Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
IRIN ha advertido que se ha entregado poco más del 5 % del dinero prometido para reconstruir Gaza tras la devastadora guerra con Israel que se extendió 50 días el verano pasado.
Durante el conflicto murieron más de 2.000 palestinos (la mayoría de ellos civiles) y unos 100.000 hogares fueron destruidos. Seis meses después de que se acordara el alto el fuego, muchas familias siguen durmiendo en alojamientos temporales.
Hace cinco meses varios dirigentes mundiales prometieron más de 5.000 millones de dólares para la reconstrucción, la reurbanización y en ayuda al gobierno, sin embargo, en realidad solo se ha materializado una parte de esta ayuda.
Hasta el momento se han recibido «aproximadamente 300 millones de dólares», señaló a IRIN una fuente de la oficina del vice primer ministro palestino Mohammad Mustafa, que dirige los trabajos de reconstrucción del gobierno en Gaza. «Los proyectos paralizados debido a la falta de donaciones son los principales proyectos de reconstrucción, entre ellos los de viviendas y de reconstrucción de carreteras», afirmó esta fuente.
Esta revelación viene después de los comentarios de Robert Turner, presidente en Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNWRA, de que «casi nada» de los fondos prometidos ha llegado al territorio.
¿Promesas rotas?
Los 5.400 millones de dólares que se prometieron en la conferencia de El Cairo superaban los 4.000 millones que la Autoridad Palestina afirmó necesitar. Aproximadamente 2.800 millones del dinero prometido estaban destinados a los tres primeros años de reconstrucción, pero solo se ha dispuesto de una parte de este dinero.
Resulta ser extremadamente difícil saber quién prometió qué. La página web de la conferencia, cuya sede está en Egipto y Noruega, no contienen un desglose específico de los fondos prometidos.
IRIN solicitó a los noruegos que le proporcionaran una lista completa de lo que se había prometido, pero Frode Overland Anderson, portavoz del ministerio noruego de Asuntos Exteriores, indicó a IRIN que «no es factible hacer un desglose completo y detallado de las promesas de la conferencia de El Cairo». La razón era «en parte porque los donantes todavía tienen que proporcionar un desglose exhaustivo de su contribución y en parte debido a las condiciones sobre el terreno que impiden el desembolso de más cuotas», afirmó Anderson.
Con todo, en opinión de algunas personas se ha puesto poco empeño en cobrar el dinero. El empleado de la ONU indicó que los egipcios no han sido suficientemente proactivos en comparación con las conferencias de donantes a Siria. «Cuando Kuwait organizó la conferencia sobre Siria, la secretaría siguió unos procedimientos estrictos para garantizar el pago del dinero, incluido el invitar a los donantes a reuniones. Egipto no ha hecho nada».
Los altos cargos egipcios no respondieron a la petición de que comentaran esta afirmación.
De hecho, solo a mediados de enero, antes de una reunión de donantes en marzo, Noruega solicitó formalmente al Banco Mundial que realizara un seguimiento de cuánto dinero se había entregado.
Según Steen Lau Jorgensen, director del Banco Mundial para Gaza y Cisjordania, el proceso «incluirá un informe […] que reflejará el dinero prometido para la reconstrucción de Gaza desembolsado a través de todos los canales y el calendario para desembolsarlo. También evaluará en qué medida los donantes han cumplido sus promesas y dividirá la lista de dinero prometido en apoyo presupuestario y reconstrucción de Gaza».
Incertidumbre política
Un diplomático europeo señaló a IRIN que a pesar de que hasta el momento la falta de desembolso real es especialmente baja en este caso, es sabido que las conferencias producen grandes cifras en titulares que en última instancia no se materializan. «En este tipo de eventos para prometer ayuda suelen haber muchas más promesas de lo que realmente se entrega», indicó. «Dudo que hayamos visto nunca una conferencia de donantes en la que se cumplieran totalmente los compromisos».
Pero incluso antes de la conferencia de El Cairo los donantes habían expresado su frustración por el hecho de que se esperara que ellos pagaran la reconstrucción de un territorio que probablemente iba a caer en una continua violencia sin una solución duradera para el conflicto israelo-palestino.
Justo antes del inicio de las hostilidades con Israel el pasado verano, Hamas y Fatah, los dos grupos políticos palestinos principales, habían llegado a un acuerdo político que ponía fin a siete años de amarga división. Pero el nuevo gobierno conjunto de tecnócratas todavía tiene que hacerse cargo de Gaza, que continúa a cargo de Hamas, considerada organización terrorista por Estados Unidos, lo cual preocupa a algunos de los donantes.
Un veterano diplomático de la Unión Europea familiarizado con la situación declaró a IRIN: «Los donantes están esperando hasta que la Autoridad Palestina se afiance en Gaza. Necesitamos ver algún signo de seguridad política y no hay ninguno», afirmó.
La fuente de la oficina del vice primer ministro palestino coincidió en que algunos «donantes parecen dudar en cumplir sus promesas ya que el acuerdo de reconciliación parece encontrarse en punto muerto». Pero añadió: «El gobierno [palestino] cree que los trabajos de reconstrucción se deberían iniciar con independencia de los progresos en la implementación del acuerdo».
Todas las personas con las que habló IRIN coincidían en que ahora está operativo el Mecanismo de Control de la Reconstrucción supervisado por la ONU, que se creó para permitir la entrada de material de reconstrucción en Gaza y disipar al mismo tiempo la preocupación israelí por su seguridad. Pero el más amplio bloqueo israelí de Gaza continúa viguente y Noruega afirmó que todavía «existe el reto de proporcionar un volumen suficiente de materiales de construcción a Gaza».
El diplomático de la Unión Europea afirmó que la preocupación por el control israelí de las fronteras se suma a las preocupación por la situación política de Gaza. «El hecho es que gran parte del dinero prometido en El Cairo estaba supeditado a la flexibilización del bloqueo por parte de Israel […] a que los gazatíes pudieran viajar con más libertad al tiempo que se tenía en cuenta la cuestión de la seguridad y a que la Autoridad Palestina pudiera tener más autoridad en Gaza. Ambas cuestiones, que sin duda son complicadas, no se han materializado de modo que permitan considerar que vale la pena emplear el dinero en este momento».
Un lento goteo
Los Estados árabes del Golfo en particular habían prometido fuertes cantidades de dinero en la conferencia de El Cairo: antes de la conferencia Qatar había prometido unos 1.000 millones de dólares, los Emiratos Árabes Unidos 200 millones de dólares y Arabia Saudí 500 millones de dólares. Pero por el momento solo han hecho pagos limitados debido a la ausencia de cambio político. Según el diplomático europeo, «cunde cierta decepción por el hecho de que los países árabes puedan haber contraído compromisos que no están cumpliendo, […] es particularmente difícil conseguir que se comprometan realmente a proporcionar dinero en efectivo, que es lo que ahora se necesita», en contraposición con las donaciones en especie, el suministro de los bienes que se necesitan y de los propios servicios. La falta de dinero en efectivo es particularmente grave en el caso de los proyectos que lleva a cabo la UNRWA, que recientemente tuvo que suspender su ayuda financiera para el alquiler y la reparación de hogares debido a la falta de fondos.
El portavoz de la UNRWA Chris Gunness afirmó que los «donantes han sido generosos, pero por desgracia eso no cubre todas las necesidades, por ello nos vimos obligados a suspender el programa en efectivo para el alquiler y la reconstrucción, que son algunas de nuestras necesidades más urgentes».
El diplomático europeo afirmó que estos países, que tienen relaciones políticas con Gaza, desean tanto como los europeos ver cambios por parte de Israel y de la Autoridad Palestina. «La verdad sea dicha, aquellos que han ofrecido grandes cantidades, los qataríes, los saudíes y los turcos, necesitan ver algún progreso».
Una crisis humanitaria
Los limitados fondos de los que se ha dispuesto han permitido empezar algún trabajo de reconstrucción: se han arreglado las escuelas y centros de salud, y se han hecho reparaciones de emergencia en las redes de electricidad, agua y saneamiento. Ahora se están empezando a limpiar los enormes montones de escombros que quedaron después de los bombardeos israelíes.
Pero el portavoz de Hamas Sami Abu Zuhri declaró a IRIN que no ha visto muchos progresos: «Las personas residentes en Gaza no perciben ningún esfuerzo real para empezar las operaciones de reconstrucción, excepto las pequeñas cantidades empleadas para rehabilitar, restaurar y arreglar algunas casas aquí y allá».
Los proyectos más grandes, entre los que se incluye la reconstrucción de las carreteras y de la infraestructura económica, están casi listos para empezar, pero permanecerán en suspenso hasta que llegue el dinero. Anderson, portavoz de ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, declaró a IRIN: «Aunque el sistema de la ONU ha hecho todo lo posible para hacer frente a las necesidades a corto plazo, para llevar a cabo implementación mayor se necesita una rápida contribución financiera de los donantes».
La fuente palestina afirmó que «habría que recordar a los donantes que el pueblo de Gaza está en una situación desesperada y que el hecho de que la reconstrucción no avance podría tener una repercusión negativa sobre la seguridad y estabilidad de la zona».
Fuente: http://www.irinnews.org/report/101132/only-five-percent-of-pledged-aid-reaches-gaza