Georges Ibrahim Abdallah es el preso político más antiguo de Europa. En 1987, cuando terminó su juicio amañado, este resistente comunista libanés y fundador de las Facciones Armadas Revolucionarias del Líbano (FARL) fue condenado a cadena perpetua por «complicidad en el asesinato» de un agente de la CIA y otro del Mossad, el servicio secreto israelí.Aunque desde 1999 podría haber sido puesto en libertad, Georges Ibrahim Abdallah continúa encarcelado en la prisión de Lannemezan (Departamento de Altos Pirineos).
Hemos hecho tres preguntas a Soraya Chekkat, miembro de Front Uni des Inmigrations et des Quartiers Populaires (FUIQP, Frente Unido de las Inmigraciones y de los Barrios Populares) y de la Campagne Unitaire pour la Liberation de Georges Ibrahim Abdallah (PACA, Campaña Unitaria por la Liberación de Georges Ibrahim Abdalla).
¿En qué situación se encuentra George Ibrahim Abdallah?
George Ibrahim Abdallah podría haber quedado en libertad desde 1999. Actualmente el juez de ejecución de penas ha emitido la decisión judicial de ponerlo en libertad, pero la Fiscalía Nacional Antiterrorista ha recurrido esta decisión y el juicio de apelación tendrá lugar el 19 de diciembre de 2024. A petición de la campaña unitaria que exige desde hace años su puesta en libertad, se ha lanzado un llamamiento para hacer converger la solidaridad por la liberación del preso político más antiguo de Europa.
No es la primera vez que el tribunal de ejecución de penas acepta su solicitud de puesta en libertad. Hasta ahora, la solicitud de puesta en libertad estaba sujeta a una orden de expulsión, que los sucesivos gobiernos no han autorizado y de ahí que siga en la cárcel. Esta vez no se ha solicitado esta exigencia de una orden de expulsión, la única exigencia es que George no vuelva nunca a Francia.
¿Por que no ha sido puesto en libertad cuando desde 1999 era posible?
¡Es la pregunta que nos permite responder afirmando que Georges es un preso político!
Las diferentes presiones ejercidas por Estados Unidos y la entidad sionista sobre los sucesivos gobiernos franceses desde su detención anuncian el fin de la independencia de la justicia francesa. Su juicio y las condiciones de su defensa estuvieron amañados desde el principio, hasta el punto de que incluso su primer abogado estaba relacionado con la Dirección General de Seguridad Exterior francesa (DGSE). ¿Qué justicia es esa en tales condiciones? En efecto, una decisión judicial ha dictado su puesta en libertad, y nos alegramos de ello, pero no es la primera vez que el juez de ejecución de penas se pronuncia a favor de su puesta en libertad y, sin embargo, continúa en prisión desde entonces. Es profundamente injusto.
Es sabido que Georges está encerrado en las cárceles del imperialismo porque su lucha política es lo que supone un problema para el sistema capitalista. Georges condena la colonización de Palestina y luchó por su liberación, lo mismo que luchó por defender su país, Líbano, contra los ataques militares sionistas. Georges aspira a una sociedad progresista y, como es comunista, aboga por la justicia social, una justicia que está en las antípodas de la explotación capitalista en todo el mundo. Georges es un político internacionalista que, a pesar de llevar una eternidad en la cárcel, enarbola firmemente la bandera de la lucha de clases. Georges inspira por su capacidad de resistencia y aun estando encerrado, nunca he visto a un militante tan libre y con unas convicciones tan firmes.
¿Cuál es su estado de ánimo ante esta desconcertante situación?
Espera volver a su país y reunirse con su familia. Está abrumado por la emoción que esta posible liberación provoca entre la militancia y agradece los testimonios, las fotos de las concentraciones, se alegra de esta solidaridad. Al mismo tiempo nos pide (y se impone a sí mismo) un poco de lucidez. En efecto, en 2013 ya hubo una decisión de excarcelación y una alegría compartida con nuestro compañero,y luego vino el golpe, con un vaivén emocional que recordaremos, al pensar ya entonces que iba a ser puesto en libertad. Tiene esa sensación de imaginarse en libertad y al mismo tiempo se protege, porque después de cuarenta años de cárcel, según sus palabras, «uno se vuelve inquebrantable» ante a los golpes bajos del sistema. Como él mismo dice, lleva encerrado una pequeña eternidad. La felicidad está al alcance de la mano. Se alimenta de nuestro entusiasmo y de nuestra esperanza.
Leo sus palabras en la correspondencia que hemos intercambiado: «En estos tiempos de guerra genocida en Palestina, de un proceso de fascistización cada vez más asentado, aquí y en Palestina, pero también en tiempos de resistencia […] luchar es más que nunca la única manera de existir». Recuerda que más allá de su caso, actualmente hay ante todo un genocidio en Palestina. Nos pide que sigamos movilizándonos y hablar de él solo para servir a la causa palestina. También quiere recordar que hay que luchar por la liberación de todas las personas presas políticas.
La campaña unitaria para exigir su liberación convoca a converger en París el 21 de diciembre desde Barbés. En Marsella hemos decidido asistir.
Remitimos a la explicación de Soraya Chekkat de hace diez años para entender el contexto de su encarcelamiento:
Las autoridades francesas detuvieron a Georges Ibrahim Abdallah el 24 de octubre de 1984, después de que un grupo del Mossad y algunos de sus agentes libaneses le siguieran hasta Lyon. El único motivo de su encarcelamiento fue estar en posesión de auténticos falsos documentos de identidad: un pasaporte expedido legalmente por las autoridades argelinas. Las autoridades francesas habían prometido al gobierno argelino liberar a Georges Ibrahim Abdallah y para ello habían enviado al jefe de los servicios secretos franceses en Argelia para informar al gobierno argelino. Jacques Attali, consejero del presidente francés François Mitterrand, escribió en sus memorias: «Jueves 28 de marzo de 1985. Yves Bonnet, jefe de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST, por sus siglas en francés), enviado a Argel, explicó que Abdallah, detenido en Lyon, será liberado durante el verano debido a los leves cargos que hay contra él». Pero las autoridades francesas no cumplieron su palabra.
Las autoridades francesas estaban siendo presionadas por Estados Unidos en aquel momento. Se habían producido muchas injerencias estadounidenses para presionar a las autoridades francesas y que no pusieran en libertad a Georges Abdallah. Estados Unidos se había constituido como parte civil en el juicio de Abdallah. Tampoco faltaron las presiones sionistas.
Francia se encontraba en aquel momento bajo los efectos de
una serie de atentados indiscriminados perpetrados en París entre
1986 y 1987, que había provocado muchas víctimas francesas. De
hecho, estos atentados habían sido cometidos por una red cercana a
Irán. Para tranquilizar a la opinión pública francesa
(desinformándola), los servicios secretos franceses acusaron de
estos atentados a los hermanos de Georges Ibrahim Abdallah.
Nota de la traductora: para conocer mejor la vida y la lucha de Georges Ibrahim Abdalla, véase el libro de Said Bouamama Georges Ibrahim Abdallah. Manual de militancia dentro y fuera de la cárcel. Boltxe Liburuak, 2022. Se puede adquirir en la web de la editorial, al precio de 6 euros.
Texto original: https://investigaction.net/3-questions-a-soraya-chekkat-sur-george-ibrahim-abdallah/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.