un 15% de agua por encima de sus posibilidades, haciendo que sus acuíferos se sequen.
Tras seis años de conflicto sirio. se han producido dos hechos muy relevantes, que son, que el uso de la tierra agraria ha disminuido en grandes proporciones y el consumo de agua se ha visto en consecuencia fuertemente disminuida y además ha provocado que el río Jordán lleve más agua a Jordania e Israel. Como no se usa el agua en el regadío hace que el caudal haya aumentado y que esta agua llegue al embalse jordano de Al Weldi y se utilice en la expansión del regadío jordano.
En las últimas décadas Siria había desarrollado en la cuenca del río Yarmuk una política de regularización hídrica con la construcción de 21 presas destinadas a conseguir una agricultura intensiva que pudiera atender las necesidades alimenticias de los sirios. Esta política de regularización del río Yarmuk ha provocado que el caudal del Jordán haya descendido en sus últimos treinta años un 60%
Altos del Golán.
Actualmente, todos los países del Oriente Medio tienen unas tasas de natalidad altísimo del 3% anual y los dos grandes problemas del futuro de esta zona serán el agua y el hambre. Toda esta zona de agricultura intensiva que tenía Siria antes de la guerra ha quedado totalmente destruida, lo que provocara hambrunas en la zona.
Según un informe de la ONU, son quince millones de sirios los que sufren escasez de agua. Al mismo tiempo, estamos viendo como el agua se emplea como arma de guerra, como sucede con Damasco, donde la mayoría del agua de su abastecimiento se sitúa a unos 25 km y está en manos de los rebeldes, estos han cortado el suministro, provocando no sólo su escasez sino el desarrollo de enfermedades.
Para llegar a entender cual es el problema del agua en Oriente Medio hay un dato que es revelador, el 70% del agua que se desaliniza en el mundo se produce en el Oriente Medio. Siria ante la escasez de agua y el crecimiento poblacional que tiene, requiere nuevos recursos hídricos, para ello le es imprescindible la recuperación de los Altos del Golán, fuente principal de agua en la zona y acceder al agua del lago Tiberiades.
¿Qué se puede hacer para ayudar a estos países a solucionar el problema del agua en Oriente Medio?
Respecto al agua, que es de lo que tratamos en este artículo, es necesario el apoyo internacional a través de la ONU, para que se desarrolle una serie de infraestructuras hídricas que garanticen la posibilidad de tener una vida digna. Entre dichas acciones está la desalinización del agua marina en las zonas costeras donde hay abundante población.
Al mismo tiempo, hay que hacer frente al problema demográfico que debe regularizarse de forma urgente. Como vemos el agua y la presión demográfica son dos factores que con carácter urgente debemos solucionar y esto solo es posible con la ayuda internacional. Así sentaremos las bases de un desarrollo pacífico de estos países y de Siria en concreto