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Sol, golf y cemento: la locura de la construcción se desata en España

Fuentes: www.portaldelmedioambiente.com

El desenfreno imparable del desarrollo en la costa española puede amenazar de verdad la industria. Durante décadas, España ha sido uno de los destinos turísticos favoritos para millones de gente atraída por las playas soleadas del país. La industria del turismo, que representa el 12% del producto interior bruto, se enfrenta ahora a la amenaza […]

El desenfreno imparable del desarrollo en la costa española puede amenazar de verdad la industria. Durante décadas, España ha sido uno de los destinos turísticos favoritos para millones de gente atraída por las playas soleadas del país. La industria del turismo, que representa el 12% del producto interior bruto, se enfrenta ahora a la amenaza de un invitado sorpresa: la locura del desarrollo que está llenando la costa del país con complejos residenciales y campos de golf. Inicialmente diseñado para atraer una clientela de clase alta, el sobredesarrollo amenaza el panorama a largo plazo de la industria turística de España a través de una combinación de mercado inmobiliario muy especulativo, la degradación medioambiental y los escándalos de corrupción.

 

Los políticos españoles están empezando a vislumbrar que la industria turística podría ser paralizada en la larga carrera por el sobredesarrollo de las regiones costeras, en particular teniendo en cuenta las ofertas turísticas alternativas que provienen de destinos mediterráneos menos explotados y comercializados como pueden ser Turquía o Croacia. La ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona advirtió recientemente a los políticos y al sector de la construcción de la zona del Levante que dejaran de pensar en el boom de la construcción como en la panacea económica. España puede contar todavía con sus destinos soleados y la conjuntura favorable de los flujos turísticos que alejan a los visitantes de los destinos percibidos como peligrosos para mantener su industria turística viva, pero Narbona hizo hincapié en que a corto plazo, el boom de la construcción puede traer beneficios económicos; a largo plazo, reducirá la calidad del turismo en la región».

De acuerdo con Angel María Beloqui, principal arquitecto en la Concejalía de Urbanismo en el Ayuntamiento de Segovia, el desarrollo económico que sucedió después de la entrada de España en la UE llevó a los grupos inversores y también a las familias a considerar la vivienda como inversión. La inflación en los precios de la vivienda , que alcanzó el 17,4% el año pasado, está alimentando una economía favorable a la especulación, y el sector de la vivienda estima que los extranjeros están adquiriendo más del 50% de las viviendas en la costa. La inversión extranjera en la vivienda pasó de 2.908 millones de euros en 1999 a 7.179 millones en 2003, o sea una subida del 147%. De acuerdo con una reciente encuesta del grupo bancario Barclays, el número de residentes provenientes del Reino Unido que intentan conseguir propiedades fuera del RU pasará del 5% al 10%, una tercera parte de los cuales pretenden comprarla en España. Los alemanes, noruegos y suecos están siguiendo el ejemplo británico.

La llegada de «expatriados» buscando un lugar permanente al sol está ya causando preocupación entre los habitantes de esas zonas y las organizaciones ecologistas. Como se publicó en The Guardian, los habitantes de Alhama (Murcia) temen que la llegada de extranjeros erradique las costumbres locales y transforme el paisaje; en otros sitios, la gente se queja de la barbaridad de los campos de golf que utilizan fuentes escasas de agua, muy necesaria para una agricultura en crisis. Y sin embargo, lo que se está convirtiendo en una auténtica pesadilla son los negocios florecientes de compañías como Polaris World.

Fundado en 2001, Polaris tiene 4.500 empleados que pueden construir tu casa, tu campo de golf, tu jardín, tu planta desaladora, e incluso proveerte con persoal de servicio, sin mencionar el mandar a tus hijos al King’s College de Polaris World. Las residencias más lujosas de Polaris van desde 595.000 euros hasta un precio increíble de 448.000 euros. En un esfuerzo por conseguir las simpatías de los habitantes de Alhama, Polaris ofreció pagar los libros de texto de los niños de Alhama, pero los políticos locales (incluído un miembro del Partido Popular al frente del ayuntamiento) rechazaron inicialmente dar luz verde al proyecto Polaris. Esto se está convirtiendo en una práctica común en muchas zonas costeras; pero cada vez más políticos locales están presionando dentro de los gobiernos municipales para parar prácticas empresariales que ven como perjudiciales para el medio ambiente y su propia supervivencia como comunidad. Compañías como Polaris World deben inevitablemente tratar con el sorprendente mundo de las políticas locales en España, una telaraña compleja de intereses económicos, rivalidades políticas y activismo ecológico que frenan severamente el curso de las iniciativas empresariales en el sector.

Queda por saber si este modelo empresarial es sostenible a largo plazo. En todo el país, el sector de la construcción es un factor importante para la economía española, con un incremento del 5.4% al 6% del Producto Interior Bruto en el tercer trimestre del 2005. Pero los expertos avisan que la burbuja inmobiliaria está a punto de explotar, y una recesión económica casusada por una lenta deceleración del mercado inmobiliario empieza a vislumbrarse. Como afirmaba recientemente Carlos Hernández Pezzi, presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, en La Vanguardia, España tiene hoy en día un mercado inmobiliario de dimensiones excesivas, caracterizado por unos riesgos económicos altos y unos desequilibrios sociales significativos. Angel María Beloqui dice que este modelo es beneficioso a corto plazo gracias a los empleos que crea, pero «es totalmente ficticio. Mucha gente invierte en vivienda, y no utiliza esos hogares. Debemos crear otras alternativas».

Los casos de corrupción están también afectando a las prácticas empresariales, En Marbella, las compañías constructoras están siendo investigadas por actividades delictivas con la acusación de al menos 598 personas-entre las cuales muchos políticos locales vinculados con dinero «blanqueado» a través de asociaciones dedicadas a la especulación y la reclasificación de terrenos. Voces expertas están empezando a criticar esta mentalidad de querer sacar tajada que encuentran detrás de estas prácticas empresariales.

Paco Toledano, coordinador de Ecologistas en Acción- Almería, una organización ecologista, dice que «esta clase de crecimiento es insostenible. Es un crecimiento forzado por intereses corporativistas, a los que no les importa sacrificar la calidad de vida de la gente de la zona, y destruir la herencia natural, social e histórica. Provoca la desaparición de un sector importante de las economías locales».

Y ¿qué tal los extranjeros? Como dijo recientemente Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, «España no ha aprendido nada de su pasado… Los extranjeros adinerados están ya haciendo las maletas, porque es desagradable pasar las vacaciones en lugares atestados.» Sólo el tiempo, un mercado muy especulativo e impredecible, los límites impuestos por un paisaje que está ya desfigurado y un medio ambiente desgastado dirán si este modelo empresarial tiene futuro o no.

Handan T. Satiroglu, además de ser escritora profesional, ha impartido también clases de Sociología en la Universidad de Virginia del Norte, Northern Virginia Community College, la segunda más grande de los Estados Unidos. Sus conferencias se han centrado sobre todo en las discusiones teóricas y empíricas que abarcan los debates actuales, sociales, políticos y culturales. Ella comparte actualmente su tiempo entre Alejandría, Virginia y Segovia, España.

Traducción realizada por Rosita – Ecologistas en Acción – Almería

Handan T. Satiroglu
Ecologistas en Acción Almería