Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Después del dudoso informe de investigación de la ONU que prácticamente exoneró a Israel por su ataque del 31 de mayo de 2010 contra el Mavi Marmara -un ataque en el que murieron 8 ciudadanos turcos y 1 turco-estadounidense- Turquía ha rebajado significativamente sus relaciones diplomáticas con Israel y ha suspendido toda cooperación militar. Ankara tiene pocas alternativas al respecto. El ataque israelí fue abyecto. Tuvo lugar en aguas internacionales contra un barco civil desarmado y se realizó en defensa de una política bárbara e ilegal de castigo colectivo contra un millón de palestinos embotellados en Gaza por un bloqueo israelí.
Por su parte, los israelíes afirman que asesinaron a los turcos del Mavi Marmara como autodefensa. Yuxtapongo intencionalmente las palabras autodefensa y asesinato, porque los pasajeros turcos se estaban defendiendo de un ataque violento cuando fueron eliminados a tiros por soldados israelíes que ahora describen sus acciones como autodefensa. Este escenario es una trágica parodia de unos cien años de acción sionista en Medio Oriente. Después de llegar a la región en el tren de equipaje de una potencia ocupante imperial (Gran Bretaña) y de establecerse exitosamente expulsando a la población nativa (un proceso que continúa), los israelíes definen todos los actos de resistencia a su agresión como ataques que requieren su autodefensa. La acción del Mavi Marmara se ajusta perfectamente a ese mundo sionista de lógica peculiar. En este sentido, ponen al mundo cabeza abajo.
El gobierno turco no está de acuerdo en ningún aspecto y exigió el mínimo de decencia de los israelíes -una disculpa y compensación-. Al hacerlo defiende una conducta civilizada. Los israelíes se niegan a pedir disculpas. Después de todo, una vez que has puesto el mundo cabeza abajo de la manera descrita anteriormente, cualquier admisión de que exista un poco de razonamiento defectuoso en tu visión amenaza con derrumbar tu universo como un castillo de naipes. Por lo tanto ¿qué puede hacer Ankara? Puede distanciarse y se ha distanciado de esos dementes y se niega a toda asociación militar. ¿Por qué ayudar con medios militares a los asesinos de tus propios ciudadanos?
Al hacer el anuncio, el ministro de Exteriores turco Ahmet Davutoglu señaló que al parecer los israelíes se «consideran por encima del derecho internacional y la conciencia humana». En realidad, no es ni la mitad de eso. No solo desdeñan los israelíes el derecho internacional, sea en alta mar, en el mantenimiento del obsceno gueto de Gaza, o mediante sus imposiciones coloniales en Cisjordania, sino que además seducen asiduamente a otros para que apoyen su conducta en todas partes y en todos los sitios en los que tienen la influencia de un lobby. Dondequiera que van son las pobres víctimas que necesitan libertad de acción para protegerse. Son las víctimas que victimizan a otros en nombre de la autodefensa. Israel nos devuelve a todos a un estado bárbaro de la naturaleza.
Se puede ver esta perversa influencia en la forma en que se manipuló y distorsionó el informe de investigación de la ONU sobre el ataque al Mavi Marmara. Aunque la comisión estaba dirigida por Geoffrey Palmer, un abogado y político neozelandés con reputación de integridad y honestidad, estuvo limitado por tener que compartir la investigación con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe -devoto seguidor de la línea israelí y aliado de Washington-. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, quien actualmente está bajo ataque por la Oficina de Supervisión Interior de las Naciones Unidas por debilitar la integridad moral de la organización, también cedió ante una combinación de presión estadounidense e israelí. Como resultado, el panel se limitó a «estudiar informes de Israel y Turquía, soslayando así toda recolección independiente de evidencia y sin escuchar el testimonio de testigos presenciales.» Ban Ki-Moon insistió en que no se publicaría ningún informe a menos que Palmer y Uribe llegaran a un consenso. Eso garantizaba la equidad en la lógica perversa y asimétrica de Israel. Por lo tanto lo mejor que podía producir la investigación era un informe con sabor a Alicia en el País de las Maravillas: las tropas de ataque israelíes actuaron en autodefensa contra civiles aunque ellos (los israelíes) utilizaron fuerza excesiva que lindaba en la matanza y la violencia criminal. Supuestamente el proceso de investigación debía ser «transparente» para evitar este tipo de corrupción, pero Ban Ki-Moon se negó a permitir que así fuera.
Turquía, por cierto, rechazó el informe de la ONU. Ahora bien, se podría decir que todo esto es en vano. La influencia de Israel en las salas del poder tanto en EE.UU. como en Europa es demasiado grande como para que la posición de Turquía sea otra cosa que simbólica. Bueno, nunca se sabe. Los turcos tienen una cierta influencia. Israel sueña con el día en el que pueda asociarse oficialmente a la OTAN. Turquía es miembro de la OTAN. Por cierto, tiene la segunda fuerza militar por su tamaño en esa alianza y pronto albergará una extensión del sistema de alerta temprana de la organización. En las actuales circunstancias el infierno se congelará antes que Israel llegue a ser miembro pleno de la OTAN. Por desgracia, dentro del mundo de la ilógica sionista, la posición de Turquía solo reforzará el sentido narcisista de victimización de Israel. Yasir Arafat dijo una vez que Israel actúa como un «gran bebé» homicida. Tenía mucha razón.
Profesor Lawrence Davidson – Departamento de Historia – Universidad West Chester – http://www.tothepointanalyses.
Fuente: http://www.
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