El encuentro entre el mandatario norteamericano y el israelí no dejó buenas señales para el pueblo palestino. «Trump dice que deben decidir las dos partes, pero en realidad se lava las manos y deja la decisión a Israel», aseguró Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino- Palestinas. La reunión entre el presidente de […]
El encuentro entre el mandatario norteamericano y el israelí no dejó buenas señales para el pueblo palestino. «Trump dice que deben decidir las dos partes, pero en realidad se lava las manos y deja la decisión a Israel», aseguró Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino- Palestinas.
La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de israelí, Benjamín Netanyahu, dejó mucha tela para cortar. El estrecho vínculo entre los dos países tuvo algunas tensiones en la última etapa del Gobierno de Barak Obama. Pero la llegada de Trump volvió todo a los caminos pretendidos por el lobby sionista. En la conferencia de prensa previa al encuentro, Trump aseguró que él podía «vivir con uno o dos Estados», y que aceptaría lo que decidieran el primer ministro israelí y los líderes palestinos. En respuesta, Netanyahu aseguró: «No hay mejor amigo del pueblo judío y del Estado judío que Donald Trump». La señal fue clara y preocupante para el pueblo palestino.
En diálogo con Contexto, la presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, Tilda Rabi, señaló que «Trump pone al pueblo palestino como si estuviera en igualdad de condiciones con el ocupante. Él se deslinda y dice que las negociaciones deben ser entre las dos partes. Negociaciones que, en rigor, hoy no existen. Además, plantea que Israel siga interviniendo como estado ocupante en el Río Jordán y las áreas subyacentes. No menciona en ningún momento la posibilidad de un estado laico independiente en igualdad de condiciones». «Trump no habla del retiro de las colonias, sino que dice que por ahora podrían paralizarlas ‘un poco’, y dice que ‘los palestinos han sido criados bajo el odio’. No hace referencia a la ocupación, la colonización ni la limpieza étnica», afirmó.
La dirigente señaló que «el presidente norteamericano, por ahora, se ha retractado de poner su embajada en Jerusalén, pero no es un dato menor que el embajador que el propone sea un colono que, además, financia colonias dentro de la Palestina ocupada en el 67». «Ni los anteriores presidentes estadounidenses tuvieron la negación que él tiene respecto de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. Todo esto hace pensar que se va a incrementar la persecución hacia el pueblo palestino», afirmó. Rabi aseguró que «Trump dice que deben decidir las dos partes, pero en realidad se lava las manos y deja la decisión a Israel. ¿Cuál es la posibilidad de decidir que tenemos los palestinos que somos el pueblo ocupado? En ningún momento Trump dice que la ocupación se tiene que terminar y que hay que volver a las fronteras de 1967».
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