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Hambre en Alepo

«Sólo espero morir para poder desaparecer de este mundo»

Fuentes: Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El invierno ha hecho ya su aparición en la asolada ciudad siria de Alepo, donde las familias relatan cómo la falta de comida y de agua ha agravado aún más su miserable situación.


Niños jugando con trozos de metralla y piedras en la zona de Ferdus en Alepo

(Foto Malek Al-Shimale)

Nota del editor: Las entrevistas que se ofrecen a continuación se realizaron en Alepo hace dos semanas, antes de que los renovados ataques de las fuerzas sirias y rusas hayan provocado nuevas decenas de muertos. Ofrecen su testimonio sobre la grave carencia de alimentos que hay en la mitad este de la ciudad, que lleva ya varios meses bajo asedio. Las Naciones Unidas advirtieron que la comida iba a agotarse la pasada semana y que la llegada del invierno podría tener consecuencias fatales para las personas que aún permanecen en la ciudad. Los entrevistados hablaron con total libertad pero pidieron que no se les tomaran fotos.

Yamil Agha, 34 años, cuatro hijos (de seis meses a 14 años)

¿Cómo es la vida para Vd. y su familia?

Hemos sufrido muchísimo durante el pasado mes, especialmente durante la pasada semana. No sé si voy a pasar el día trabajando para conseguir algo de dinero para alimentar a mi familia o a pasar el tiempo tratando de encontrar y conseguir comida. De la ciudad ha desaparecido todo: el azúcar, la harina, el aceite y el gas para cocinar. Es agotador tratar de sobrevivir cada día.

Ayer no comimos a mediodía, sólo un plato de arroz y agua para beber, agua sucia subterránea. Anoche se agotó el pan. Mi mujer trata de amamantar a nuestro bebé pero ya no puede hacerlo, se le ha agotado la leche al no poder alimentarse debidamente. Estoy agotado de intentar encontrar leche en polvo para él.

Nuestra cocina a gas ha dejado también de funcionar y estamos cocinando haciendo fuego, que es algo bastante pesado. Además de lo anterior, todos los precios han vuelto a subir de nuevo, como por ejemplo el cordero, que estaba a 20$ el kilo la pasada semana. Ahora va ya por 25$. Ni siquiera puedo encontrar un pastel de satar o harina horneada. El panadero del mercado ha tenido que cerrar. Antes, la agente utilizaba la harina que les distribuyó hace un mes una organización de ayuda humanitaria. Pero ya se agotó todo.

No hay nada que comer o, si lo hay, los precios son altísimos. Estamos sólo esperando un desastre aún mayor del que venimos soportando hasta ahora.

¿Cómo están sobrellevando los ataques?

No podemos hacer nada, incluso los rebeldes no pueden ya hacer nada. Están combatiendo entre sí y parecen haber perdido el norte. Sólo voy a esperar. Para serle sincero, me iría si pudiera hacerlo, si hubiera un corredor seguro, pero no lo hay.

El hecho es que estamos atrapados sin comida ni agua. Nos vemos obligados a utilizar agua sucia subterránea para beber y cocinar, que nos provoca enfermedades, dolores de estómago y vómitos. Aquí nos hemos quedado sin opciones. Incluso si queremos comprar una botella de agua, es algo más por lo que pagar precios altísimos. Todo esto me está sacando de quicio.

¿Por qué no se marchan de Alepo?

Estamos hartos de todo, como muchas otras personas que conozco. No podemos hacer nada para cambiar la situación militar o nuestro sustento. Eso es responsabilidad del consejo libre de Alepo y de los oficiales de policía del Ejército Sirio Libre. Deberían vigilar de cerca las tiendas y a los vendedores, que son quienes han tomado el control de los precios de los alimentos y piden lo que se les antoja, sin temor alguno a que les juzguen o castiguen. Es como si no hubiera normas y la gente no tuviera moralidad para vender los alimentos a un precio adecuado.

Tenemos pensado marcharnos y vivir en otra parte, no aquí, si es que tenemos alguna posibilidad de salir. Pero hasta el momento no hemos podido: me limito a esperar, al igual que el resto. Como yo, están hartos de toda esta locura. Los rebeldes no pueden controlar esta parte de la ciudad. Y no van a poder tomar el oeste de Alepo ni el resto del país. Y este es el resultado.

¿Qué piensa del Ejército Libre Sirio (ELS) y de la marcha de la guerra?

Tengo muchos familiares que son combatientes del ELS. Hablamos y discutimos la situación. Pero por lo que han visto -considerando lo que está sucediendo sobre el terreno, lo que los rebeldes han conseguido hasta ahora y cuáles han sido los resultados-, no estoy nada seguro sobre el futuro.

Si los rebeldes pudieran hacer retroceder las fuerzas del régimen, entonces podríamos evitar que avancen. Pero el régimen ha dado pasos enormes. Estamos perdiendo cada día. Los rebeldes también combaten entre sí, robándose unos a otros y escondiendo alimentos, suministros y municiones. Después de seis años no hemos podido arreglar nada y hemos acabado bajo asedio desde hace ya más de ochenta días.

Sólo Dios sabe cuándo acabará todo esto.

Um Ahmad, 29 años, tres niños (de 2 a 10 años)

¿Cómo es la vida para Vd. y su familia?

Sufrimos mucho cada día. Cocino algo con harina y aceite de baja calidad para alimentar a los niños pero no es suficiente. Enseguida tienen hambre, pero no tengo nada más que darles. Me siento desamparada. Ni mi marido ni yo logramos alimentar a nuestros hijos.

En cualquier caso, no hay nada que comprar: no podemos comprar verduras porque han desaparecido de las tiendas. Si encuentras a algún campesino que esté cultivando algo, va y te pide un precio por las nubes. En cuanto a la carne, es algo que no vemos por casa. Hace más de dos meses que comimos cordero por última vez, sólo comemos arroz, falafel y otras legumbres. Pero la comida no tiene vitaminas ni los requerimientos necesarios para que mis hijos puedan crecer saludables. La consecuencia es que están realmente delgados -al igual que yo-, perdiendo cada vez más peso y con un aspecto muy pálido.

No sé cuánto tiempo vamos a poder soportarlo. No tengo nada para la próxima semana. En mi casa se ha agotado el azúcar, la harina, el arroz y otras provisiones. No sé qué hacer. Rezo para que algo cambie o haya un gran avance que nos permita disponer de alimentos.

¿Cómo están sobrellevando los ataques?

Hacemos lo mismo que hemos hecho siempre. Si hay un ataque aéreo, permanecemos y dormimos en la cocina porque es la habitación más segura, pero incluso allí no tenemos dónde correr si nos alcanzan. Las bombas son horrendamente devastadoras. Están lanzándonoslas sin tregua, una tras otra. Es un sufrimiento inacabable. De alguna forma, solo confío en morir para desaparecer de este mundo

 
El contenido de lo que una vez fue una habitación familiar se derrama de un edificio arrasado de Alepo
(Foto: Malek Al-Shimale)

Pero no, aquí estoy, viendo cómo mis niños gritan y lloran aterrados cuando escuchan el sonido de una bomba cercana o los enfrentamientos. No puedo hacer nada por ellos, salvo abrazarles y susurrarles al oído que todo irá bien. No hacemos más que rezar para que las cosas no empeoren aún más.

¿Por qué no se marchan de Alepo?

Sobre ese aspecto, no sé realmente qué haremos. Por un lado, querría quedarme pero al mismo tiempo deseo marcharme. Querría quedarme si tuviéramos mejores condiciones, si pudiéramos tener comida y suministros en vez de bombas o miedo a la muerto. Pero eso no va a suceder y por ello quiero marcharme.

Esta no es manera de vivir. Puede nombrar cualquier cosa, cualquier tipo de comida, y le diré sin dudarlo que no la tenemos. Y si la hay, entonces su coste es más del doble del precio habitual. A todo le pasa igual, todo va mal. Sí, quiero irme, pero ¿adónde? No lo sé.

Podría irme a casa de mi hermana, que vive en el oeste de Alepo, o con mi familia en el campo. Pero cualquier posibilidad es mala, estaré desplazada y sin hogar.

¿Qué piensa del Ejército Libre Sirio (ELS) y de la marcha de la guerra?

Puede que vuelvan a luchar, pero no resistirán mucho. Llevamos mucho tiempo bajo asedio y los rebeldes han agotado todas sus municiones.

Los rebeldes están básicamente debilitándose. Han montado muchas ofensivas que han fracasado y supongo que pronto habrán agotado toda su munición. Si el régimen ataca la zona este, no creo que los combates duren mucho tiempo.

No sé qué va a suceder, pero es probable que no sea nada bueno. El régimen va a continuar avanzando para aprovechar el momento. Esperemos que no vuelva a ser tan sangriento como antes y como ahora.

Quizá el régimen tome la ciudad o quizá no. Las cosas están fuera de control y todo puede suceder.

Yasin Hamadeh, cuatro hijos (de 19 a 29 años)

¿Cómo es la vida para Vd. y su familia?

Vivo aquí con mi mujer. Mis hijos están todos en Turquía. Decidimos quedarnos y no abandonar nuestra patria.

Los precios han subido mucho y no quedan suministros en la ciudad. Solía comprar berenjenas y otro tipo de verduras, que crecían en pequeñas parcelas de tierra en las afueras de la ciudad. Pero ahora los campesinos están cultivando menos porque el tiempo está cambiando y se ha vuelto impredecible. Mi mujer y yo nos alimentamos con arroz y trigo bulgur y judías que habíamos almacenado al principio del asedio. Sin embargo, todo está a punto de acabarse porque nos hemos tenido que alimentar con eso todos los días. La carne y el azúcar, cosas básicas que solíamos tener como aceite, mantequilla, harina… todos esos productos están agotados.

Si quiero comprar algo de comida y encuentro a alguien que me la venda, me pedirá 30 o 40 veces más que antes del asedio. Por ejemplo, el azúcar solía costar 50 céntimos antes del asedio y ahora está a 16$ el kilo. El cordero solía valer 7$ el kilo, y ahora está a casi 30$ y cada día sube más.

Como consecuencia de toda esta horrible carencia de recursos, me tengo que conformar con lo que ya tengo y no comprar nada a menos que necesite algo de carne o aceite. Si encuentro algo, entonces lo compro y lo uso rápidamente ese día pero no compro nada que haya que conservar en la casa. No tenemos frigorífico ni un lugar donde guardar la comida, por eso vamos comiendo día a día.

¿Cómo están sobrellevando los ataques?

¿Qué cómo nos preparamos para afrontarlos? Si hubiera algún lugar donde ir entonces quizá me iría durante un tiempo. Esperaría hasta que los combates terminaran y después volvería aquí, porque no quiero vivir lejos de mi hogar o de mis vecinos. Quiero estar tan cerca como sea posible de mi barriada.

Incluso si nos quedamos aquí, en el este, y podemos evitar que nos maten mientras intentamos encontrar comida, nos sigue pareciendo preferible a vivir en un refugio en un campo en la frontera. No hay nada que yo o cualquier otra persona podamos hacer ante la falta de seguridad actual. Es lo mismo con la comida. No podemos almacenar ni comida ni agua. Como le dije, tratamos de satisfacer como podemos nuestras necesidades día a día. Esperaremos hasta que la lucha termine para ver quién gana y gobierna el país. Entonces podremos relajarnos de nuevo en casa.

¿Por qué no se marchan de Alepo?

Sólo quiero irme de forma temporal con mi mujer, para después regresar. Pero hasta ahora no ha sido posible porque todas las carreteras que salen del este están cerradas. Es verdaderamente una ironía cómo está ahora la situación. Antes, durante la última tregua, el régimen y Rusia nos prometieron un corredor seguro para que nos pudiéramos marchar. Pero no eran serios: lo utilizaron para disparar contra la gente que iba por la carretera en Bustan Al-Qasr, y nadie pudo cruzar hacia el oeste de Alepo. 


Edificios devastados en la zona de Maade, Alepo

(Foto: Malek Al-Shimale
)

Pero ahora han pasado a amenazarnos. Primero envían mensajes diciéndonos que nos vayamos de inmediato o tendremos que soportar la dura situación con la escalada que está a punto de comenzar de nuevo. Están jugando. Por una parte, le dicen al mundo que van a dar una última oportunidad a los terroristas para que se vayan; por otra parte, dicen que van a empezar una nueva ofensiva contra el este que va a ser más sangrienta que la anterior. Están manipulándonos, a nosotros y al mundo entero, utilizando propaganda sucia para provocar más conflictos en la ciudad.

¿Qué piensa del Ejército Libre Sirio (ELS) y de la marcha de la guerra?

Los combates se intensificarán muy pronto, pero cómo y cuándo no lo sé. Creo que los rebeldes podrán contraatacar y derrotar a las fuerzas de Asad a corto plazo y conseguir avanzar, eso es seguro. Pero, a largo plazo -que es lo que de verdad le interesa al régimen-, los rebeldes carecen de capacidades de lucha.

Irán perdiendo de forma gradual si el conflicto favorece al régimen, con sus constantes ataques con el apoyo de Rusia. Terminarán volviendo a tomar el este de la ciudad, poco a poco, como sucedió en Ghuta, en la zona rural de Damasco. Allí, los rebeldes decidieron abandonar sus ametralladoras y dirigirse hacia Idlib. Esa es una de las posibilidades que podrían darse aquí. ¿Quién sabe?

Zouhir Al-Shimali es un periodista y fotógrafo de Alepo que trabaja online.

Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/aleppo-food-192890054

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.