La unanimidad fue absoluta. Reunidas con motivo de la visita a Gaza de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, los representantes de la Cruz Roja Internacional, de la Organización Mundial de la Salud, Unicef, de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios y de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, se […]
La unanimidad fue absoluta. Reunidas con motivo de la visita a Gaza de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, los representantes de la Cruz Roja Internacional, de la Organización Mundial de la Salud, Unicef, de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios y de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, se pronunciaron, una vez más, contra el bloqueo al que Israel somete al territorio de Gaza.
La OMS señaló la violencia ligada al conflicto como una de las tres principales causas de muerte en la zona y afirmó que, aunque el 95% de las personas logran ser atendidas sanitariamente fuera del territorio si lo requieren, el bloqueo impide importar equipos y medicamentos, el 30 por ciento del catálogo de fármacos necesarios no están disponibles en Gaza por culpa del bloqueo israelí. Asimismo, la destrucción del sistema de depuración por parte de los bombardeos del ejército de Israel provoca que el 90% de las muestras de agua recogidas por la institución presenten niveles de productos químicos por encima de los límites recomendados, en algunos casos, diez veces más.
Igualmente, los gazatíes disponen solo de 70 litros de agua por persona y día para todas sus necesidades, cuando lo recomendado, según el representante de la OMS, sería entre cien y ciento cincuenta. El problema será de emergencia en el año 2016, cuando se prevé que se agote el acuífero que les suministra en la actualidad. Aunque se apuntó una planta de desalinización como posible solución, tampoco sería viable por falta de energía para su puesta en funcionamiento. Israel destruyó en 2006, durante la operación Plomo Fundido, la planta de electricidad que proporcionaba energía al territorio, de hecho el encuentro con las organizaciones se desarrollo en algunos momentos sin iluminación eléctrica. El bloqueo, que los palestinos consideran como una ocupación de facto al no disponer de soberanía tampoco de su espacio aéreo y marítimo, también les impide poner en marcha la depuración de sus aguas residuales. Esto provoca una grave contaminación del acuífero y la costa debido a que recibe cada día 90.000 metros cúbicos de aguas residuales inadecuadamente tratados lo que convierte en peligroso para la salud el baño en el Mediterráneo e impide gran parte de la pesca, ya de por sí limitada a poca distancia de la costa por el bloqueo israelí.
Por su parte, Unicef llamó la atención sobre los 160 menores palestinos se encuentran en prisiones israelíes.
Las organizaciones internacionales recordaron que todos los productos deben entrar desde Israel, puesto que el paso de Rafah, desde Egipto, se reserva solo para personas. Explicaron que este bloqueo dispone de cinco niveles de aprobación. Si, por ejemplo, un habitante de Gaza desea comprar un frigorífico, debe comprobar primero que se encuentra en la lista de productos permitidos, a continuación, pedir su aprobación a las autoridades israelíes y entonces iniciar un proceso que puede demorar hasta 18 meses.
En la misma línea de señalar la gravedad del bloqueo y la responsabilidad israelí se manifestaron horas antes los representantes de la misión de la ONU destinada a los refugiados palestinos, UNRWA.
Los pronunciamientos se hicieron ante casi una veintena de juristas de más de una decena de países que celebran en Gaza su encuentro internacional anual invitados por el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR).
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