Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Varios activistas jordanos han «llevado a juicio» al Estado por un acuerdo sobre gas valorado en 15.000 millones de euros que desea cerrar con Israel.
Decenas de organizaciones, incluidos sindicatos y partidos políticos, se han unido en la Campaña Jordana para Impedir el Acuerdo sobre el Gas Sionista, una coalición formada en diciembre por varios movimientos populares que empezaron a hacer campaña contra este acuerdo en septiembre del año pasado. El acuerdo se está negociando entre la empresa pública [jordana] Compañía Nacional de Electricidad y un consorcio dirigido por el gigante estadounidense Noble Energy. Si se implementara implicaría la extracción de más de 300 millones de metros cúbicos de gas natural del campo de gas Leviatán controlado por Israel y situado en el mar Mediterráneo.
El pasado 5 de septiembre miembros del público leyeron la cartilla al gobierno jordano y a la empresa pública en un tribunal popular. Una de las acusaciones era que este acuerdo implicaría financiar el terrorismo israelí, amenazar la seguridad nacional de Jordania y contribuir a los crímenes de guerra contra los palestinos. Después de concluir que el proyectado acuerdo violaría la ley antiterrorista jordana y el Código Penal del país, el tribunal lo declaró nulo. Aunque se habían enviado citaciones a los oficinas del primer ministro y de la empresa estatal antes de las sesiones del tribunal, estas no enviaron representantes.
Una sospechosa agenda
Ayoub Abu Dayyeh, fundador y presidente de la Sociedad de Conservación del Medioambiente y de la Energía Sostenible, declaró al tribunal que existen muchas fuentes alternativas que satisfarían las necesidades de energía de Jordania. Abu Dayyeh afirmó que la insistencia del gobierno [jordano] en importar gas de Israel a pesar de la ausencia de necesidad económica saca a relucir la posible agenda política que hay detrás del del acuerdo.
Hace un año la Compañía Nacional de Electricidad firmó una carta exponiendo su intención de importar gas del campo de gas de Leviatán en las costas de Haifa. El consorcio implicado en el acuerdo incluye a varias empresas israelíes.
El acuerdo, que duraría 15 años, implicaría el paso más significativo en el estrechamiento de las relaciones entre Jordania e Israel desde el controvertido acuerdo de paz de Wadi Araba en 1994.
A pesar del hecho de Jordania está oficialmente en paz con Israel, el pueblo jordano se opone firmemente al acuerdo. «Hoy no solo rechazamos la financiación obligatoria del terrorismo israelí que nos impondría este acuerdo, sino que también nos alzamos en contra de someter nuestra soberanía y voluntad nacional a una entidad que nunca ha respetado las convenciones internacionales», afirmó Khaled Al Shakaa, organizador del tribunal y miembro de la campaña de boicot, desinversiones y sanciones (BDS) a Israel.
Las movilizaciones a gran escala en contra del juicio están haciendo difícil al gobierno jordano ignorar la desaprobación pública.
Hisham Bustani, coordinador de la campaña, señaló que está dirigida por muchas mujeres y jóvenes, lo que la hace diferente de otros movimientos populares. Según Bustani, esto «refleja la vitalidad de nuestra campaña».
Potencial solar
Jordania podría generar enormes cantidades de energía renovable en vez de firmar un acuerdo sobre el gas con Israel. Jordania tiene un clima más soleado que Alemania, el líder mundial del uso de energía solar.
El pasado mes de noviembre el grupo de justicia ecológica y social Platform, con base en Londres, publicó un estudio sobre este acuerdo. Platform afirmaba que el acuerdo haría a Jordania dependiente de Israel respecto a dos terceras partes de su suministro de energía. Esto significa que en caso de que hubiera desavenencias políticas entre ambas partes la seguridad energética de Jordania se vería seriamente amenazada.
Mika Minio-Paluello, un representante de Platform y uno de los testigos del tribuna, afirmó: «Aunque este temor nunca se materializara, la mera amenaza que plantea el acuerdo para la seguridad energética de Jordania disuadiría a este país de desarrollar políticas genuinamente independientes».
Dados los cada vez más frecuentes ataques israelíes a la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén, desde el tribunal se ha puesto de relieve la necesidad de oponerse al acuerdo. Jordania es el custodio oficial de los santos lugares musulmanes y cristianos de Jerusalén.
Platform calculó que los jordanos pagarían 8.400 millones de dólares directamente al tesoro israelí a consecuencia del acuerdo sobre el gas, con lo que Jordania contribuiría financieramente a preservar el sistema de apartheid de Israel.
Parece que la oposición a este acuerdo va a continuar.
Juman Asmail es activista de derechos humanos y organizador comunitario.
Fuente: https://electronicintifada.net/content/gas-deal-would-make-jordan-donor-israeli-apartheid/14866