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Trilogía de tristes noticias

¡También hay refugiados palestinos!

Fuentes: Rebelión

Se habla de refugiados. Estos días oigo muchas frases sobre los refugiados en los medios españoles; al parecer hay cierta conciencia de que este es un problema humanitario, y me alegro mucho. Pero me llaman la atención los vaivenes de los gobiernos en este asunto, algunos empezaban dándole la espalda y otros incluso combatiéndolo, es […]

Se habla de refugiados. Estos días oigo muchas frases sobre los refugiados en los medios españoles; al parecer hay cierta conciencia de que este es un problema humanitario, y me alegro mucho. Pero me llaman la atención los vaivenes de los gobiernos en este asunto, algunos empezaban dándole la espalda y otros incluso combatiéndolo, es el caso del gobierno húngaro. Dentro del cambio de opinión y de actuación surgen algunas tesis, como que son bienvenidos por razones de necesidad de Europa de mano de obra. Hasta aquí queda claro que no solo por cuestión humanitaria, sino que se les admite también por economía y como siempre la UE es mercantil ante todo. Pues bien, resulta que se interesan por la mano de obra cualificada por eso al subsahariano ni caso, y que el sirio es de clase media «como la mayoría de nosotros», apunta una mujer responsable del tema en la UE. Es decir los ven limpios, blancos y con carreras (puro racismo para con los demás). Pero lo más llamativo es que todos sus servicios de inteligencia, sus delegaciones diplomáticas, sus especialistas en el mundo árabe, fallan como siempre en no conocer al vecino del sur. El no saber que las poblaciones de muchas partes del mundo árabe, tienen carreras y son de clase media, solo obedece a los estereotipos y etiquetas que nos ponen «a los moros» (gente inculta, fanáticos religiosos, violentos… etc.) Pero de repente descubren al ser árabe, y que es «como nosotros», una visión que solo está alimentada por: egoísmos, racismos y cegueras inducidas.

En toda esta tragedia se olvida de un dato muy importante, es que entre los refugiados hay un número considerable de palestinos, en algunos casos triplemente refugiados. Una situación que no se conoce anteriormente en ninguna población refugiada con larga duración de exilio forzado, por una usurpación y una ocupación declaradas ilegales por la ONU. Pero a pesar de ello seguimos asistiendo día tras día a su triste historia, que «la comunidad internacional» es incapaz de encontrar una solución justa, acorde al derecho internacional y los DDHH.

Las imágenes que nos llegan de las avalanchas de seres humanos huyendo de la guerra, solo nos pueden recordar las de aquellos palestinos que en su día salieron con lo puesto de sus casas, dejando sus tierras, pueblos y ciudades ante la mirada tuerta de un mundo que no conocía las redes sociales ni los medios de comunicación avanzados, que hoy son el espejo donde vemos el detalle más pequeño de esta huida, a diferencia del exilio tristemente conocido por Al-Nakba, cuando 750 mil palestinos sin la mirada del gran hermano, llevaron las promesas del colonialista inglés; en tan solo una o dos semanas volverían a sus casas y ya han pasado 67 años.

Miles de estos palestinos de Al-Nakba, siguen hoy en día deambulando por el mundo sin papeles que les reconozca como ciudadanos de un país. Su país es usurpado y ocupado sin siquiera poder tener un pasaporte del que hoy es llamado «Estado palestino», a pesar de haber cosechado la mayoría abrumadora en la Asamblea General de la ONU como tal, pero su estatus virtual, no le permite amparar a los palestinos ni pueden acogerlos en lo que queda de Palestina bajo la «Autoridad palestina».

La historia se repite y el palestino es el protagonista de una fatalidad que sin comerla ni beberla, le ha sido suministrada forzosamente. Hoy como ayer los refugiados palestinos están a merced de esa adversidad, siguen siendo refugiados y además envueltos en la marejadilla de una zona del epicentro de un ojo de un huracán que no cesa.

Territorio comanche… la cama redonda de la política

Putin a Netanyahu: «Siria no se enfrentará a Israel, pues debe mantener su existencia como Estado». Para los que ven la política desde una esquina inexistente de la cama redonda de la política, he aquí ésta alianza de intereses y unos regímenes árabes que se prostituyen con tal de seguir mandando. Desde muy joven, ni los bloques ni los brillos de falsos revolucionarios me alejan de ser objetivo a la hora de tomar una posición. Palestina nunca fue, ni es un objetivo a liberar por ningún régimen árabe, muchos sobrevivieron a costa de esta causa tan noble, una nobleza que contrasta con la miserable política de estos falsos libertarios.

Frente a las muertes de inocentes en las guerras de regímenes y facciones árabes, no se toma ninguna posición política para salvar a la población, desamparada y sin refugio seguro ninguno, ni en un bando ni en otro, son las victimas que no entran en la ecuación de los mandatarios del mundo. Su cálculo solo contempla la posición geoestratégica de influencia militar o política en una zona u otra. Repartiendo el pastel aunque fuera vacío de contenido, es decir les importa muy poco o nada que la zona termine siendo vaciada de población.

Las potencias mundiales, solo acuden en defensa de sus intereses económicos o de hegemonía territorial. En el caso de «Oriente Medio» los intereses son tan variados como los actores que se cuentan por decenas, máxime porque los habitantes de ésta, han perdido el horizonte y andan deambulando entre viejas recetas y hartazgo por sus largas décadas de regímenes dictatoriales.

Palestina siendo eje de las causas árabes, hoy se encuentra en un gran olvido por parte de los árabes, me refiero al pueblo árabe y no a los regímenes que nunca la han tenido en cuenta si no es por propaganda o intereses, según el envoltorio del régimen de turno en la cola de enarbolar la bandera de «liberadores» de Palestina. Una causa que ha sido su muñeca hinchable que les ha acompañado en sus actos de sinvergonzonería política y guardada en el baúl cuando no les servía.

La muerte violenta a la vuelta de la esquina

La intifada (la tercera intifada) silenciada por propios y ajenos… Mahmud Abbas: «Mientras yo sea presidente de la Autoridad Palestina no habrá intifada»… La agresión de AGENTES PALESTINOS a un menor desata protestas en Cisjordania.

Las noticias del martes 22/09/2015: asesinada una joven palestina por disparos de fuerzas de ocupación. Esa misma madrugada hubo otro joven palestino acribillado por la sinrazón del sionismo.

La juventud de Palestina bajo la ocupación sionista y una autoridad palestina incapaz de liderar una resistencia, está en un callejón sin salida en muchos campos de la vida. La que les falta y se escribe con mayúsculas; es la LIBERTAD, que sus consecuencias por donde se mire es violencia y muerte.

Viendo el video de la muerte de la joven Hadil Salah Hashlamo una estudiante de 18 años, mientras cruzaba un control del ejército de ocupación sionista en Hebrón, nos remueve el estómago y nos salta el corazón, viendo como a sangre fría y delante de las cámaras le disparan y la dejan desangrar en el suelo hasta morirse. La inmunidad con que está actuando la potencia de ocupación sionista, no deja lugar a dudas que la conjura mundial hoy está ya en su fase más delicada para los palestinos en particular y para los árabes en general.

Cabe decir que estamos ante una aniquilación sistemática de jóvenes palestinos que caen todos los días por un sionismo dispuesto a ocupar y usurpar toda Palestina a toda costa , sus ya archí conocidos, los políticos así lo declaran abiertamente, sin tapujos ni miramientos diplomáticos como hace unas décadas. «Hay que asesinar a todas las madres palestinas que dan a luz «pequeñas serpientes»» declaraba la actual ministra de Justicia del gobierno del criminal Netanyahu.

Por si las palabras pueden expresar el sentimiento, mi réquiem para los jóvenes palestinos caídos en la silenciada Intifada:

Los corazones sangran…

Nuestras lágrimas lloran sus propias lágrimas.

Sentimos el dolor…

Nuestros ojos quieren no creer.

La víctima y el verdugo…

No, no es una novela, es Palestina.

Pena, penita, pena  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.