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Sugerencias (sobre uso de las lenguas) para la izquierda transformadora y no nacionalista en Cataluña (II)

Fuentes: Rebelión

Con la brevedad que se me exige. Diez sugerencias más, sobre uso de lenguas, para la afirmación-construcción de una nueva izquierda en o de Cataluña [IZEDEC] que enlace sin exclusiones con lo mejor, es decir, con lo más rebelde, honesto, fraternal y documentado de las viejas y diversas tradiciones emancipadoras. 1.La IZEDEC debería apoyar -dando […]

Con la brevedad que se me exige.

Diez sugerencias más, sobre uso de lenguas, para la afirmación-construcción de una nueva izquierda en o de Cataluña [IZEDEC] que enlace sin exclusiones con lo mejor, es decir, con lo más rebelde, honesto, fraternal y documentado de las viejas y diversas tradiciones emancipadoras.

1.La IZEDEC debería apoyar -dando ejemplo al mismo tiempo- por el mayor conocimiento posible, y con la máxima generalización alcanzable, de las lenguas que se hablan en Cataluña. Sin exclusiones.

1.1.Desde luego, también lenguas que se hablen en otros lugares del mundo.

2. La IZEDEC debería defender la presencia del catalán como lengua optativa en la educación pública en las otras comunidades españolas. De la misma forma, el gallego, el euskera, y acaso otras lenguas, deberían estar presentes en el sistema educativa catalán.

3. La IZEDEC debería defender el uso del catalán en todas las instituciones representativas del Estado. Por ejemplo, en el Congreso de diputados y en el Senado (si su existencia de prolongara).

3.1. Por supuesto, cualquier ciudadano debería poder dirigirse a las instituciones del Estado, a todas ellas, en su propia lengua.

4. La IZEDEC, defensora como es sabido de una República federal de todos los pueblos de España, defendería que el presidente de la III República española usara, además del castellano, el catalán, el euskera y el gallego en sus intervenciones públicas.

5. La IZEDEC no acusaría de españolista ni usaría atributo similar para referirse a una fuerza política que usara el castellano -incluso otros idiomas en un futuro que puede ser cercano- en el Parlamento catalán. El castellano no es un idioma de fascistas ni el catalán un idioma de gente estupenda, moderna, liberal, maravillosa, equitativa y progresista.

6. La IZEDEC defendería un sistema educativo en el que el conocimiento de la lengua y la literatura de todas las comunidades españolas fuera un asunto no marginal.

7. La IZEDEC no debería llamar «inmersión lingüística voluntaria» lo que no es siempre voluntario ni tampoco es, hablando propiamente, una inmersión lingüística. Tan sólo lo es, en .Cat, para las familias no catalanohablantes. No lo es para casos como el mío: mi hija Tussy Marx Guevara y yo nos hablamos en catalán, el mismo idioma que oyó cuando empezó a instruirse en la escuela pública.

8. La IZEDEC debe defender una práctica educativa similar a la que se practica en escuelas privadas-privadas de Barcelona. De todo se puede aprender. Por ejemplo, en Aula, donde estudió el president en funciones y sus hijos e hijas. Allí no existe inmersión y el problema se disuelve en los tres primeros años. A partir de los seis años todos los niños y niñas son bilingües, piensan y hablan en bilingüe y la lengua no es objeto de disputa política ni bandera de nada.

9. La IZEDEC debería defender, a un tiempo y sin contradicción, que no se trata por supuesto de españolizar a los niños pero tampoco (aunque en algunos ambientes tal opinión sea un postulado indiscutible) de catalanizarlos. Nadie ignora que con el mal denominado programa de inmersión lingüística catalán (y sus estrategias complementarias) se ha intentado, y conseguido parcialmente, inculcar o introducir una fuerte y estudiada cosmovisión nacionalista -como si fuera lo más natural del mundo, como s fuera una especie de respiración social- en la mentalidad de niños, adolescentes y jóvenes.

9.1.También de adultos. El caso, no totalmente marginal, de algunos maestros y profesores que sostienen, por ejemplo, que en el patio de los colegios no se debería permitir a los niños hablar otro idioma que el catalán dado que están en un espacio público y el único idioma vehicular (con la excepción inconsistente del inglés en algunos casos) debería ser el catalán.

10. La IZEDEC debería defender algo tan básico como lo siguiente: las lenguas sirven, deben servir para aproximarnos y ampliar nuestros horizontes. Si me permite la expresión, para querernos, entendernos y crecer en humanidad y en complejidad. No para enfrentarnos y separarnos, sobre todo en comunidades donde el bilingüismo real y masivo es alcanzable sin un gran esfuerzo. Como de hecho ocurre aunque aún haya camino que transitar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.