Una huelga de más de mil trabajadores del sector petrolero omaní muestra que las reformas económicas decretadas por el sultán Qabus bin Said para controlar las protestas de 2011 no son suficientes. Funcionarios de una decena de empresas contratadas por la Petroleum Development Oman, la compañía estatal petrolera del sultanato, hicieron huelga el pasado 24 […]
Una huelga de más de mil trabajadores del sector petrolero omaní muestra que las reformas económicas decretadas por el sultán Qabus bin Said para controlar las protestas de 2011 no son suficientes.
Funcionarios de una decena de empresas contratadas por la Petroleum Development Oman, la compañía estatal petrolera del sultanato, hicieron huelga el pasado 24 de mayo. Reclaman aumentos salariales, la garantía de que dispondrán de una pensión al jubilarse y un seguro especifico por trabajar en zonas de riesgo; demandas planteadas desde el comienzo en las intensas manifestaciones de marzo del año pasado, según uno de los huelguistas. «No ha habido ningún progreso en el cumplimiento de las exigencias, por lo tanto, recurrimos a la huelga», añade.
Las operaciones en los campos petrolíferos situados en las zonas desérticas tanto del norte como del sur del país fueron las más afectadas, debido a que la parada laboral de los conductores de autobuses dificultó la llegada y salida de los trabajadores a las aisladas regiones. Pero el Ministerio de Petróleo y Gas anunció que la producción diaria de 551.000 barriles de crudo el mes de mayo no se vio alterada, aunque la huelga podría afectar a la producción si se prolongase. Omán es el 25º productor de petróleo del mundo, actividad de la que depende en gran parte su economía.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo formó una comisión conjunta con el Ministerio de Petróleo y Gas, la Sociedad de Servicios Petrolíferos de Omán, y altos ejecutivos de las empresas afectadas, para estudiar las demandas de los trabajadores y su legalidad. El Gobierno instó a que los trabajadores tuvieran en cuenta el impacto negativo de las huelgas para la sociedad y la economía nacional, y que contemplaran lo que les permite exigir la ley laboral antes de convocarlas. Los trabajadores omaníes tienen derecho a la huelga, al contrario de sus vecinos saudíes. Sin embargo, las convocatorias deben estar respaldada por una mayoría absoluta de la fuerza de trabajo, y ser anunciadas al empleador al menos tres semanas antes de su realización.
En respuesta, los huelguista rechazaron reunirse con el ministro de Trabajo, Abdullah Bin Nasser Al Bakri, y anunciaron que tampoco aceptarán promesas de las empresas que les contrataron. Quieren una garantía por escrito del Gobierno de que sus demandas serán satisfechas.
A pesar de que, todavía ninguno de los puntos ha sido consensuado, los huelguistas decidieron retomar sus actividades el 28 de mayo, bajo la condición de que la comisión formada mantenga sus trabajos y las demandas se resuelvan a través del diálogo con las partes involucradas.
A finales de 2011, el sultán firmó una serie de decretos para frenar las manifestaciones que llevaron a miles de omaníes a las calles de las principales ciudades del país, para exigir, entre otras cosas, aumentos salariales y más derechos laborales. Entre ellos figura el decreto real 113/2011, promulgado en octubre del año pasado, que enmienda la Ley Laboral omaní y amplia las protecciones legales a los trabajadores.
No obstante, pese a la aparente calma que reina en el país, donde no se han registrado grandes protestas desde hace más de un año, los problemas económicos no se han solucionado y la población no está dispuesta a conformarse.
Fuente original: http://www.aish.es/index.php/component/content/article/250-clavesoman/3128-oman-020612-un-ano-despues-de-las-protestas-los-retos-economicos-persisten-